Capitulo 11: La cruda realidad

...ESTE CAPITULO TIENE ESCENAS +18, NO SON MUY EXPLICITAS PERO SI NO TE GUSTA  LEER ESTARA AL FINAL DEL CAPITULO POR ELLOS PODRAS SALTARLA FACILMENTE. BUENO SIGAMOS....

Ahí estaban en un carruaje nuestra protagonista Roxana y su amigo de la infancia Tai, rumbo a la Capital de los Demonios "Los Sueños Olvidados". Roxana no pestañeaba, ni hablaba, solo estaba mirando un punto fijo sumergida en sus pensamientos, recordando cada detalle del suceso que había pasado antes de la salida hacia el Imperio Humano.

Ambos estaban en el momento más placentero de la acción, pero fueron interrumpidos por Carissa, que entraba con una bandeja de comida y en la boca una barra de pan la situación fue un tanto incómodada. El encima de la protagonista dedicandole cada beso a su cuerpo hasta la aparición de su otra cuñada y en un acto inconsciente apartó al demonio perro que se encontraba encima de ella, para luego irse a taparse con las sábanas rápidamente.

  -De todos los que hay en el palacio, ¿Con tu cuñado? Aunque no te niego tu cuñado. Es lo más, lo apruebo y guardaré el secreto.- Dijo Carisa mientras comía lo que había en la bandeja y la protagonista se ponía como un tomate.

No logró responder a tal comentario por la voz que se escuchaba fuera de la habitación, era su padre diciéndole que se metiera prisa y si pudiera entrar por unos segundos. Cuando escucho lo último miro el escenario donde estaba metida, por una parte estaba su compañero que había hecho cosas no muy decentes y en otra parte a Carissa que estaba mirandonos mientras comía. Respondió algo nerviosa y agitada que esperara unos segundos, cogió a ambos de sus brazos, se los llevo al baño que tenía, junto a la ropa del contrario, se arregló lo más rápido que posible antes de abrir la puerta, pero antes cerró con llave el baño para que no hubieran sorpresas no deseadas.

Abrió la puerta de su cuarto para dejar pasar a su padre y luego dirigirse a su retocador para coger su cepillo, cepillaba su pelo apresuradamente para luego tirarlo en el retocador. Se notaba su nerviosismo y corrió hasta esta enfrente de su progenitor con una sonrisa.

  -Ya estoy lista.- Expresaba enérgicamente y levantaba sus brazos con su sonrisa que siempre tenía en su rostro.

Al terminar de recordar parte de su último recuerdo con su familia, acabó todo en una risa por la situación que vivió hace horas atrás, tenían toda clase de sentimientos, más rara imposible, la noche bueno más bien lo que restaba de ella, parecía que no iba a amanecer nunca, la luna brillaba con gran intensidad, era la segunda luna llena que veía brillar tanto, pero en esta en especial la acompañaban pequeños cometas y estrella fugaces, parecía que el cielo celebraba algo.

  -No deberías estar despierta, mañana a primera hora llegamos a la Capital de los Sueños Olvidados. Vamos a estar sin alojamiento hasta caer la noche, que cogeremos el barco hacia el Imperio Humano.- Aconsejaba su amigo a su energética amiga entre bostezos mientras se acomodaba para ser echarse una siesta.

En eso tenía razón Tai, la llegada y la espera iban a ser muy agotador, por lo menos el equipaje podíamos dejarlo en el barco, la protagonista intentó hacer caso a su amigo pero fue en vano, no lograba dormir la curiosidad sobre cómo era todo lo que le esperaba más los de sucesos vividos mataban el sueño a cambio de energía.

En cambio en una cabaña abandonada estaban dos sujetos torturando a una señora de una edad avanzada, donde se veía el venir del pobre futuro de esa mujer, estaba deshidratada, las uñas quitadas de una forma que sólo se veía carne viva y no únicamente estaban las de las manos si no también de los pies, su pelo cortado. No obstante estaba acosada encima de su estómago, se encontraba una rata enjaulada donde el suelo era su estómago de aquella mujer, rascaba aquella rata hambrienta en busca de alimento, la rata llevaba un agujero bastante profundo donde los órganos estaban cortados por los mordiscos del pequeño, mientras le caía una gota constante en la frente donde se veía las consecuencias de ese acto a simple vista.

  -Espero que mueras ya, me das pena, no me gustaría poner más torturas hacia tu persona.- Decía una mujer en una farsa tristeza para sonreírle en tanto maliciosa y perturbadora.

