Capitulo 7: El fin del principio

No tardaron en aparecer los ejércitos de los demás hermanos y de ningún modo duraron en atacar al pobre ejército de Dailay, no se iban a imaginar lo que iba a suceder en los próximos minutos.

Al primer choque de espadas, todo se volvió frío a pesar de las altas temperaturas del desierto, la sangre, cadaveres y gritos de ambos ejércitos iban apareciendo cada vez mas, ensuciando el terreno, poco a poco el ejército de Dailay se quedaba sin nombre, el capitán Zhu Hang derrocaba con agilidad a los soldados enemigos, un solo golpe derribaba a unos cinco hombres del ejército enemigo. Los pensamientos de aquel general iban volviéndose negativos y llenos de desesperanza, cada vez que giraba su vista a sus aliados veía a sus hombres masacrados, derribados y algunos sin alguna extremidad a causa de la batalla, su último pensamiento vino con una tristeza que no pudo mostrar, "No eran suficientes" olvido que tenía más aliados esperando el momento oportuno para el contraataque, no eran únicamente soldados, eran parte de la familia, amigos y algún rival y esos hombres tenían familias.

De repente las trampas puestas anteriormente funcionaron esparciendo lentamente un estilo de gas que les impedía usar sus sentidos al gran ejército invasor por más de unos minutos, la Rosa escarlata estaba contraatacando, sin romper la formación establecida que tenían iban avanzando con rapidez y agilidad mientras rodeada al ejército enemigo.

Sin piedad alguna la Rosa escarlata mataba cruelmente al ejército que tenía enfrente suyo, así reduciendo el radio, cada soldado que mataban daban un paso al frente. La batalla era sangrienta y lenta por la cantidad de hombres, si los efectos del gas se iban estaban ambos ejércitos aliados perdidos, el general asignado de la Rosa expresó que solo dieran un golpe y profundo, para poder avanzar con más eficacia.

Quedaban unos quinientos hombres del ejército invasor, el gas empezaba a perder poder entre los soldados pero ya era demasiado tarde para una remontada, sería insensato luchar con uno de los grandes ejércitos como era la Rosa escarlata. Lo más sensato que hicieron fue su rendición no tardaron en gritarla junto en tirar sus armas. Los quinientos sobrevivientes fueron llevados entre cadenas pesadas y bastas por todo el cuerpo, empujados bruscamente haciéndoles decir que caminaran hacia el frente sin pararse.

  -¡Gracias a ese gas hemos podido vencer! ¿Que lleva, eran tan pequeños y tuvieron esa eficacia? No me quiero imaginar uno más grande.- Expresaban los soldados de Dailay mientras celebraban la victoria con asombro y despreocupación.

La alegría del bando ganador se hacía de notar cada vez más, la Rosa escarlata fueron invitados al banquete de la victoria, estaban exhaustos de la batalla anterior y no sería prudente volver por aquel desierto.

  -¡Mensajero! Informa al superior Regulus y a la joven dama Roxana, el resultado de la batalla.- Expreso el superior al mando al mensajero con una voz fuerte y clara.

El mensajero gritó fuerte "¡Sí!", para luego marchar a la Capital de la sombra, mientras el resto del ejército marchaban en sentido contrario junto a los guardianes de Dailay, ambos ejércitos hicieron buenas migas los soldados celebrando y los altos cargos hablando de algo más serio, como las bajas de ambos, la absurda estrategia que funcionó y el misterioso gas.

Volviendo a la Capital de la sombra, estaba una protagonista bailando sin parar, cada pieza que terminaba venia otro hombre para bailar con ella, los rechazaba pero en vano siempre acababa bailando. Este suceso fue bastante extraño y raro, Roxana no lograba entender lo que estaba pasando, lo único que sabía por certeza, le dolían los pies por culpa de los tacones y de tanto baile ridículo. Así que cuando acabó el dichoso baile, antes de que cualquier otro hombre la empujara a bailar nuevamente, se escapo en dirección a los jardines entre los huecos de las personas y de vez en cuando por en medio de los grupos.

Logró salir del lugar con una calor insoportable, dio un último vistazo adentro para ver que la pareja principal iba a iniciar con un vals, que empezaba con el padre de la novia y obviamente la novia, cuando aparece el novio, ella debe de dejar de bailar con su padre, para seguir con el baile con su pareja hasta el fin del baile.

