ESTE CAPITULO TIENE ESCENAS +18, NO SON MUY EXPLICITAS PERO SI NO TE GUSTA LEER ESTARA AL FINAL DEL CAPITULO POR ELLOS PODRAS SALTARLA FACILMENTE. BUENO SIGAMOS.
Pasaron la noche tranquila ambos amigos, aunque Aristotte temía por su vida, sino era por la fuerza de ella abrazándolo sería por aplastamiento, su causa de muerte. Sabía que era un hombre perfecto y bello no era por ser narcisista ni nada pero la vida era así, la vida era justa para algunos.
De nuevo amaneció y ya estaba una protagonista lista para su último día en su tierra natal, no era para nada especial únicamente cambio la información que dio a sus ayudantes de clínica sobre la obtención de algunas plantas y recetas de los diversos pacientes que frecuentaban el lugar.
Dicha clínica era un lugar muy pequeño, en donde también Arisu implantaba sus clases, en invierno y en momentos de calor extremo. Lo único que separaba ambas prácticas era una cortina y menos mal que no pasó nada grave en esos días.
-Bueno eso es todo, si llegara a pasa algo grave, avisar a Arisu y él sabrá que hacer al respecto.- Explicaba Roxana a sus ayudantes, mientras entregaba los papeles a la nueva jefa de curanderos.
Mientras acababa los preparativos, vio como su hermano entraba y se dirigía hacia ella, por su extraña seriedad que mostraba sabía perfectamente que iba a venir con la típica conversación, de que no se fuera, que era peligroso.
-Sabes que cuando estés ahí, no tendrás a nadie, ¿Verdad?.- Expreso en su tono risueño como siempre, lo único que cambiaba era sus gestos estaba quieto, algo raro en él.
-Aunque sea rebelde y traviesa, se comportanme. Si me pasara algo toda mi poca fortuna sería tuya y el ejercitó de Regulus. Deberías estar contento.- Respondió en su tono normal y le daba su típica sonrisa, mientras lo obligaba a salir.
Salieron de la clínica y estuvieron caminando por toda la capital, como no Arisu era el centro de atención, su melena larga y blanca recogida con una coleta baja que pasaba por su hombro, sus ropas holgadas y tradicionales estilo oriental. Como no de faltar un abanico que usaba siempre que salía que pasaba a su cara para tapar su nariz y boca.
-Haber si cuando venga, encuentro alguna nueva cuñada.- Sorto de una Roxana, haciendo que su hermano se exaltara.
-Tengo cosas mejores que hacer. Regulus debe ser el primero, aunque es raro que ni prometida tenga, ¿Deberíamos conseguirle una?.- Se le iluminaron los ojos ante la idea, igual que a su hermana.
-Vaya conflot que hay contra mí.- Expresaba una voz sarcástica junto a una risa y un tanto aterradora.
Ambos hermanos sobresaltaron ante la voz de su hermano mayor, Regulus, que apareció de la nada y delante de ellos. Les dijo que había tenido una reunión con unos aristocráticos sobre la tierra y sus cultivos a realizar este año, nos vio paseando de regreso al castillo y quiso venir a saludar.
Pasaron el resto del día, los tres hermanos riendo, jugando y sobre todo creando nuevos recuerdos imposibles de olvidar. Nunca había pasado esto, parecía un sueño todo salía bien parecían una familia feliz, no quería que acabara, pero todo lo que empieza tiene un final, más cuando disfrutas antes todo se acaba.
En el aire estaba un pájaro viéndo la escena con total admiración y envidia, pero el mejor que nadie sabía que era la paz antes de la tormenta. Aquel pájaro sabía que ambos estaban solos, eran almas en desgracia, el pájaro desapareció como si la tierra lo hubiera tragado, antes de que la pobre ave fenix apareciera en ese lugar.
-Otra vez, no llegue a tiempo, pero ahora no lo siento ni un poco.- Dijo Liala agitada y preocupada por el acontecimiento que sobresalía de su conocimiento.
Al no tener nada que hacer ahí volvió por donde vino, vio a su compañero Nevra cerca del lugar, así que aprovechó para molestarlo y posarse en el hombro de él.
-Te recuerdo que estás casado y con un hijo. Hubiera tenido toda esa familia con tu amada, pero no fue así, así que olvídate de ella. Idiota.- Decía arrogante mientras lo obligaba a irse de aquel lugar lejos, fue un tanto imposible ya que se encontraba un niño.
