Capitulo 5: ¿Una mision?

Se encontraban todos los altos cargos de cada imperio, en una mesa redonda y con la luz insuficiente para no poder verse la cara.

  -¡Esto es indignante! Venimos aquí para firmar el tratado, junto a los próximos Reyes demonios ¡Y tu hija huye la futura Reina Demonio! Si es la elegida debe aceptarlo.- Dijo con enfado mientras tiraba el vaso de vino hacia la cara de Allendis.

Por solo la forma de hablar fue reconocido de inmediato con una voz arrogante y basto. Se trataba del nuevo gobernador de los demonios Ariskor un hombre viudo que se hizo fuerte por proteger a sus hijos pero los rumores dicen que era un gran hombre pero ascendió y se convirtió un vil villano, Allendis y él se encuentra al mismo poder demoniaco y digamos que no se llevan muy bien por brechas del pasado.

  -Mi hija es muy joven y segun las leyes de los tres imperios debe ser mayor de edad, es normal que huyera es solo una niña inocente e inmadura.- Dijo tranquilo mientras sonreía su opuesto.

Eso provocó un pequeño gruñido de Ariskor por no saber que responder, cuando iba a contraatacar fue interrumpido por los golpes de un bastón haciendo referencia que se callaran.

La reunión prosiguió con algo de tranquilidad pero no duró mucho, se volvió tensa y acabaría en una guerra en la sala, en otro lado en la penumbra de la noche,  estaban dos hombres jóvenes viviendo bajo el manto de la noche.

  -Gracias por no contar que te ataco mi hermana, esta devastada, de verdad que ella no fue. Confío en su palabra.- Le comentaba con algo de preocupación mientras acercaba un vaso a sus labios para luego beber el contenido.

  -Sé perfectamente que estais buscando al que ella dijo, yo igual sentí que no era ella misma, parecía alguien totalmente diferente.- Le respondía tranquilamente mientras miraba el cielo con algo de tristeza.

Quedaron hablando ambos hasta el amanecer, su amistad era larga, se conocían cada uno al dedillo y alomejor por ello Nevra no comentó sobre su ataque para que no se viera afectado.

Ya cada uno volvió a sus respectivos trabajos, caminos separados, igual que las diferentes líderes de cada imperio y volviendo con nuestra protagonista se encontraba durmiendo y teniendo a un tipo de sueño o de una pesadilla.

  -Reviví a los pájaros dioses, y tú aún me rechazas ¡Qué más quieres de mí!.- Le exclamó a la hermosa dama que se encontraba frente de el con un semblante normal.

  -Nunca pedí que hicieras esto, ahora debo matarte para que equilibro vuelva en sí, estropeaste nuestro futuro juntos.- Le respondió tranquila, para luego clavarle una espada justo en el corazón al hombre que se encontraba frente de ella.

El sueño acabó con un sobresalto de parte de Roxana, que se encontraba sudando y solo recordando esa parte del sueño como si lo hubiera vivido.

Era la primera vez en salir de su cuarto después del suceso del baile, su vestido era algo más elegante algo que no solía vestir, con más adornos y con un corsét demasiado apretado. Su pelo recogido con una pequeña diadema, haciendo referencia al estatus que poseía, eso  le recordó que a cada hijo de cada general le era asignado un ejército el cual podías manejar a tu gusto.

  -Necesito el ejército, pero aún mi edad no entra en el requisito. Debo hacer crecer mi poder independiente del estatus de mi familia.- Se dijo delante del espejo, llena de confianza y preparada para aparentar más fuerte y madura.

Iba directa al despacho de Allendis, tocó la puerta varias veces, la cual aceptó de enseguida, cada paso que daba para estar en frente de él, el sonido de las palabras olvidaban sus sonidos dentro de sus cuerdas vocales.

  -Siento que me vas a decir algo que no me gustaría saber.- Expresó en el aire mientras paraba de escribir en el papel para mirar a su hija.

  -Padre, necesito el ejército que me darás cuando tenga la mayoría de edad.- Le dijo totalmente seria, mientras mantenía su expresión de después de haber hablado.

  -Es algo imposible, un ejército no es para niños sin madurar y si solo es eso, márchate debo seguir trabajando.- Su expresión cambió totalmente a una enfadada, que encogió totalmente a Roxana.

La protagonista salió enfadada y molesta, uno por haberla echado, nunca le había hecho eso y segundo por no haber aceptado su propuesta. Fue a donde se encontraba Regulus, con demasiado malestar, para luego sentarse en el sofá que tenía en el despacho de su hermano.

  -Debes llamar antes de  entrar.- Le dijo tranquilo mientras rellenaba documentos.

  -Si vas a regañarme obstente de hacerlo, porque padre no me ha querido dar un ejército y se ha enfado como si no fuera poco me llamo niña e inmadura.-Dijo casi en gritos mientras golpeaba el sofá.

Regulus al ver como golpeaba el sofá exalto, agarrando a Roxana y diciéndole que el sofá era demasiado caro y era edición limitada, ante tal situación ella se empezó a reír como si no hubiera un mañana, pero fue interrumpida por la voz de él.

