3.

"

La tarde llegó y Megan aun no entendía porqué tenía que pagar el precio. No fué su culpa que Rebeca quisiera dejarlo repentinamente, sin saber el por qué.

—¡Si no me hubiese casado contigo... maldita escoria! —gritó Selig mientras la sujetaba con fuerza de su cabello —¡si tú y tu tonto padre no hubieran aparecido, nosotros estaríamos juntos! —añadió, dando una fuerte patada en el vientre de la mujer.

—Por-por favor... Ya no más —Pedía ella, pues llevaba aguantándose golpes durante una hora y sabía que no podría resistirlo por más tiempo.

—Agradecé a que tenemos una fiesta en unas horas, sino tú ya estarías completamente muerta —contestó, soltando su cabello y pasando por encima de ella —espero que disfrutes de estos momentos, porque a partir de ahora los recibirás más seguido.

Megan no lo entendía, ¿Si es que Selig y Rebeca iban a tener un hijo, por qué lo deja? ¿Por qué tenía que seguir soportando tanta violencia?

No. Definitivamente no se acostumbría a ello, no seguiría soportando los constantes abusos de ese sujeto, ya está harta y no dejaría que fuera quien tome su vida.

Con bastante dificultad ante el dolor de su cuerpo y con sus piernas temblando, decide dirigirse a la cocina.

Selig; quien la vió ponerse de pie y caminar lentamente a la cocina, sólo sonrió al saber que desde ahora en más, le haría vivir un infierno. Haría que pague por la pérdida de su hijo y de la única mujer a la cual amó como a nadie, ella era la culpable y tenía que pagar.

—¡Apúrate y cocíname algo! Muero de hambre —ordenó, mientras dejaba caer su cabeza en el respaldo del sofá.

El ruido de un cubierto al caer llamó su atención, por lo que sólo observó con seriedad la puerta de la cocina.

—¡¿Oíste lo que te dije, basura?! —Gritó nuevamente, obteniendo sólo silencio.

Más enfurecido ante la negación de esa mujer por no contestarle, decide ponerse de pie y caminar a la cocina dispuesto a darle su merecido, llevándose una gran sorpresa.

—¡Qué demonios hiciste! —gritó al ver a su esposa en el piso, con el cuchillo a su lado y su vientre ensangrentado —¡Megan, Megan! —decía una y otra vez, al ver el vacío en los ojos de la mujer.

—Y-yo no... Y-yo no tengo la culpa de nada -dijo ella con dificultad, tratando de mantenerse despierta —y-yo tampoco quería esto —añadió sorprendiendo a su esposo, quien asumió que fué ella quien le exigió a su padre una oportunidad de casarse con él, de tenerlo para ella —Y no... No te daré mi vida.

Finalizando sus palabras, cerró sus ojos y suspiró cómo si fuera la última vez, si con ello se sintiera libre de sus agresiones.

—¡Megan! ¡Megan! —la llamó una y otra vez, pero no obtuvo respuestas. No hubo nada por parte de la mujer que permanecía en el piso completamente golpeada y ensangrentada.

Sin más opciones, corrió a la sala una vez más y llamó una ambulancia contándoles parte de lo sucedido y luego a su familia, para que también supieran lo que su esposa había hecho.

Claro que al ver los golpes esparcidos por el cuerpo de la mujer, los paramédicos decidieron llamar a la policía e informar que al parecer la mujer era víctima de violencia, pues eso era lo que decían los moretones recientes en su cuerpo.

Debido a ello y quedando la mujer a cargo de sus suegros, Selig fué llevado a la delegación y quedaría bajo custodia hasta que su esposa pueda despertar y declarar sobre los hechos.

....

....

En otro lugar, Craig Whitley terminaba de alistarse para la fiesta de esa noche, oyendo a su abuelo hablar con alguno de los empleados quienes al parecer lo estaban notificando de una tragedia sucedida hace unas horas.

—Abuelo, ¿Qué pasa? —preguntó llegando junto a éste.

—La familia Cuddyer acaba de notificar su inasistencia a la fiesta debido a un problema familiar —contó el anciano, dejando sorprendido a su nieto. —al parecer su hijo mayor le dió una paliza a su esposa y ella intentó suicidarse.