-Hola Liana, ¿Padre, qué haces aquí?.- Preguntaba un niño muy lindo.
Aquel niño es la primera bendición del matrimonio, del Gran Rey Supremo el crecimiento de aquel niño no era para nada común. Pero todo tiene su lógica, se debe que cuando era un feto absorbió una cantidad excesiva de poder demoníaco, por ello no es una cría de demonio perro como debería serlo, pero a la hora de tener conocimientos y apariencias se quedó como está ahora. Bueno el nombre del niño es Kairu, es un niño de unos cinco o seis años mentalmente y físicamente, aunque en verdad tendría que tener unos tres añitos, el niño es una versión auténtica de su padre, rubio con ojos rojos, la única diferencia era que algunos cabellos son negros y su personalidad es algo madura a su edad.
-No deberías estar en clase, ¿Kairu?.- Preguntaba su padre mirando a su hijo con una ceja levantada.
La respuesta de su hijo fue de que había adelantado sus clases para pasar el rato con sus tíos salio corriendo a la dirección de los tres hermanos, no pasó ni un segundo más en el suelo ya que Roxana lo alzo en sus brazos llenándole de besos y caricias.
-Mi único niño hermoso, es el único que voy a extrañar cuando me vaya.- Decía lamentándose y abrazando al niño haciendo que el niño se acurrucara sobre ella.
-Comparte al sobrino, no eres la única tía que tiene.- Exigían Regulus y Arisu entre berrinches.
Roxana escapaba de sus hermanos, mientras llevaba a su sobrino entre los brazos, veía como Kairu reía ante la situación que estaba viviendo con sus tíos y el tiempo siempre avanza rápidamente. Así fue las campanas empezaron a sonar dando a entender que la noche estaba a unas horas existenciales. Estas dischosas campanas rompieron el agradable momento de felicidad de nuestra protagonista que recordó que no inició el empacamiento de sus ropajes. Así que Roxana salió disparada, hacia su casa con su sobrino en los brazos.
-Se secuestró al sobrino.- Dijo Arisu asombrado, mientras la miraba de su otro hermano estaba igual.
-Así es, aunque creo que se le ha olvidado algo ya que estamos hablamos de Roxana.- Responde su otro hermano para ponerse una mano en su cabeza, mientras echaba una risas junto a Arisu.
-Vamos a por unas copas antes de la despedida, no creo que pueda dejar ir a mi hermano estando sobrio.- Decía medio melancónico Arisu, mientras exageraba sus gestos.
-Serás dramático, anda vamos que no eres el único, pero quiero respetar su decisión,es su vida ya no es una niña a la cual debemos de cuidar.- Respondía posando sus brazos en los hombros de su hermano menor y le dirigía a una taberna.
Así fue ambos hermanos se dirigieron a beber y a desahogar sus penas. No tardaron en que un hermano en su décima tanque de cerveza estuviera llorando, mientras contaba a las personas presentes su pena de estar ahí, mientras el otro lo apoyaba entre el lágrimas. En el lugar donde había reinado la alegría estaba un hombre con una sonrisa junto a un ave.
-No deberías despedir a tu amor platónico con algo especial.- Decía la ave con tranquilidad para llevarse a su compañero a otro lugar.
Nevra regresaba a su hogar provisional y la noche caía cruelmente para un nuevo amanecer plagado de una barrera de felicidad. La entrada estaba llena de baúles de ambos que marchaban, estaban a punto de marchar y faltaba un miembro que estaba en su cuarto junto a su sobrino.
-Nunca cambies Kairu, si me extrañas o tienes un mal día en la noche observa la Luna. Todas las noches miraré la Luna velando por tu felicidad.- Expresaba Roxana a su sobrino que la abrazaba impidiendo su caminar.
-¡No puedes irte!, No puedes dejarme solo.- Respondía el niño con lágrimas y sus ojos mientras se aferraba a las piernas de su tía.
-No llores Kairu, bueno sí, así te desahogas que sé qué cuando me vaya no llorarás.- Respondía a los llantos de su sobrino con un abrazo mientras intentaba consolarlo.
Tía y sobrino se quedaron ambos abrazados por un corto tiempo ya que la puerta se abrió de golpe. El protagonista agitado por aquella situación que fue un tanto inexplicable, ambos quedaron hipnotizados con sus miradas igual que hace cuatro años atrás. Y otra vez los pensamientos oscuros aparecían dentro de la mente de Roxana, solo aparecían cuando estaban solos o con el niño.
