Capítulo 6: El Calvario de Laura

Laura se encontraba atrapada en una pesadilla que había desencadenado con su deseo. Cada día en la escuela se había vuelto una experiencia cada vez más incómoda y aterradora. Alex, antes un chico tranquilo y reservado, se había transformado en una sombra obsesionada que la seguía a todas partes.

Las cartas y regalos incesantes que llenaban su casillero y su mochila eran solo el comienzo. Alex no parecía entender los límites ni la necesidad de respetar el espacio personal. Esperaba a Laura en cada esquina, la miraba con ojos que parecían carecer de cordura, y constantemente le recordaba cuánto la amaba y cuánto necesitaba estar con ella.

La situación había llegado a un punto en el que Laura no se sentía segura en absoluto. Se había convertido en una prisionera de su propio deseo, y la realidad distorsionada que había desencadenado estaba fuera de su control. Aunque había deseado que Alex se volviera loco por ella, nunca había imaginado que eso tomaría un giro tan oscuro y aterrador.

La vida de Laura había cambiado drásticamente, y no en el sentido que había esperado. Ahora se encontraba atrapada en una pesadilla que, día tras día, se volvía más insoportable y amenazante. La pregunta que la atormentaba era si alguna vez podría deshacer el deseo que había formulado y recuperar la normalidad que tanto anhelaba.

Laura se encontraba atrapada en un torbellino de emociones y consecuencias imprevistas. A medida que pasaban los días, su relación con Alex se volvía cada vez más claustrofóbica y opresiva. Su vida había dejado de pertenecerle, y la sensación de estar bajo una mirada constante la perseguía sin piedad.

El acoso en la escuela no cesaba. Sus compañeros la señalaban con dedos acusadores, y las risas burlonas llenaban los pasillos. Algunos la veían como la culpable de haber vuelto "loco" a Alex, mientras que otros simplemente la observaban como si fuera una rareza de circo. Laura se sentía atrapada en un espectáculo grotesco y surrealista.

Su relación con Alex había pasado de ser un sueño a una pesadilla. A pesar de sus intentos de hablar con él y de pedirle que la dejara en paz, Alex parecía incapaz de controlar su obsesión. A menudo la esperaba fuera de la escuela, y su insistencia en estar cerca de ella se volvía cada vez más intensa y aterradora.

Las noches se habían convertido en un tormento para Laura. Se preguntaba si alguna vez podría recuperar la vida tranquila y normal que había perdido. El arrepentimiento y la culpa la consumían, ya que entendía que su deseo había sido la raíz de todo este caos. La idea de deshacer el deseo se había convertido en una obsesión propia, una búsqueda desesperada de escapar de la prisión en la que se encontraba..

Las preocupaciones de Alicia encontraron eco en los corazones de los demás. Habían estado dispuestos a embarcarse en esta aventura de cumplir deseos, pero ahora las consecuencias de sus acciones los asustaban. La desaparición de Alex y Ben, junto con los eventos perturbadores relacionados con Laura y su obsesión no deseada, había sacudido su confianza en el misterioso libro celta.

Jony, que había sido uno de los primeros en probar el libro, se sentía especialmente culpable. Se preguntaba si sus acciones habían desencadenado una cadena de eventos que estaba fuera de control. El temor de que la sombra de la casa abandonada y su enigmático libro se cerniera sobre ellos se hizo más intenso con cada día que pasaba.

Decidieron que era hora de reunirse y discutir cómo deshacer lo que habían desencadenado. Había un sentido de urgencia en el aire, una necesidad apremiante de arreglar las cosas antes de que las consecuencias se volvieran aún más incontrolables. A pesar de sus dudas y temores, el grupo de amigos estaba decidido a descubrir la verdad detrás del libro y encontrar una manera de revertir lo que habían hecho. La casa abandonada y su misterioso libro se convertirían en el centro de su búsqueda de respuestas y soluciones.

Mientras tanto, la situación en la casa de Laura se volvía cada vez más insostenible. Las noches se llenaban de pesadillas y miedo, y Laura no podía encontrar consuelo en ningún lugar. Cada sombra, cada ruido en la casa la hacía saltar de la cama con el corazón palpitante. La inquietante frase que Alex le había dicho en medio de la locura seguía resonando en su mente: "Te amaré hasta la locura y en la propia muerte".

Al final del día, Laura llegó a su casa agotada emocionalmente. Se recostó en su cama, esperando que la tranquilidad del hogar pudiera calmar sus nervios. Cerró los ojos, tratando de encontrar un poco de paz en medio del caos que había invadido su vida.

Pero la pesadilla estaba lejos de terminar. Mientras yacía en la oscuridad de su habitación, escuchó un ruido proveniente del armario. Su corazón se aceleró, y un escalofrío recorrió su espalda. Había vivido suficiente terror en los últimos días como para sentirse paranoica, pero no podía evitar pensar que algo malo estaba a punto de suceder.

