Nueve

Cuando termines de comer ven al despacho.- le ordenó Massimo a Lía al verla en la cocina y se fijó que llevaba puesto otra vez el velo y no le agradó, él quería ver siempre su pelo, era hermoso y se moría por tocarlo.- Bea ve tú también para que cuides un momento a Dante mientras yo hablo con Lía.- la otra chica asintió.

Un rato después entraron las dos al despacho y se encontraron a Massimo y a Dante rodeados de juguetes en el suelo, y Lía pensó en lo raro que se veía aquello.

El hombre se puso de pie y tomó al niño en sus brazos, con la herida no era bueno que se esforzara y besándolo más de una vez se lo entregó a la cocinera.

- Cuídame este tesoro, es mío.- le dijo y comenzó a pinchar los costados del niño con su dedo y este se retorció riendo.

- No te preocupes, solamente me comeré un pedacito.- le contestó al padre y él pequeño rió aún más.

- Noo Bea no puedes comerte un niño, soy pequeño.- la voz infantil se escuchaba más tierna con las risas.

- Bueno ya lo pienso y veré si no te como.- y siguieron entre carcajadas mientras se alejaban del despacho.

- Siéntate- le dijo a Lía cuando estuvieron solos y él fue hasta su puesto detrás del escritorio- Ya Alessio me dijo el porqué estás aquí, y aunque no lo creas lo siento por tu hermano, Damiana es un bicho muy malo y disfruta mucho siendo así, y si alguien como yo te lo dice, debes creerme.- Massimo trató de que en sus palabras se sintiera empatía.

- No se preocupe, lo sé, vi a mi hermano cambiar de un estado a otro tan rápido que hasta creí en una posesión. - aunque su respuesta era respetuosa no había ningún sentimiento en ella que le indicara al hombre que lo creía capaz de sentir comprensión por su situación.

- Bien- continuó él- Cuando Alessio habló contigo tu expusiste tus condiciones, pero ahora yo tengo las mías para que continúes en mi casa y no son las mismas.- ella lo miró levantando una ceja.

- ¿Va a cambiar la palabra de Alessio?¿Tan poco vale para usted?- golpe bajo y Massimo lo sintió, su amigo no le dijo que la monja era dura de controlar.

- La palabra de Alessio para mi vale mucho, pero esta es mi casa y se hace lo que yo digo.- ella bajó la cabeza y él lo entendió como un acto de sumisión y sonrió, pero no sabía cuán equivocado estaba, ella solamente se preparaba para escuchar.- Desde ahora no llevarás esa cosa puesta en la cabeza. - ella no levantó el rostro, por lo que pudo sonreír sin que él lo notara.

- ¿Es solamente eso?- le preguntó sin mirarlo.

- Por el momento, después seguiré diciéndote las otras reglas.- y entonces ella levantó la cara y lo miró con una sonrisa que le heló la sangre, ella podía ser una monja, pero en ese momento a él le pareció que aquello era solamente un disfraz.

- Bien, podría decirle que fue un gusto trabajar para usted pero no fue así, debió haber dejado que Alessio siguiera a cargo de todo, ahora además de buscar una niñera, debe buscar a alguien que limpie la casa,  que tenga suerte con eso. - ella se levantó e intentó caminar hacia la puerta pero él se lo impidió poniéndose en medio.

- No puedes irte, me debes mucho dinero.- le dejó ver una sonrisa de triunfo.

- Que será depositado en su cuenta con mucho gusto nada más que yo reciba un mensaje con el monto a pagar.

- ¿Tienes tanto dinero?- le preguntó como queriendo burlarse de ella.

- Lo tengo- le dijo y él cambió el rostro y la que sonreía ahora, con una sonrisa suficiente, era la chica- El problema es que lo tengo invertido en...- pareció pensar un momento con una mano puesta en el mentón,  lo que la hizo ver más de temer-  Llamémoslo, la viña del Señor, pero como veo que este es un caso de necesidad,  pues haré uso de él.

- ¿Si tenías el dinero porque no lo pagaste y punto, qué haces aquí desestabilizando mi vida?-  ella lo miró extrañada, no entendía como podía ella desestabilizar la vida de un hombre al que ni siquiera había visto antes.

- Creí que si Dios me había traído hasta aquí, era porque tenía una misión para mi, pero ya veo que me equivoque, todos los caminos no son del Señor.

- Basta ya de hablar como si estuvieras dándome una lección, quiero que te quites eso que llevas en la cabeza y lo harás.

- Esto se llama velo- le contestó señalándolo con el dedo- y simboliza mi consagración a Dios, así que no voy a quitármelo.

- Y yo voy a enseñarte a quién vas a consagrarte mientras estés en esta casa.- y diciendo esto la tomó para intentar besarla, pero pronto se dio cuenta que eso era  un error muy grande cuando sintió su entrepierna recibir una rodilla de la chica que lo hizo caer al suelo.

- Yo estudié medicina en la misma universidad en la que estudiaban más de dos mil jóvenes hormonales que además se creían la gran cosa.¿ Sabe a cuantos pateé en seis años por querer llevarse de premio a la monja?- le estaba hablando inclinada sobre él mientras que el hombre se esmeraba por respirar- Ya perdí la cuenta, lo que le dará una noción de que soy casi una experta, que le vaya bien.- y fue hacia la puerta del despacho para irse, pero al abrir se encontró con Alessio que claramente había estado escuchando todo del otro lado.

- No te vayas Lía por favor- le suplicó.

- ¿Qué? ¿Estás loco? Intentó besarme a la fuerza, no voy a quedarme aquí. - le gritó la chica.

- Por favor,  no te vayas, él no es así, no sé que le pasó pero te juro que no es así, él nunca obligaría a una mujer a nada.

- ¿Y una monja no es una mujer?- volvió a gritar.

- Tú no eres una monja.- usó sus propias palabras y se arrepintió pues la vio salir como una bala hacia el pasillo donde estaba su habitación.- Por favor Lía,  hazlo por Dante- usó el hombre el cariño que ella sentía por el pequeño como una forma de chantaje y la vio detenerse y girar la cara hacia la cocina, en cuya puerta estaba Bea que había salido con los gritos y tenía el niño cargado.

- Estás manipulándome y lo sabes.- se giró para mirar de frente al hombre al  que no le quedó más remedio que aceptar que lo hacía- Que no se acerque a mi, estás advertido.- y cambió de rumbo hacia Bea lo que hizo a Alessio soltar todo el aire que tenía en los pulmones.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***