-Kairu, ¿Podrías salir un momento? Tu padre va a querer decir algo a solas.- Decía amablemente a su niño hermoso mientras le da un beso en la mejilla.
El niño se separó de su tía, con una sonrisa, se fue de la habitación con una alegría en su cuerpo, toda su tristeza se había evaporado por completo. Roxana se levantó y se quedaron ambos mirándose, ellos dos estaban con las miradas algo cómplices, antes de que el silencio se rompiera.
-¿De verdad te iras?.- Preguntaba Nevra en su típico tono y se acercaba a la protagonista.
-Así es, Alteza.- Respondió cortésmente y haciendo una reverencia para cuando alzo la mirada, chocó con la mirada penetrante de el hacia su busto.
Al notar esa mirada se levantó rápidamente, mientras se sonrojaba bastante por el acto de él. Una parte de ella exigía que no solo la mirara sino que la tocara y dijera que solo era de él. Todos los pensamientos lujuriosos peleaban con los pensamientos de matarlo que salían sin control.
-¿Podría saber el motivo de su visita, Alteza?.- Dijo de una para que todo acabarán antes pero no fue así.
-No hagas nada irrespetuoso, ni te metas en líos que no puedas manejar.- Su voz cambió radicalmente a una amenazante y cortante mientras iniciaba su caminar.
Abrió la puerta y cuando iba a marchar, recibió un golpe de parte de la protagonista que le lanzó una naranja a la cabeza, mientras le miraba con los ojos llorosos y gritándole que ya no era una niña y que nunca le hubiera a dirigir la palabra. Cuando recibió el golpe cerró la puerta con pestillo, y de no faltar el ruido que hizo la puerta haciendo que la protagonista se estremeciera.
La cogió del brazo y la pegó contra él, para luego besarla en vez de ser apasionado como era lo normal, era algo tierno junto con anhelo, estuvieron así unos segundos más hasta que el oxígeno se les agotó por ello tuvieron que separarse, no dijeron nada solo se miraban con deseo de tocar el cuerpo del contrario, no obstante ella lo agarró de la camisa de el para juntar sus labios contra los de Nevra, este beso a diferencia del otro este estaba lleno de placer, lujuria y pasión.
No tardaron en quitarse la ropa ambos para quedar totalmente desnudos, Nevra la tenía en sus brazos mientras deslizaba sus labios en el cuello de ella, dejandole pequeñas marcas y mordidas todo acabo en el pecho de Roxana dándole unos lamidas, unas mordidas en sus pezones para luego chuparlos. La reacción de la protagonista eran gemidos, mientras otro pequeño grito de placer, por su gran inocencia en este tema excitaba inconsciente ya que en todo lo que salía de su boca, hacia mover todo su cuerpo hacia arriba, cada vez que hacia eso provocaba un erección al contrario, todo era que las caderas de ambos estaban demasiado juntas.
-Como sigas así, no podré parar.- Decía el hombre ronco mientras la acostaba en la cama y se ponía encima de ella.
-Tú crees que he hecho todo esto, para parar en lo mejor.- Respondió con una voz agitada mientras cambiaba las tornas ahora ella estaba encima de él.
Ante la respuesta de la contraria, le provocó más excitación así también una sonrisa algo pícara, empezó a besarlo en sus labios y poco a poco deslizaba sus labios por todo su cuerpo sin separarlos, el no se quedó atrás, posó sus manos en los glúteos de ella, se los apretaba muy fuerte para luego masajearlos. Ambos llegaron a una cima de excitacion que era muy difícil poder parar, volvió a tumba a Roxana en la cama así como prosiguió levantandole una pierna para dirigirse a su muslo lamiéndolo y cada vez acercandose a la parte íntima de ella, provocando una agitación más fuerte y profunda.
Cuando llegó a su parte íntima, empezó a lamerla y a meter su lengua, haciendo que fluidos bajaran con mas frecuencia, mientras Roxana pedía más y más le gustaba bastante este sentimiento placentero. Después para acabar metió dos dedos y empezó a moverlos dentro de ella, mientras le dedicaba un beso corto.
Si hay una errata decírmelo en comentarios
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Comments
Antonio Salmeron Fernandez
impresionante, cada vez esta más interesante
2024-09-18
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