—¿¡Cómo!? —preguntó nuevamente asustado. Pues cuando vió a aquel sujeto algo en él le decía que se trataba del esposo de la mujer que lo salvó.

—Sí hijo, su hijo mayor fue detenido y su nuera está en terapia, tratan de salvar su vida —contestó el anciano —esperemos que sólo sea un mal entendido y... —las palabras del abuelo fueron interrumpidas al ver a su nieto correr a la puerta —...¡Craig! ¿¡A dónde vas muchacho!? ¡Tenemos tú fiesta en unas horas!

A él le daba igual aquella fiesta, sólo quería asegurarse que la mujer que permanecía peleando por su vida, no fuera aquella misma que lo salvó el día anterior.

Una vez se montó en el carro, pidió a su chófer que lo llevara a la clínica que trasladaron a la mujer, pues sabía que las noticias corrían y todos estaban enterados sobre el lugar en el cual ella está.

—Sólo espero que no seas tú, Ángel —decía una y otra vez mientras en su mente seguía imaginándose a esa mujer, su hermoso rostro todo golpeado y ese vacío en su mirada.

No pasó más de media hora cuando llegó hasta aquella clínica y vió el acumulo de personas que habían fuera, tantos periodistas, cómo policías y uno que otro transeúnte.

Abriéndose paso entre la multitud, pudo llegar a las puertas del lugar y oír discusiones sobre lo sucedido.

Como para no, la nuera de una de las familias más adineradas estaba en terapia intensiva, mientras que el hijo de dicha familia estaba en prisión por posibles causas de golpeador.

—Disculpe, quisiera saber como puedo llegar a terapia intensiva —preguntó amablemente a una enfermera, quien luego de verlo de pies a cabeza y de suponer que podría ser familiar de la mujer de las noticias, sólo le indicó la dirección.

Casi llegando al lugar, pudo oír la discusión de una mujer y un hombre, pero aquel hombre no era el señor de la familia Cuddyer, era un médico.

—¡Todo lo que usted quiera, doctor Lowens! Pero nosotros no somos responsables por las locuras de su hija. Ella hizo eso sola y ahora mi hijo está involucrado con medios y policías —dijo la mujer con bastante molestia.

—Señora Cuddyer, conozco bien a Megan y sé que para llegar al punto de atentar contra su vida, tuvo que haber pasado algo —respondió dicho doctor, dejando pensativo a Craig.

"¿Megan? sí, esa muchacha tenía cara de Megan" — Pensó Craig.

—Por favor, basta los dos —oyó decir al señor Cuddyer —lo mejor será discutir el asunto en otro lugar, mi nuera está allí dentro y no quiero que cuando despierte, lo primero que oiga sean las discusiones de sus familiares.

—Concuerdo, síganme —pidió el doctor, dando la oportunidad a Craig para acercarse y ver en dirección a la puerta, dudando si entrar o no.

—¿Señor? —oyó decir detrás de él y volteó encontrando a la misma enfermera que le indicó como llegar —¿Es usted...?

—Sh sh —señaló con su dedo sobre sus labios, indicando silencio —por favor no diga nada —la interrumpió susurrando —necesitó que me haga un favor —añadió mientras sacaba su tarjeta y la mostraba, dejando sorprendida a la mujer, pues no había persona alguna que no conociera a la familia Whitley. —Tengo que ver a la mujer y saber si es alguien a quien estoy buscando, ¿Podría montar guardia por un momento aquí y avisar en caso de que alguien venga? —preguntó amablemente, viendo a la mujer asentir y mostrar su puño.

—Entre, yo vigilaré por usted aquí fuera.

—Se lo agradezco, prometo recompensarla —respondió con una sonrisa.

Luego de cerrar las puertas detrás, Craig camina a la camilla en la cual la mujer se encuentra notando que sí, efectivamente, era la mujer que lo había salvado Solo que su rostro ahora lucía mucho más golpeado que antes.

—Mi ángel... —susurró, acercando sus temblorosas manos al rostro de la joven y tomándola con mucho cuidado, tratando de no lastimarla más de lo que ya estaba —Dios, ¿Qué fué lo que ese bastardo te hizo? —agregó con tanto enojo, notando como ella abría sus ojos poco a poco.

