2. Un beso bajo la luna

La princesa Lycka se mira al espejo, tiene puesto un hermoso vestido azul lleno de pedrerías muy brillantes, un maquillaje al estilo natural, estaba algo nerviosa, había ido a algunas fiestas, pero nunca había sido en su honor, de pronto su padre, el rey Sago la toma de su brazo.

- "Mira de frente, no bajes la mirada, eres digna desde tu nacimiento, eres la hija del rey de Urtesi, no dejes que alguien te menosprecie, ni te intimides ante nadie, grábate en el corazón, tú tienes sangre real un gran privilegio y una gran responsabilidad", le dijo el rey a su hija mientras se anunciaba el ingreso de ambos al gran salón.

Lycka hizo lo que su padre le dijo, miró de frente a todos, como venía del brazo del rey no tuvo que hacer reverencia a su majestad, pero si lo hizo ante su madre y su hermano mayor, por ser el heredero a la corona.

Para luego ser presentada con honores a la más alta sociedad de Urtesi, ella miraba con curiosidad todo el lugar buscando a Lord Candam, había visto al padre del hombre de la que estaba enamorada, pero no podía verlo a él, acaso no había llegado, una expresión de tristeza empezó a cubrir su rostro.

Lord Candam, de 21 años, había llegado hace tres años al palacio como compañero de estudios del príncipe heredero de Urtesi, y la princesa había quedado cautivada por su elegancia y delicado trato; aunque Candam se había dado cuenta de ello, no la empezó a tratar hasta unos meses atrás, e ilusionada como estaba ella, veía a través de sus ojos.

De pronto, su prima Jarumi se acerca abrazándola, sacándola de sus pensamientos.

- "No pongas esa carita, es tu cumpleaños número dieciséis y te espera allá afuera un mundo por descubrir", le dijo emocionada Jarumi.

- "No quiero un mundo, lo quiero a él", respondió melancólica Lycka.

- “Ten cuidado primita, tal vez la única que está sintiendo algo eres tú”, comentó Jarumi.

- “Él es muy bueno y dulce conmigo, pero de seguro debo parecerle una niña tonta”, expresó Lycka con tristeza.

- “No eres una niña tonta, eres muy inteligente y amable, sabes todos los idiomas de los reinos de Hurmaya, ayudas en hospitales y orfanatos a todos sin excepción, y sabes de plantas medicinales más que yo y muchos en el reino; eres valiosa, sé que no hay que ser soberbios, pero jamás pienses que eres menos que alguien; si él no puede ver lo maravillosa que eres, definitivamente no es el indicado para ti, si te introduces en una relación en que uno se cree más valioso que el otro, alguien terminará perdiendo y sufriendo, recuérdalo Lycka, el amor debe ser recíproco entre lo que se da y lo que se recibe”, expresó Jarumi muy preocupada por la actitud de su prima.

Por otro lado, Lord Candam estaba en su habitación con un terrible dolor de cabeza, su padre le había comentado algo que lo había molestado; estaba casi seguro de que pronto se acercaría aún más a la princesa Lycka, pero la realidad era otra; ha trabajado mucho para ganar la confianza de la joven princesa de Urtesi, así que pensaba la manera de lograr que la hija del rey de Urtesi, no se le escape de las manos.

Empezó a recordar como hace un par de meses atrás, llamó la atención de la princesa cuando ella regresaba de su labor en un hospital, la dulce jovencita se había sorprendido de haberlo visto afuera del centro de salud, y se había sonrojado cuando él se le acercó.

- “Mis saludos más respetuosos, Su Alteza”, saludó delicadamente Lord Candam mientras le daba un beso en la mano a la princesa.

Ella se puso muy nerviosa, sentía latir su corazón fuertemente, hasta parecía flotar, porque sus piernas apenas podían sostenerla de lo emocionada que se encontraba, había visto muchas veces a Lord Candam, como compañero de estudios de su hermano mayor, pero salvo saludos protocolares, no había tratado con él, a ella siempre le había parecido un joven encantador, pero cuidadosa de no alterar a su madre, la reina, nunca se le había acercado demasiado, le parecía sorprendente que estuviera así frente a ella.

- “Un gusto verle, Lord Candam; ¿qué hace por acá?”, preguntó tímidamente Lycka.

- “He empezado mi trabajo de traductor de escritos antiguos en la biblioteca que está enfrente, noté que estaba por acá y me acerqué a saludarla”, expresó Candam sonriendo.

- “¿Entonces usted va a venir varias veces a la biblioteca?”, preguntó con curiosidad Lycka.

- “Sí, espero no le moleste que de vez en cuando la salude”, dijo Candam.

- “No, será agradable…”, expresó la princesa, y luego hizo silencio luego de escucharse así misma, “debo irme” continuó diciendo nerviosa.

- “Déjeme ayudarla a subir al coche”, manifestó Candam.

La princesa asintió y se volvió a sonrojar cuando Lord Candam la ayudó a subir al carruaje, y más aún cuando desde la ventana veía como el apuesto joven la quedó mirando hasta que desapareció del camino.

La joven princesa se sintió muy especial de que se le acercara el hijo del duque de Jasur, en las fiestas de té que tenía con las doncellas del reino de Urtesi, todas comentaban de lo muy apuesto que era Lord Candam y se lamentaban que no se había fijado en ninguna de ellas, era bastante inalcanzable, lo curioso es que saliendo del hospital el codiciado Lord Candam se había acercado a ella; ese fue el primer paso que dio Lord Candam para ganar el corazón de la princesa, y cumpliendo su parte del plan que tenía como objetivo tomar el control de Hurmaya.

La princesa había pasado su fiesta muy aburrida, rechazando a todos los que querían bailar con ella, solo lo había hecho un par de veces con el rey y su hermano mayor; se habían empezado a retirar los más jóvenes y los mayores habían empezado a hablar de política y la noticia del momento, el matrimonio entre la hija más amada del rey de Susumira y el rey Fortem del reino de Fontana, dos naciones que llevaban muchos años en guerra, y que ese matrimonio suponía un tratado de paz.

Ella salió del salón, hizo un desplazamiento instantáneo y terminó en la parte más alejada de los jardines del palacio, mirando la luna llena que brillaba en lo más alto del cielo.

- “Siento haber llegado tarde”, dijo despacio Lord Candam.

La princesa voltea y lo quedó mirando fijamente con una sonrisa en el rostro, de un momento a otro su tristeza se había convertido en una enorme sensación de alegría, Candam se le acerca y toma las manos de la princesa.

- “Sé que debí venir antes, solo que me molesta el bullicio y una enorme cantidad de gente, cuando yo solo quería verte a ti”, expresó Candam con dulzura.

Lycka sintió una corriente de electricidad en todo su cuerpo al estar tan cerca de Lord Candam y no podía evitar acercarse aún más, ella cerró los ojos mientras sintió que él se le acercaba, pronto sintió el delicado roce de sus labios en los suyos, se sentía increíble y un cúmulo de emociones que jamás había experimentado, el primer beso que había recibido en su vida, desconociendo aún todas las consecuencias que conllevaría entregar su confianza sin medida.

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