Con manos temblorosas, encendió la luz y observó el armario. Estaba vacío y en silencio, sin signos de intrusos o amenazas. Intentó convencerse de que estaba siendo sugestionada por lo que había pasado recientemente, apagó la luz y se acostó a dormir, esperando dejar atrás sus miedos.

Pero la paz duró poco. Un grito estridente y un fuerte golpe la sacaron de su sueño. Laura se sentó de golpe en la cama, con el corazón latiendo a mil por hora. La escena frente a ella era aterradora. Alex estaba de pie a los pies de su cama, con la mirada desquiciada y un cuchillo ensangrentado en la mano.

"¿Qué has hecho? ¿Por qué estás cubierto de sangre?", preguntó Laura con un temor incontrolable mientras retrocedía en la cama.

Alex no respondió. En cambio, pronunció una frase que la llenó de horror: "Te amaré hasta la locura y en la propia muerte".

Con un movimiento rápido y brutal, Alex se abalanzó sobre Laura, degollándola con el cuchillo. La sangre brotó de su cuello, y un grito ahogado escapó de sus labios antes de que cayera al suelo sin vida.

Alex, aún cubierto de sangre, se giró hacia sí mismo y comenzó a cortarse las venas de manera frenética. La habitación se llenó con el sonido de su risa delirante mientras la vida se le escapaba.

La mañana siguiente, las noticias sobre la desaparición de Laura y Alex sacudieron la comunidad. Sus padres entraron en pánico al descubrir que sus hijos habían desaparecido de sus respectivas casas. Se especulaba que habían escapado juntos, pero nadie sabía dónde se encontraban.

La policía comenzó una búsqueda intensiva, pero los días pasaron sin noticias de los dos jóvenes desaparecidos. La comunidad estaba desconcertada y aterrada por lo que había sucedido. Algunos rumores siniestros comenzaron a circular, pero nadie podía explicar completamente la tragedia que se había desencadenado.

Los amigos de Laura estaban devastados por su pérdida y llenos de culpa. Se preguntaban si su deseo en el libro celta había sido el desencadenante de la obsesión de Alex y, en última instancia, de su trágico final. La culpa y el arrepentimiento se apoderaron de ellos mientras luchaban por comprender el oscuro poder que habían desatado.

La vida de Ben también había dado un giro inesperado. A pesar de haber ganado la lotería, sus días estaban marcados por la inquietud y el remordimiento. Sabía que su deseo había tenido un alto precio, y no podía disfrutar de su fortuna sabiendo que algo oscuro se cernía sobre él y sus amigos.

El grupo de amigos se enfrentaba ahora a un dilema aún más complejo. Debían descubrir la verdad detrás del libro celta y encontrar una manera de deshacer los deseos que habían expresado. Pero el miedo y la incertidumbre los acechaban, y cada uno de ellos se preguntaba si alguna vez podrían recuperar la normalidad y la paz que habían perdido. La casa abandonada, que una vez fue su lugar de encuentro y aventuras , ahora se había convertido en el epicentro de sus pesadillas.

Las noches se volvieron inquietantes para el grupo. Pesadillas y visiones extrañas los atormentaban mientras trataban de encontrar respuestas en el libro celta.

Una tarde, mientras investigaban en la casa, Alicia encontró un antiguo diario en uno de los cajones polvorientos. El diario pertenecía a alguien que había vivido en la casa hace décadas, y sus entradas hablaban de su propia experiencia con el libro celta. Según las anotaciones, esta persona también había deseado algo y había visto cómo su vida se desmoronaba de manera aterradora.

Las palabras en el diario hablaban de su desesperación, de cómo intentó deshacer su deseo, pero las fuerzas detrás del libro celta se lo impidieron. Finalmente, su última entrada estaba llena de angustia y miedo, y luego el diario terminaba abruptamente.

El descubrimiento del diario les dio una idea de la magnitud del problema que enfrentaban. Parecía que estaban atrapados en una lucha contra fuerzas más allá de su comprensión, y deshacer sus deseos no sería tan simple como lo habían imaginado.

Decidieron buscar a personas que tuvieran conocimiento de lo oculto y lo paranormal, en busca de ayuda y orientación. Contactaron con expertos en rituales de purificación y exorcismo, buscando respuestas sobre cómo romper el vínculo con el libro celta y liberarse de las consecuencias de sus deseos.

La batalla contra las fuerzas sobrenaturales se estaba volviendo cada vez más intensa. Sus vidas se habían vuelto una pesadilla de la que no podían escapar, y la única forma de recuperar la normalidad era enfrentar el mal que habían desatado.

El grupo de amigos estaba decidido a redimirse y deshacer los deseos que habían hecho. Pero el camino hacia la redención estaba lleno de peligros y sacrificios. La pregunta que se planteaba era si estaban dispuestos a pagar el precio necesario para liberarse del oscuro poder del libro celta.

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