Ese vals cuenta una leyenda sobre dos enamorados, pero el lugar es totalmente diferente, es la última vez que se verán y bailan hasta ser descubiertos como así separados. Luego de varios años logran encontrarse y casarse en secreto por la parte de la familia del hombre en cambio con la asistencia del padre de la novia a dicha boda.

  -Creo que se me olvidó una parte de la leyenda... ¿Como es posible que un pájaro de una sola ala pueda volar?.- Su expresión iba cambiando poco a poco a una sorprendida mientras su visión se posaba a un pajaro volar por el cielo nocturno hasta aterrizar frente de ella.

  -¿Señora? ¿Estas bien?- Pregunto el desconocido pajaro con duda mientras se acercaba a Roxana.

No tardó en pega el grito de su vida, mientras pensaba que un pájaro le estaba hablando, no lo dudo ni un segundo más y le tiró un tacón cosa que esquivó fácilmente, el que le quedaba lo agarró con fuerza mientras lo apuntaba con un temblor notable.

  -¡Oye, soy bueno! Mi nombre es Aristotte y no soy malo, estoy aquí para ayudarte.- Expreso el pájaro, mientras se acercaba a ella con pequeños saltitos pero en cambio ella retrocedía.

  -Búscate a otra persona, no soy la indicada para eso.- Le respondió temblorosa mientras bajaba el tacón y se agachaba hasta la altura de Aristotte.

  -La estrategia que hiciste al ejercito que mandaste, funciono y ganaron. Estoy seguro que dentro de ti hay una guerrera inteligente y sabia.- Dijo en un tono feliz para animar a la contraria.

En eso se escucha unas carcajadas provenientes de Roxana que decia que le daría una oportunidad, y si no funcionaban o no era suficiente, se fuera a buscar a otra persona. Así es como empezó una dura amistad y la cuenta atrás para la predicción de Roselle donde tenía dos finales.

El resto del banquete fueron bailes tradicionales como la tendencia de ese momento, acabó con una cena en los jardines alumbrado por las luciérnagas y velas aromatizadas haciendo un ambiente agradable y cómodo, tras haber terminado la cena los novios se despidieron de los invitados y se fueron a su luna de miel.

Todos los invitados se fueron a sus hogares, menos los líderes de cada imperio por lo tardío que había sido la celebración, la familia de la novia los invitó a pasar la noche, cosa que todos aceptaron gustosamente. Cuando los invitados fueron puestos en las habitaciones disponibles, un mensajero entró apresurado a la entrada del castillo e hizo una reverencia a Roxana y Regulus.

  -Ha sido una rotunda victoria de la Rosa escarlata, junto a los guardianes de Dailay, no regresarán hasta mañana noche o el día siguiente, el capitán Zhu Hang invitó a la Rosa a una cena de la victoria por la ayuda recibida.- Expresó con orgullo, mientras esperaba la respuesta de superiores.

  -Está bien, cuando regresen expresa mi gratitud con días libre y una aumento de salario.- Dijo Regulus lleno de orgullo por recibir tales noticias tan grandiosas.

  -Está bien señor, por cierto señorita Roxana vuestro primo está muy agradecido y espera veros muy pronto.- Pronunció antes de irse y haciendo una reverencia.

Antes de que pudiera irse en mensajero, Regulus cayó al suelo y menos mal que el mensajero estaba justamente ahi pudo agarrarlo antes de que pudiera darse un golpe totalmente doloroso contra el suelo. Nuestra protagonista se quedó ahi congelada por aquel suceso, pero logró reaccionar y fue tan rápido a ayuda a su hermano, pero en cambio él solo le sonreía y reía tímidamente, le decía "Que por un momento sus piernas se habían dormido", "Que no se preocupara, era efecto de haber bebido alcohol en exceso" se excusaba mientras se paraba de pie y se iba a su habitación.

  -Mentiroso.- Balbuceaba nuestra protagonista mientras se iba a su habitación con sentimientos encontrados.

Lo que restaba de la noche, lo pasó entre las peores pesadillas o ideas aterradoras, sobre el suceso de su hermano y si lo estaba perdiendo lentamente o solamente se comia la cabeza con pensamientos así, Aristotte la intentaba consolar pero sin éxito ya que él sabía el final de la historia.

