17. Cristales azules de evocar recuerdos

Lady Jarumi había regresado a Fontana luego de los funerales efectuados, y se ha derribado en la cama para terminar de llorar la muerte de su prima, la versión oficial era que la princesa Lycka y Lord Candam habían contraído matrimonio en Fontana por serios problemas de salud de la joven que necesitaba un clima más cálido, pero lamentablemente en el viaje de recién casados sufrieron un terrible accidente que les había costado la vida. El rey Sago quería conservar la imagen impoluta de su hija y creyó que eso era lo mejor, aún en el fondo culpando a Candam de no haber sido prudente y llevarse así a su mayor tesoro; aunque por dentro se culpó a si mismo por no escuchar a su hija y darle más tiempo para convencerla de que el compromiso con el duque Kalos era lo mejor.

La madre de Lycka se negó a creer en la muerte de su hija, y había tratado de buscarla, pero el rey había ordenado que la mantengan durmiendo pensando que la reina había perdido la cordura; a fin de evitar que su esposo la mantenga inconsciente, urdió un plan que algunas personas de confianza, haciendo un plan para buscar a su hija, como parte de sus viajes de sanación; oficialmente la princesa Lycka, alteza de Urtesi ha fallecido, y para quienes la han conocido hubo una profunda tristeza.

Josag, príncipe de Fontana y amigo de Lycka había recibido dos cartas, una de su hermano (rey Fortem) y otra del príncipe Bátor de Urtesi; en la primera el monarca de la nación le pedía recibir a su esposa en su residencia, con quien se había casado hace tres semanas y era la hija del rey que mató a sus padres:

“Querido hermano:

Este hermano tuyo, como siempre te escribe para pedirte un favor y tal vez sea el más grande que te pediré en la vida; sabes perfectamente que para conservar la paz del reino, tuve que contraer nupcias con la hija del rey de Susumira, precisamente el hombre que nos arrebató a mamá y a papá, habiendo entendido perfectamente tu negativa de estar en la ceremonia, sé que tu corazón aún llora más, la otra pérdida que aquel hombre ha provocado y que tú callas dentro de ti, aunque te niegues a confesar, sé que Kuzelny, la niña de cabellos rojos y escaladora de árboles, que te buscaba con una sonrisa es y será siempre el recuerdo más hermoso que conservas de Reviere; aunque nuestro padre trató de borrarlos sé que tú conservas muchos de aquellos recuerdos intactos.

Josag, la mujer que mandaron para ser mi esposa, también ha sido una víctima de su padre, no quiero adelantarte las cosas, para que tú puedas formar tu propio criterio, libérate de los prejuicios, ella es como un pajarito que ha vivido encerrado en una jaula, no sabe aún cómo volar, cuando lo vaya aprendiendo tal vez sea imprudente, torpe y lleva de energía, quizás se pueda confundir con un comportamiento impropio, te pido a ti ser el prudente y el honorable príncipe que siempre has sabido ser, la paz del reino descansa también en esos pequeños hombros, sé que te estoy pidiendo demasiado, pero acaso ¿podrías enseñarle a sorportarlo? mi querido hermano.

Me atrevo a decir mujer, cuando apenas es una niña, tal vez sea la hija de Carpio, pero lleva en su sangre la misma que Kuzelny, el mismo cabello rojo y la misma mirada inocente; sé que de los dos eres el mejor y tendrás un corazón más grande que el mío para acogerla; conviértele en una mujer fuerte y valiente, nadie en toda Fontana sería mejor para ello que tú; por ahora no te preocupes por mí, vive Josag y ayúdala a vivir a ella.

Se despide el hermano que te amará, bajo cualquier circunstancia.

Fortem”.

No había querido si quiera mencionar el nombre de Kuzelny (nombre que le dio la madre de la pequeña para ser llamada en Fontana, que significa mágica, aunque en Susumira el nombre de ella era Majik, que con el tiempo fue cambiado a Majic, cosa que desconocían los hermanos de la familia real de Fontana) en todos esos años Josag ha extrañado a su mejor amiga, la que alguna vez se iba a convertir en su esposa, la maga de luz blanca que su madre le había dicho llegaría su vida; lo que él sabe, es que alguna hermana de aquella niña se había terminado convirtiendo en la esposa de su hermano; y por todo lo que siempre ha sentido por la niña que lo perseguía a todos lados de pequeño, ordenó que preparen la mejor habitación de la residencia, para la esposa de su hermano, aunque no se pueda deshacer del sentimiento de odio al rey Carpio, que le arrebató a su madre, a la niña mágica que cautivó su niñez y a su padre.

Josag tiene el poder de la armonía, pero desde que se enteró de la muerte de Kuzelny, cuando usó por primera vez sus poderes de cristales azules de los recuerdos; se supone que es para conservar los recuerdos en el ambiente y su presencia se sienta en el lugar, aunque nunca más regrese; sin embargo, si se usa esa evocación en una persona viva los cristales tarde o temprano terminan llegando a esa persona que está viva y aparecen como evocando un recuerdo en los sueños como un mensaje de que no ha sido olvidada, mientras quien los lanza siga pensando en ella. La dulce Majic aún en la torre oscura soñaba con un niño de ojos grises que la hacía sentirse menos sola en la noche, sin saber que significaba que Josag la pasó extrañando toda la vida y fue tan grande ese sentimiento que los cristales azules terminaron llegando inmediatamente, hace ocho años atrás.

Al parecer la perdida de las personas que quiere no habían acabado para Josag, cuando abrió la carta del príncipe Bátor, y no pudo evitar botar alguna lágrima mientras leía la misiva:

“Estimado príncipe Josag

Escribir estas líneas no ha sido fácil, porque sé que ya llevas cargando en tu cuerpo un dolor de por vida, y que, a pesar de ello, sigues manteniendo la increíble fortaleza de seguir viviendo con esperanza de un mañana mejor.

Me es penoso informarte, que mi querida hermana Lycka ya no se encuentra entre nosotros, ha partido lejos sin retorno, a encontrarse con mi amado abuelo quien de seguro la recibirá con los abrazos abiertos, al menos eso es lo quiero creer. Siempre la has querido como una hermana, y siempre fuiste para ella, el hermano que la conocía mejor; siento escribirte solo para darte esta terrible noticia, pero sentía que te merecías la verdad.

No soy Lycka, pero siempre podrás ver un hermano en mí.

Con Cariño, Bátor”.

Josag se puso de pie con la carta del príncipe Bátor en la mano, su corazón le dolía ahora más que sus piernas, formó varias estrellas con los cristales azules de evocar recuerdos, las estrellas que Lycka amaba tanto observar en el cielo y como quien guarda recuerdos en ellos, los eleva al cielo, en un tributo de cariño, para la hermana de corazón que siempre había sido Lycka para él; cerró los ojos, sin fuerzas para ver como se elevaban los cristales; pero como ocurrió hace ocho años con Majic, aquellos cristales azules iban en búsqueda de Lycka, que si bien estaba perdida muy lejos de aquel lugar, tarde o temprano los recibiría.

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