  -Amo tus cambios de humor, en menos de un segundo, ¿bueno para qué quieres el ejército?.- Iba riéndose pero cambió a una voz curiosa esperando la respuesta.

  -¡Para no depender del estatus y poder familiar!.- Dijo entusiasmada y algo orgullosa.

No tardó el cuarto en llenarse de risas fuertes provenientes del contrario, poco después de un rato se calmó, para luego sacar un papel que trataba un contrato, era de dividir su ejército y le indicó que se acercara.

Los ojos de Roxana brillaron a tener alguna parte de poder, fuera de su estatus, no tardó en firmar el contrato y luego darle un cálido abrazo a su hermano, pero lo notó algo más frío no lo normal lo cual excuso como un simple resfriado, por estar algunas noches en los jardines. Se despidió de su hermano, no quería seguir molestándolo ya seguiría luego cuando acabara y estuviera cansado debería soportarme un ratito más o eso pensaba ella.

El resto del día fue totalmente normal y algo aburrido, su abuela se centraba en enseñarle modales y etiqueta a Roxana, algunas risas por parte de su abuelo, luego una cena tranquila.

Nuestra protagonista se encontraba en los jardines privados de su difunta madre, que obligó a crear a partir de amenazas con matar al bebé de su vientre. Ella se encontraba a los pies de un gran árbol, que plantó su madre, un mes antes de que naciera, ese lugar era su lugar mágico y tranquilidad.

  -Y si me duermo un poquito no hace ni frío ni nada es agradable.- Dijo acurrucándose y cerrando los ojos para quedarse frita.

El tiempo pasaba y nuestra protagonista dormía sin cesar, pasada la medianoche, varias horas después fue despertada con una voz femenina, cuando abrió los ojos el miedo se apoderó de ella, su boca fue rápidamente tapada por la mano dea aquella mujer desconocida diciéndole que se callara.

  -Sé que m apariencia asusta pero no temas, estoy para ayudarte, pero el tiempo escasea.- Dijo con una sonrisa que borró a una serie tirando a triste.

Seguía callada ya que el terror se apoderaba de ella, sólo estaba asistiendo con la cabeza sin entender lo que estaba pasando.

  -No mates al pájaro azul, él te ayudará a viajar a los diferentes pueblos y unelos para la última batalla.- Le decía exaltada mientras se desvanecía lentamente.

Ya cuando se había ido aquella mujer aterradora,que  parte de su cara no tenía nada de carne solo huesos se podían ver el hueco del ojo junto a la parte de la nariz, su boca totalmente esquelética junto con sus dientes. Lo único intacto de aquella dama fue su otro ojo, negro como el pelaje de un lobo y su pelo largo y ondulado pero más blanco como las nubes. Sus vestimentas estaban rasgadas y manchadas de barro, sangre y otras cosas que no lograba reconocer.

Roxana se quedó ahí helada, no por el frío, mientras trataba de asimilar lo que un "fantasma" le había dicho, cuando cogió un poco de positividad se levantó de donde estaba.

  -Cómo voy a ir, si mi padre me ve con una niña, ¿Aparte que es el pájaro azul? ¡Mejor voy a decirle a mi hermano!.- Salió corriendo pero tropezó con una raíz de un árbol por suerte solo fue un tropiezo.

Corrió por todo el castillo, hasta que acabó en la puerta de la habitación de Regulus se paró unos segundo pensando que era algo tarde, no le importó mucho para asi abrir la puerta de golpe y tirarse encima de la cama de él, así también aplastandolo y asustándolo.

  -¡La madre que te hizo!, ¡ROXANA!.- Gritó exaltado pero con enfado mientras se quitaba de encima a su hermana.

  -¡Vamos a descubrir el mundo! Y unirlo, ¿Sabes quién es el pájaro azul?.- Dijo entusiasmada mientras sacudía a su hermano.

Su hermano algo enfadado, se levantó,  levantó a Roxana en brazos para salir de su cuarto y dirigirse al cuarto de su hermana, mientras entre susurros de ella para no armar un escándalo en mitad de la noche, diciéndole que podía caminar ella y que la soltara que ella podía caminar, y ya que estábamos que le respondiera a la pregunta que había hecho entre miles. Ya dentro del cuarto de Roxana la tiró a la cama y la tapó con las sábanas, diciéndole con la mirada que se obsteniera de decir alguna otra tontería y ya hablarían mañana.

Se quedó ahí parada mirando el techo de su habitación, mientras cada vez se enfadaba consigo misma, otra vez la trataban como una niña inmadura e infantil, cuando iban a verme de una de otra manera. Decidió dormirse y no volver a tocar el tema mañana, ahora quería dormirse y olvidar todo lo que pasó.

                                                                      

                                                       

Si hay una errata decírmelo en comentarios

Más para saber de la historia en ig: @ kokkiro_21   

Más populares

Comments

Antonio Salmeron Fernandez

Antonio Salmeron Fernandez

interesante pero porque se enfada si al final le salió todo bien......bueno en parte se entiende jajaja además quien será esa extraña mujer

2024-08-28

2

Total

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play