—Ayud.. Ayúdeme —Pidió sin poder distinguir bien el rostro de quien tenía frente a ella —n-no me... N-no me deje con ellos —volvió a decir —p-por favor... —está vez su suplica fué acompañada de una lágrima, lo que conmovió el corazón de Craig, quien asintió una y otra vez.

—Por supuesto que te ayudaré, no dejaré que vuelvan a lastimarte —respondió, viendo la triste sonrisa en el rostro de la mujer, quien cerró sus pesados ojos nuevamente.

Pensando rápidamente en una posible salida para ella, Craig abandonó el lugar y rápidamente se dispuso a hacer llamadas, pidió que en una de las habitaciones de la mansión se instalaran las máquinas necesarias para la joven mujer y así mismo, la ayuda de su amigo para sacarla, quien optó por solicitar la ayuda de un médico confiable y así poder trasladarla a la mansión de los Whitley, lugar en donde nadie podría buscarla jamás.

Pero todavía había un problema, alguien debía ayudarlo a cuidar de ella mientras él trabajaba y no podía dejar a su abuelo tal responsabilidad.

—¡Ya sé! —dijo para sí mismo, dirigiéndose a la enfermera que anteriormente lo ayudó —Señorita ¿Cree poder hacerme otro favor? Prometo que le pagaré el triple de lo que gana aquí.

—A sus órdenes, señor —respondió la joven, viendo a Craig asentir agradecido.

Estando ya el plan en marcha y la ambulancia lista para el traslado, el doctor Penth; quien era amigo de la familia y quien velaba por la salud de don Julio Whitley, se acercó a su colega e informó sobre el traslado de la paciente.

Claro que debían inventar una excusa para que la familia de la mujer no pudiera acompañarla y... ¿Qué se supone que deben decir?

—Lo sentimos, pero necesitamos el máximo tiempo a solas con la paciente a pedido de la fiscalía, ya saben, por si llega a despertar —comunicó Ronald, quien se hacía pasar por enfermero —sólo será un chequeo y traeremos a la paciente de regreso.

—Lo comprendemos, pueden proceder tranquilamente —Respondió el doctor Lowens, quien es padre de la mujer.

Una vez estuvieron fuera del lugar, subieron rápidamente a Megan a la ambulancia, en la cual Craig se encontraba esperándola.

—Ella está prácticamente consciente —informó el doctor Penth —sólo debe asegurarse de que el suero siga pasando la medicación y en unos días estará recuperada.

—Muchas gracias doctor y a usted también enfermera —habló Craig, viendo a la mujer tomar la mano de Megan —ya me encargué de que le abran un expediente en el extranjero y figure como si fuera una paciente allí, por ahora lo mejor es mantenerla lejos de esa familia, no sé cuanto daño más podrán hacerle.

—Yo... Creo que el doctor Lowens no tomó mucha importancia ante el estado de su hija —comentó la enfermera —pues él es médico cirujano y cuando supo que era su hija quien estaba en urgencias, dejó que otro de colega se encargara de ella.

—No se preocupe, yo me encargaré de descubrir qué es lo que está pasando con esa gente —dijo Craig, tomando la mano de Megan y dejando un beso en ella.

No sabía si ponerle nombre a lo que ella provocó en él, pero si de algo estaba seguro, era que no la dejaría en manos de sus posibles verdugos, ya que se ocuparía de solucionar uno a uno los problemas que tiene y dejarla en total libertad, lejos de quien pueda lastimarla.

—Tú me salvaste primero, ahora yo voy a velar por ti —agregó, acariciando suavemente el cabello, hermosamente, oscuro de la mujer.

Más populares

Comments

esterlaveglia

esterlaveglia

no sé cómo pudo sobrevivir Megan a tantos maltratos 😵‍💫😰

2024-05-21

1

Lucia Feliciano Falcao

Lucia Feliciano Falcao

Pobre mujer nació para ser saco de boxeo, 1ero por el maldito padre y después por mugroso gusano 🐛🐛🐛.😡😡😡

2024-04-01

2

Adelia Perez

Adelia Perez

Woow,me encanta

2024-03-31

1

Total

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play