Esa voz era de Carissa que estaba sosteniendo una copa de vino, mientras el contrario que la acompañaba miraba la situación que estaba observando un tanto sorprendido, no era algo que cualquier demonio pudiera hacer a la ligera.

  -Así que por esto te la llevaste. No la hubiera echo sufrir tanto como usted lo hizo.- Dijo nevra observando a la mujer moribunda, sin ningún sentimiento, únicamente con asco.

  -Jeje, digamos que sí y más te vale que no le cuentes nada de esto a Roxana, si no quieres que te pase lo mismo a ti. La peor tortura para ti, sería decirle quién eres, ¿Se decepcionaría?.- Respondía sarcástica, mientras levantaba la copa, para luego bebersela y no antes apartar su mirada con una sonrisa pícara.

  -No te pases de lista, aparte qué beneficio tendrías al revelar sobre mi identidad, si eso llegara a pasar te arrastraría conmigo.- Volvió a responder en el mismo tono de la contraria, mientras le cogía la copa para terminar de beber el contenido para tirarla a la mujer que había en el suelo.

Ante su "conversación" vieron como la rata pudo salir, gracias al agujero que creo y por lo que observaban aún seguía viva era la que más duró cada tortura era peor que la siguiente, le quitó las uñas, corto su pelo de una forma no muy profesional, después le cortó la lengua y para que no se moviera corto los tendones de manos y pies para acabar con la tortura de la rata, gracias al poco mantenimiento que había en la cabaña caía una gota constante del techo en la frente de la mujer, ese fue su castigo dado por su amiga la dama de compañía de Roxana. La dañó, por ello la solterona, debía pagar el triple de daño que sufrio su amiga y para finalizar dicho tortura que duró años llegaba a su fin, el mejor final para aquella placentera tortura era, la quema.

  -Fue la que más me duro, qué pena, espero que en tu futuro no vuelvas a comportarte así, ¿Entendido?.- Expresó Carissa con una felicidad que inundaba dicha aterradora cabaña.

Agarró pólvora junto fuegos artificiales y empezó a esparcirlos por todo el lugar en eso tarareaba una canción un tanto enferma o turbia, salieron del lugar para luego prenderle fuego, los fuegos artificiales salian disparados al cielo mientras explotaba la cabaña.

Volvió el amanecer y la protagonista ya había llegado a la Capital Demoníaca estaban ambos sentados en un banco un tanto "aburridos" por así decirlo ya que los comercios estaban cerrados debido a la guerra, únicamente los comercios donde se compraba comida eran obligados a estar abiertos, para ofrecer alimentos a la familia. La guerra trajo mucha hambruna y pobreza, en cada lado a donde mirabas siempre estaban mujeres con bebés o con niños en eso no faltaba los enfermos desatendidos que morían lentamente en el suelo de las calles.

  -¿Enserio?, No puedo creer esta cruda realidad, quiero ayudarlos pero no puedo hacerlo, nuestro país se vería envuelto en la guerra. Esto quema mi corazón.- Decía nuestra protagonista, con gran pesar en tanto cerraba sus ojos para no volver a ver tanta tristeza.

  -Deberías guiarte por tus pensamientos y no por tus obligaciones.- Respondió un joven demonio que se encontraba subido a una rama de un árbol.

Aquel joven físicamente era como el Rey Demonio Ariskor, era una copia casi perfecta, llevaba gafas y un montón enorme parecía una túnica que le llegaba hasta el suelo por su largura, ambos se quedaron mirando al desconocido que descendía y se sentaba en medio de Roxana y Tai.

  -Soy Kero y soy el responsable de esas tierras hasta que mi padre vuelva de la guerra junto a mi hermana gemela Kira.- Decía en una falsa sonrisa llena de trucos para lograr su beneficio.

  -Tú eres el genio de la tierra demoniaca, el inventor de nuevas tecnologías y tu hermana es la guerrera de la sombra, derrotó ella sola a la invocación divina.- Explicó Tai con admiración al sujeto que tenía a su lado.

El tiempo pasó volando hablando con Kero sobre sus inventos o el equilibrio que hay en esta tierra y su respuesta no fue muy confortante que digamos, la gente estaban hartos de las mismas guerras que no llegaban a nada para después lo que atraía la posguerra más dolor y sufrimiento.

