10. Leven, Alteza Real de Boron

Lycka trataba de reanimar inútilmente a Candam, sus lagrimas caían sin cesar, una gran tristeza inundaba su ser, la sensación de que el mundo había perdido su color albergaba su alma y ya ni tenía ganas de respirar; abrazada al cuerpo inerte del hombre a quien le había entregado todo y ahora ya no tenía nada.

Tesko tiró de ella, Lycka está tan aferrada que debió insistir nuevamente, por la fricción parte del vestido de ella terminó rasgado, cuando ella trata de cubrirse, es que él logra hacer la fuerza suficiente para separarla de Candam, optando por darle una fuerte bofetada que la hizo caer al suelo violentamente, justo al otro extremo de donde se encontraba Candam; luego la levantó y la hizo sentar sobre la cama, ahora que la veía muy de cerca; la princesa no se atrevía a mirarlo al rostro, reconocía perfectamente que el sujeto que tenía enfrente es quien ha lastimado a quien cree su esposo; nada de su magia funcionaba, ni siquiera la sencilla que tienen todos aquellos con sangre real, poder mover las cosas a su voluntad, mediante la telekinesis.

- “Hubiese querido haberme divertido contigo antes, pero el imbécil de Candam, gastó mi valioso tiempo, intentando detenerme, ahora a lo que vine”, dijo Tesko para luego tomar del cuello a la princesa, usando unos guantes especiales.

Tesko ejerce tal presión para obligar que Lycka lo vea directamente a los ojos; la magia que se había concentrado en las piedras naranjas alrededor de la habitación pretenden regresar a su legitima dueña, pero los guantes que está usando el concejero real del rey de Fontana, impiden ese regreso hacia la princesa, haciendo que la vaya absorbiendo poco a poco, el terrible enemigo de todo Hurmaya.

Lycka ya no tenía fuerzas, ni ganas de vivir, por eso ni siquiera ponía resistencia, pensaba que su vida estaba completamente arruinada, pensó qué haría si continuara viviendo, ¿regresar al palacio?, ¿qué les diría a sus padres?, ¿le creerían que se casó con Candam antes de convertirse en su mujer?, si no tiene siquiera el sello en la mano; y aunque ellos le creyeran, el resto de la sociedad de Urtesi, ¿lo haría?, aunque no lo dijeran directamente, por temor al rey, se convertiría en la comidilla de toda la nación, sería señalada y la deshonra de la familia; dolor, tristeza, miedo y vergüenza, eso era lo que estaba sintiendo.

Poco a poco, Lycka sentía que la vida se le iba, mientras Tesko apretaba poco a poco más su cuello; él necesitaba que muriera para que los poderes no pudieran regresar a la verdadera dueña, y él tendría control total de ellos. La princesa Lycka cerró los ojos, Tesko también lo hizo porque la luminosidad de la magia cegaba sus ojos, así que no notó que la pulsera de cristales morados, que le había regalado Candam a la princesa también se estaba llenando de un poco de la magia que regresaban de las piedras.

Conforme cada cristal de la pulsera cambiaba de morado a amarillo, un recuerdo diferente venía a la mente de Lycka, momentos con su abuelo, padres, hermano, primos y amigos; entre ellos palabras de su abuelo diciendo “recuerda que hay personas que te amamos sinceramente y siempre vamos a esperar tu regreso, mi niña aún en la oscuridad y con miedo, rendirse no es una opción, mi niña eres fuerte, inteligente y tienes un maravilloso corazón, resiste lo que venga y regresa a casa mi niña”, y su gran amigo Josag diciendo “pareces frágil por dentro, pero eres una muralla inquebrantable por dentro… tienes la magia de la felicidad, así que deberías creer y tener esperanza en el futuro… mientras tengas vida no dejes que te arrebaten lo que eres, pelea y obtén la victoria”.

Lycka miró severamente a Tesko y sujetó sus manos, queriendo que se detuviera de presionar su cuello, el concejero real de Fontana no sabía de donde podía provenir la fuerza de aquella delicada muchacha, que lo miraba con determinación, como si resultara una persona diferente.

- “Soy la princesa Lycka, hija del rey Sago, nieta del rey Tarkus, Alteza de Urtesi, tierra de reyes sabios, no voy a morir en manos de un criminal, tarde o temprano, me cobraré lo que has hecho”, expresó Lyka mientras trataba de desaparecer de ese lugar con todas sus fuerzas.

