Capítulo 19: El Regreso al Pasado Oscuro

Alicia nunca pudo superar completamente la pérdida de sus amigos. La ausencia de Bety, Ben, Jony y Laura pesaba sobre ella como una losa imposible de levantar. A pesar de que ella no había pedido ningún deseo y, aparentemente, no había liberado ninguna entidad sobrenatural, la tragedia que los había rodeado dejó cicatrices profundas en su corazón y mente.

La decisión de mudarse a una nueva ciudad pesó mucho en el corazón de Alicia. Dejar atrás su hogar y todo lo que alguna vez conoció era aterrador, pero al mismo tiempo, sentía que no podía soportar la carga de los recuerdos dolorosos que la atormentaban. Su madre, preocupada por la salud mental de su hija y deseando protegerla de la devastación que la rodeaba, finalmente tomó la difícil decisión de mudarse.

Empacaron sus pertenencias y se despidieron de su antigua casa con nostalgia y tristeza. Para Alicia, dejar atrás los lugares donde había compartido momentos felices con sus amigos y enfrentar lo desconocido era aterrador. Sin embargo, también entendía que, de alguna manera, necesitaba un nuevo comienzo, un respiro de los oscuros recuerdos que la acosaban.

La nueva ciudad ofrecía la promesa de una vida sin las sombras del pasado. Comenzaron a establecerse en su nuevo hogar, tratando de adaptarse a una rutina diferente. Alicia comenzó una nueva escuela secundaria y, aunque le costó al principio, gradualmente encontró su lugar en el ambiente desconocido.

Alicia, con determinación, reanudó sus estudios y finalizó con éxito la secundaria. La universidad se convirtió en su próximo destino, y aunque logró adaptarse a su nuevo entorno y formar algunas amistades, nunca pudo liberarse por completo de la sombra de sus amigos perdidos. La tristeza se aferraba a ella como una compañera constante, una presencia que la acompañaba incluso en los momentos más inesperados.

Durante sus años universitarios, Alicia buscó ayuda profesional en forma de terapia psicológica. Aunque compartió su historia y su dolor con su terapeuta, la ayuda que recibió resultó ser limitada. Los fantasmas de su pasado continuaban atormentándola, y las noches seguían llenas de pesadillas que la dejaban agotada y ansiosa. A pesar de los esfuerzos por superar su trauma, el dolor seguía siendo una parte inamovible de su vida.

La terapia, aunque útil en cierta medida, no pudo resolver por completo el enigma de su experiencia sobrenatural y la misteriosa reaparición de los cadáveres de sus amigos. El desconcierto y la inquietud la llevaron a considerar que, tal vez, era hora de enfrentar directamente su pasado en su ciudad natal. La decisión de regresar estaba impulsada por un deseo de encontrar respuestas y cerrar el capítulo doloroso de su vida que había quedado en suspenso durante tanto tiempo.

Fue en su segundo año de universidad cuando Alicia sintió que era hora de enfrentar su pasado de frente. A pesar de sus esfuerzos por avanzar en la vida, sentía que había llegado a un punto de estancamiento emocional. La terapia no había tenido el efecto sanador que esperaba, y necesitaba respuestas.

Decidió regresar a su ciudad natal, enfrentando los recuerdos que tanto había tratado de dejar atrás. Durante su visita, recorrió el antiguo barrio y se encontró en la playa, el lugar donde había comenzado todo. La vista del océano la llenó de nostalgia y, sin darse cuenta, llegó a la casa donde habían vivido tantos momentos felices con sus amigos.

Sin embargo, su regreso no pasó desapercibido. Mientras observaba la casa desde la distancia, notó que un grupo de obreros trabajaba en su demolición. No pudo evitar sentir un nudo en la garganta al ver cómo el lugar que una vez había sido su hogar se desmoronaba ante sus ojos.

Alicia sintió un escalofrío recorriendo su espalda mientras se acercaba, casi hipnotizada, a la escena. La policía y otros trabajadores estaban examinando el edificio en ruinas, y su mirada se posó en lo que parecía una entrada subterránea previamente oculta. Habían descubierto algo, algo que vinculaba el pasado con el presente de una manera inquietante. La curiosidad y la necesidad de respuestas la impulsaron a acercarse aún más, pero la policía le pidió que se retirara, ya que el lugar estaba siendo considerado como una posible escena del crimen.

Alicia, confundida y llena de emociones encontradas, obedeció a regañadientes y retrocedió unos pasos. Mientras se alejaba, no pudo evitar pensar

en lo extraño y misterioso de la situación. Los recuerdos dolorosos de sus amigos perdidos se agolparon en su mente, y una pregunta inquietante comenzó a formarse en su cabeza: ¿qué había llevado a la policía a ese lugar y qué habían encontrado exactamente en la casa que una vez fue su hogar?