Al día siguiente teníamos a una protagonista que no había dormido nada y su rostro se le hacía de notar a simple vista, su abuela fue la primera en preguntar por qué  su rostro estaba tan demacrado, cosa que ella excuso por falta de sueño debido al banquete, su abuela tuvo que aceptar esa mala excusa. La mañana de ese día no fue nada especial, sólo había escuchado que les cayó la bronca de mi padre a los otros hermanos y luego a Liliath cuando viniera de la luna de miel, por el intento de conquista de Dailay, era un delito bastante grave, por ello tuvo que haberles impuesto algun castigo bastante fuerte y a todos por igual.

  -Lleva toda la mañana discutiendo con sus hijos, ¡Qué pertinencia!.- Expreso el emperador de los humanos, Ruveliss, con sorpresa mientras esbozaba una risa algo tonta.

  -Normal que esté así con sus hijos hacen algo a malo, lo más normal es darle una reprimienda.- expresó el jefe de los demonios Ariskor con naturalidad.

Ambos jefes, hablaron un poco más del tema y se podía decir que Ariskor le daba "consejos" sobre la crianza de un hijo al emperador joven.

Parecían llevarse bien esos dos jefes o lo aparentaban bastante bien, acabaron la charla entre risas y la aparición de nuestra protagonista intentando huir de la charla de su padre, sabía perfectamente que no ibas a ser para nada bueno.

  -Perfecto, ustedes me esconderan.- Dijo apresurada y metiéndose en medio de ambos jefes junto a una risita.

Los dos hombres se quedaron un poco sorprendidos ante la acción de Roxana, no duraron en preguntar el motivo, cosa que ella respondió con total naturalidad, el motivo era, su padre, daba miedo cuando se enojaba.

  -¿Creo que nonos conocemos? Un placer, soy Roxana ultima hija de Allendis y primera hija de Roselle, ¿Tu debes de ser el hijo mayor de Ariskor?.- Preguntaba feliz y algo inocente mientras daba su presentación algo tonta dejando a los dos hombres más confundidos.

  -¿Mi hijo?.- Pregunto algo atónito para luego echarse unas cuantas carcajadas y cuando iban a cesar volvieron más fuertes.

  -Señorita, no soy hijo de Ariskor, mi nombre es Ruveliss y soy el emperador de los humanos.- Le explico amablemente mientras le ofrecía sus respetos.

  -¡Ostras! Eres un emperador muy joven, ¿Cuantos años tienes? Por cierto tienes nueva fan.- Le decía asombrada, mientras lo examinaba de arriba abajo, incomodando un poco al contrario.

  -Demasiado... y tengo dieciséis años, ¿Por lo que veo tú también rondarás por esa misma edad?.- Le respondió desviando la mirada mientras la miraba de reojo.

   -Si, tenemos la misma edad bueno si hablamos de años demoníacos si es lo contrario, años humanos tendría unos 100.000 años.- Dijo entre risas mientras movía su cuerpo de un lado a otro sin cesar.

En eso se escucha una voz muy conocida, era su padre la había descubierto y le podía que se fuera con él, cosa que tuvo que aceptar, ser llevada a la fuerza no era muy buena idea. Cuando entró al despacho, parecía una reunión familiar, la única que faltaba era su hermana mayor, pudo notar las miradas asesinas de todos sus hermanos mayores junto a la de su madrastra.

  -¿Sabes por que te llame aqui?.- Preguntó serio su padre a su última hija poniéndola algo nerviosa.

  -Por lo que hicieron mis hermanos, yendo a atacar el país natal de mi madre.- Le respondió a su padre sin hacer parecer que estaba nerviosa.

  -Correcto, ¿Sabes lo que contenia este sobre?.- Volvió a preguntar en un tono amenazante a su hija.

  -Así es, un gas prohibido en esa tierra, únicamente se puede fabricar pero no usar. Así que no incumpli ninguna ley establecida a dicha droga, padre.- Confesó la protagonista a su padre tranquila, aunque por dentro estaba que no podía aguantar un segundo más.

Siguieron con el interrogatorio y la protagonista confesó todo, la carta llevaba dentro la estrategia escrita y el gas en bolsitas muy pequeñas, gracias a eso la tierra natal de su madre seguía en perfecto estado, y para eso debería de haber sacrificios. "Para asegurar algo, hay que hacer sacrificios", fue lo último que dijo para luego marcharse del lugar

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Más para saber de la historia en ig: @ kokkiro_21   

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