Tesko sintió que sus manos empezaban a torcerse, sabía que la jovencita que tenía enfrente contenía un gran poder mágico de ilusión amarilla; pero había algo más detrás de ello que no podía descifrar. Lycka de pronto, tuvo por primera vez una muestra de otra cualidad de su poder, una premonición envuelta en una gran luz roja; una mujer joven muy hermosa, de cabellos rojos, envuelta en fuego, y al sujeto (que tenía en frente queriendo matarla) ardiendo en fuego y retorciéndose de dolor. Lycka sonrió, sobreviviría para ver esa realidad, sobreviviría para ver destruido ese hombre; aun sin saber toda la verdad detrás podía reconocer que algo terrible se estaba planeando; y al notarlo tan cerca, pudo sentir esa extraña energía que reconocía no podía ser de Hurmaya.

Una luz amarilla muy brillante sale del interior de Lycka, ella sentía que su interior parecía desaparecer y no podía reconocer nada de lo que estaba pasando o sintiendo; la luz amarilla cobró más fuerza y terminó aventando a Tesko por los aires, golpeándose fuertemente contra la pared; cuando la luz amarilla desapareció, el concejero real de Fontana se quiso acercar de nuevo a la princesa, pero Lycka ya había desaparecido; la expresión rabiosa de Tesko apareció en su rostro, la muchacha había escapado y no había obtenido todo su poder.

Horas más tarde, Lycka estaba inconsciente, tirada cerca a un riachuelo, tenía la ropa rasgada y ensangrentada, la mano de Tesko aun está grabada en el rostro de la princesa después del golpe que le dio, al igual que en su cuello, está completamente pálida, el cabello enmarañado y los labios secos, también se nota las lágrimas secas en su rostro; desde lejos un hombre la divisa, se acerca velozmente, al verla de cerca siente indignación y rabia, se notaba que la muchacha era joven y si acaso llegaba a los dieciocho años, qué bestia podía causarle tal daño; aquel hombre se sacó la capa, la envolvió en ella y la llevó en brazos a la hermosa casa de campo que estaba cerca de aquel lugar.

Por un pequeño momento, Lycka recobró un poco el conocimiento, vio al hombro que la llevaba en sus brazos, él la miró con ternura y esos ojos ámbar que brillan al sol se le quedaron grabados, por alguna razón su presencia era gratificante; luego volvió a perder el conocimiento, cuando aquel hombre ingresó con ella en brazos a aquella casa.

- “Su Alteza Real, ¿qué sucede?, ¿quién es ella?”, preguntó preocupada Lady Niyelori.

- “No lo sé, la encontré en la orilla del riachuelo, está muy mal herida, por favor ayúdela”, dijo el príncipe Leven, heredero a la corona de Boron.

- “Venga hay que ponerla en la habitación de visitas”, comentó Lady Niyelori, mientras hacia una señal a dos empleadas para que vinieran a ayudarla.

El príncipe Leven esperó afuera de la habitación, viendo entrar a las sirvientas una y otra vez, con agua, vendajes, que luego salían cubiertos de sangre, además de plantas medicinales; minutos más tarde, Lady Niyelori salió a ver al príncipe, con una expresión muy triste en el rostro.

- “Le hicieron mucho daño, ¿verdad?”, preguntó el príncipe Leven.

- “Como decirle Su Alteza Real”, respondió Lady Niyelori.

Lady Niyelori es hermana de la madre del príncipe Leven, quien había muerto hace muchos años atrás; contra todo pronóstico había logrado tener conocimientos médicos, de tanto apoyar a los médicos en los hospitales como voluntaria, así que había revisado a la muchacha, pero era algo tan personal que no sabía qué decirle a su sobrino.

- “Tenía bastantes golpes, el vestido rasgado y mucha sangre, noto por su rostro lo que pudo haber pasado, ¿por qué hay seres tan ruines en este mundo?, ¿se va a recuperar?”, preguntó el príncipe.

- “Deberá guardar reposo algunos días, y esperar que su cuerpo se reponga, se nota que es muy joven, y antes de lo que haya pasado ella era…”, respondió Lady Niyelori y luego guardó silencio.

- “Entiendo, por favor, asegúrense de atenderla”, ordenó el príncipe.

- “Sí, Su Alteza Real; aunque no sabemos quien es, entiendo a su noble corazón, pero…”, expresó Lady Niyelori.

- “Sé que tiene el cabello rubio como mi difunta esposa, pero sé que no es ella, ni hago esto porque me la recuerde; es una chiquilla en desgracia debemos ayudar”, manifestó Leven para luego dirigirse a su Despacho.

Hace tres años había fallecido su esposa, y hasta ahora es un recuerdo doloroso para quien será el próximo rey de Boron, que lo había convertido en un ser taciturno y poco sociable. Agotado por la insistencia de su padre de escoger una nueva esposa, decidió dejar el palacio e instalarse por algunos meses en aquella casa de campo real, amenazando con abdicar de su derecho al trono si no le daban tiempo para aceptar la idea de volver a comprometerse; después de todo tenía veintiséis años lo que daba un pequeño margen para evitar un nuevo matrimonio, aún sabiendo la importancia de dar un heredero a la corona.

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