Entonces, algo inesperado sucedió. Uno de los obreros salió corriendo de la casa en pánico, con el rostro desencajado por el terror. En cuestión de minutos, la zona se llenó de patrullas de policía y agentes en trajes de protección. Alicia, impulsada por la curiosidad y una extraña sensación de inquietud, se acercó al lugar.

Lo que encontró la dejó sin aliento. La policía había descubierto los cadáveres de sus amigos, Ben, Jony y Laura, en el interior de la casa. Sus cuerpos estaban sorprendentemente intactos, como si los años no hubieran pasado desde su desaparición. Sin embargo, lo que más aterró a Alicia fue la expresión de terror que se reflejaba en sus rostros. Era un miedo inexplicable y sobrecogedor que parecía haberlos consumido por dentro.

Alicia caminó lentamente hacia atrás, apartándose de la escena macabra que se desarrollaba frente a sus ojos. Las imágenes de los cuerpos de sus amigos muertos y la expresión de pánico grabada en sus rostros la atormentaban. Era como si el tiempo se hubiera detenido para ellos desde el día de su desaparición.

La policía, ocupada en su trabajo, no tenía respuestas para las preguntas que comenzaron a inundar la mente de Alicia. ¿Cómo era posible que los cuerpos de Ben, Jony y Laura estuvieran en ese lugar? ¿Qué había sucedido durante todos esos años? ¿Qué había causado esa inexplicable expresión de terror en sus rostros?

El corazón de Alicia latía con fuerza, y un escalofrío recorrió su espalda mientras retrocedía. Una profunda sensación de inquietud se apoderó de ella. La casa que una vez había sido su hogar, el lugar donde compartió tantos momentos felices con sus amigos, ahora estaba impregnada de un aura siniestra y aterradora.

La policía, evidentemente perturbada por el hallazgo, no proporcionaba detalles adicionales a Alicia. Le pidieron amablemente que se retirara de la escena, ya que consideraban el lugar como una posible escena del crimen. Aunque contrariada y llena de preguntas sin respuesta, Alicia decidió obedecer y retrocedió unos pasos, manteniendo la mirada fija en la casa en ruinas.

Mientras se alejaba, una sensación abrumadora de pesar y remordimiento la invadió. Había regresado a su ciudad natal con la esperanza de encontrar respuestas o al menos algún tipo de cierre para el dolor que la había atormentado durante tantos años. Sin embargo, lo que había encontrado era mucho más aterrador y confuso de lo que jamás hubiera imaginado.

La idea de que los horrores de su pasado pudieran no haber terminado la persiguió mientras se alejaba de la escena. La sombra oscura que había oscurecido su juventud parecía haber resurgido, y Alicia se encontraba en medio de un misterio que amenazaba con sumergirla en un abismo de pesadillas y terror.

Alicia observa la escena frente a ella mientras los forenses y los agentes de policía trabajan en la casa en ruinas. La tensión en el aire es palpable, y Alicia se da cuenta de que los oficiales están investigando con gran seriedad. Su necesidad de respuestas y su inquietud la llevan a acercarse a uno de los oficiales encargados del caso, quien compadeciéndose de su situación, decide compartir algunos detalles clave.

El oficial le explica que los cuerpos de sus amigos, Bety, Laura, Jony y Ben, estaban en un estado sorprendentemente bien conservado, como si el tiempo no hubiera pasado para ellos desde el día de su desaparición. Los forenses están desconcertados por esta extraña circunstancia y no pueden encontrar una explicación científica lógica. Esta revelación perturba a Alicia, quien comienza a considerar que hay fuerzas sobrenaturales involucradas en la muerte de sus amigos, a pesar de que ella nunca haya pedido ningún deseo.

Además, el oficial menciona objetos y evidencias misteriosas encontradas en la casa. Entre ellas, destacan pergaminos antiguos con inscripciones en un idioma desconocido y un diario que parece pertenecer a uno de sus amigos. El diario contiene anotaciones crípticas y perturbadoras que hablan de encuentros con entidades oscuras y la sensación de que algo las perseguía. La existencia de estos objetos y su contenido profundizan aún más el misterio y sugieren que había fuerzas sobrenaturales en juego.

Alicia, movida por la necesidad de respuestas y determinada a superar el trauma que ha arrastrado durante años, decide emprender su propia investigación. Siente que su conexión con sus amigos y su experiencia sobrenatural están relacionadas de alguna manera con lo que sucedió en esa casa. Sin embargo, su objetivo no es buscar venganza, sino descubrir la verdad detrás de la muerte de sus amigos y el papel que pudo haber desempeñado en todo esto.

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