Roxana escuchaba todo el sufrimiento de estos demonios, no todos vivían como ella o gente que ayudaba en su clínica. Todo su pueblo vivían como privilegiados desde la Guerra de las Rosas, sabía que debía hacer algo o su conciencia no la dejaría vivir. Antes de que marcha recordo que su padre entró al cuarto y le pidió varias veces "Que fuera ella misma y nunca se sometiera a ella misma, los problemas después vendrán, pero sé que tú podrás solucionarlos y si por alguno no pudieras observarás las estrellas".

Se levantó de su asiento y caminó hasta quedar en el centro  de la plaza miró a la gente de su alrededor de ella, tomó aire y lo soltó despacio, para pensar detalladamente todo lo que iba a decir.

  -Un placer soy Roxana, mi padre es Allendis de Verta y mi madre es la oráculo Roselle. Junto a mi amigo Tai nos dirigimos al Imperio Humano, por la situación que está sucediendo, no os prometo que no habrá otra guerra después de esta, por ello os estaría mintiendo, pero lo que si os prometo, por el honor como princesa e hija de una oráculo que pelearé para que sea la última, daré hasta mi vida por ello, si es necesario. Por ello ofrezco mi ayuda gratuita como médica oficial a todo aquel que la necesite como física o mentalmente.- Grito para que todo el mundo la escuchara, mientras observaba a las personas reunirse alrededor de ella.

Fue algo impactante para los dos jóvenes con los que estaba. Tai solo río al escuchar ese discurso y le explicaba a su nuevo amigo que ella era así, debe ayudar aunque la ayuda fuera imposible de realizar. Roxana empezó a realizar lo que también se le daba, cura a sus pacientes, mientras mostraba su felicidad y su fuerza a los más pequeños las risas y conversaciones de niños o adultos inundaron la plaza volviendo otra vez la esperanza a la tierra demoníaca.

"La protagonista atraía siempre felicidad a todo lugar a donde iba, pero sin medir la sombra que creaba a su paso, ¿Podría ser que equilibro se estuviera rompiendo lentamente?."

En unas ruinas de la antigua civilización, exactamente un árbol podrido, al parecer era un antiguo árbol sagrado donde oraban por reencontrarse en su otra vida, con la ayuda de los demonios zorros encargados de encontrar el amor humano del demonio, eran llamados casamenteros.

Ahí se encontraba un fénix de una sola ala, observando las ruinas sin saber qué hacer, y por su comodidad se volvió a convertir en persona se vistió con la ropa que le dio Roxana la primera vez que lo vio así. Empezó a explorar el lugar en busca de sus recuerdos pero fue en vano no fue hasta que tocó aquel árbol marchito.

Años atrás incluso siglos, desde que había ocurrido este suceso, se encontraba un Aristtote más joven junto a una bella mujer donde pedían volver a encontrarse y poder estar juntos sin que nadie se lo impidiera. El precio de la reencarnación fue el brazo que le faltaba Aristtote, si volvían a encontrarse el ruperaría su brazo esa escena fue cambiada a otra más melancónica donde el árbol se marchitaba lentamente perdiendo su "magia" y la bella mujer se encontraba sola y a punto de la locura.

  -Tu también te iras árbol Yoosungri, ¡El tambien se fue!, ¡Todos se fueron!, ¡Por favor, no lo hagas tu tambien! No creo que pueda soportar todo el dolor que siento, es mi pecado por amar a ese hombre. Aunque me vuelva loca nunca negaré su amor, soy su mujer lo apoyo en todo, así que por favor permíteme reencarnarme y poder verlo en mi siguiente vida.- Expreso de rodillas, mientras le suplicaba al arbol entre llantos.

Así acabó el recuerdo de ese lugar, confirmando que Aristtote tenía alguien especial esperando su reencuentro, su corazón se estrujaba lentamente por no poder recordarla, y poder escuchar su voz entre lamentos de aquella mujer que vio, no le sonaba de nada era como una desconocida que amó algún tiempo atrás.

Volvió a convertirse en pájaro y fue directo hacia Roxana para ver si ella al tocar el árbol podía ver algo diferente, pero fue imposible hablar del tema ni acercase podía, tenía demasiados demonios pidiendo su ayuda asi que se se quedó observandola todo el rato, mientras intentaba ordenar sus pensamientos y esperaba encontrar un hueco donde solo estuviera ella sola.

                                 

Si hay una errata decírmelo en comentarios

Más para saber de la historia en ig: @ kokkiro_21   

Más populares

Comments

Antonio Salmeron Fernandez

Antonio Salmeron Fernandez

yo quiero ser como el rey demonio ariskoe

2024-09-22

1

Total

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play