Efectivamente, tal y como dijo el elfo albino, había un pequeño pueblo al final del camino.
No era muy sofisticado, la calle principal estaba llena de fango. No dejaban de pasar transeúntes y campesinos de un lado para el otro. Por su aspecto, iban a trabajar a las tierras de sembrado fuera de los límites de la ciudad.
Ya había amanecido, por lo que poco a poco la gente salía de sus respectivas casas de madera y ladrillos, y habrían sus negocios para empezar una nueva jornada laboral.
De inmediato, cubriendo mi cabeza con la capucha y teniendo cuidado de que no notaran a la bebe, avance mirando de un lado a otro, buscando algún local donde vendieran ropa adecuada.
No tardé en avistar uno, cerca del centro de la ciudad donde se podía ver una enorme fuente sin agua.
Me adentré al local, con el sonido de las campanillas de la puerta anunciando mi llegada.
—Bienvenida —dijo una mujer en el fondo del negocio, sentada detrás de un pequeño mostrador de madera.
Me dediqué a observar las prendas y vestidos que habían en exhibición mientras me dirigía al mostrador en el fondo.
—¿En que puedo ayudarla? —preguntó. Era una chica bastante joven, vestía un vestido bastante ataviado y exagerado para un pueblo tan pequeño y rústico como este. Lleno de volantes de colores cálidos en la falda y un corpiño exageradamente estrecho resaltando aún más su cintura y sus pechos.
Su cabello oscuro lo tenía recogido en un exagerado moño lleno de trenzas y zarcillos con formas de mariposas.
Noté que repasó mi aspecto con ojo crítico y por lo que notaba en su mirada, no le gustaba mucho lo qué veía.
—Busco una vestimenta cómoda y adecuada para viajar.
La chica rodeó el mostrador y señaló a una figura de madera con forma humana que vestía un atercipelado vestido azul turquesa y un aireado sombrero sobre su cabeza.
—Este es el vestido más cómodo que tenemos —dijo ella con una expresión de orgullo en sus ojos.
Inconscientemente hice una mueca de asco, además de que no era mi tipo, la tela parecía tener pinta de picar bastante en la piel.
—No, busco algo más práctico para montar a caballo. Tal vez algo de cuero y telas oscuras.
Al escuchar aquello la chica se irguió como si hubiese dicho la cosa más tonta del mundo.
—Pues me temo que aquí no encontrarás nada de eso. Esta es una boutique de prestigio.
—De acuerdo, lamento la molestia entonces. —me di la vuelta un tanto decepcionada y me dispuse a retirarme del negocio, pero inesperadamente ella me detuvo.
—¡Espera! —me giré confundida— si lo que buscas es ropa cómoda, creo que encontrarás la adecuada para ti en la armería del pueblo.
Al escuchar aquello sonreí un tanto esperanzada y le agradecí múltiples veces. Prácticamente salí corriendo del local.
Le pregunté a un transeúnte donde quedaba la armería del pueblo y este no dudó en responderme.
El negocio se encontraba ubicado en el fondo de un callejón bastante angosto.
Por un segundo temí que algún ladrón apareciera de las sombras y me quitara lo poco que tenía, afortunadamente llegué sana y salva a la entrada de madera con un cartel en la parte superior anunciando el nombre del lugar.
—La vieja dislocada —leí el nombre del lugar y no pude evitar sonreír.
A la vez, pensé en lo extraño que era que pudiera entender el idioma de este mundo.
¿Será que en mi cabeza tendré algún tipo de traductor automático de lenguas de libros ficticios? La idea era algo absurda.
No dude más y empujé la puerta del negocio. Lo primero que noté fue el extraño olor a tabaco rancio que inundaba el lugar. No era muy grande, pero estaba lleno de estanterías en cada pared con todo tipo de armas, desde espadas largas hasta arcos, flechas y cuchillos de casa.
Me acerqué al mostrador, donde se encontraba un hombre calvo y corpulento con una apariencia algo intimidante.
Este al verme, levanto una de sus pobladas cejas con una expresión claramente de sorpresa.
—¿En que puedo ayudarla señorita? —preguntó con sorprendente amabilidad, a pesar de su aspecto tosco.
—Busco una vestimenta adecuada para viajar a caballo —respondí, luego mi mente se iluminó con una idea precavida y agregué— Y también alguna espada sencilla, no muy pesada, con la que pueda defenderme.
Ante mis palabras el hombre alzó ambas cejas anonado.
—Es raro ver una mujer buscando ese tipo de cosas. ¿Tiene autorización de su marido o padre? No puedo vender esas cosas a una mujer sin una autorización masculina.
Ante aquellas palabras no pude evitar enojarme. ¿En serio? ¿Por qué tiene que ser tan machista esta novela?
Estuve a punto de discutir, pero me controlé a tiempo e inspiré profundamente antes de hablar, recordando a la bebe que dependía de mi.
Saqué la enorme bolsa de monedas que guardaba bajo mi capa junto a mi bebé, el cual el hombre pudo notar a través de los pliegues de la tela.
Intencionalmente coloque la bolsa en la mesa, provocando el notable sonido de las monedas.
—¿Cuánto quieres para que ignores ese detalle?
El hombre se acarició la barba con expresión pensativa y respondió.
—Veinte monedas de oro.
Enseguida busque dentro y noté que de hecho, todas las monedas eran de oro. No estaba segura de cómo funcionaba el sistema financiero en este mundo, pero al parecer las monedas de oro tenían un alto valor.
—Aquí tienes —se la entregue sin dudarlo y el hombre me miró con clara sorpresa, como si no esperara que tuviera tanto oro a mi disposición.
—No quiero saber cómo una mujer con un bebé como usted consiguió tanto dinero.
—Es verdad, no quieras saberlo —agregué con tono cortante. No tenía tiempo que perder, debía conseguir después un buen caballo y salir del pueblo antes de que los hombres del Rey llegaran en mi busca— ¿Vas a darme lo que quiero?
La expresión del encargado corpulento cambió a una de extrema seriedad y no pude evitar ponerme en alerta.
—¿Sabe? Podría simplemente robarle todas esas monedas y nadie se enteraría.
Ante sus palabras todo mi cuerpo se tensó e instintivamente mi brazo derecho envolvió a la bebe debajo de la capa.
—Pues entonces gritaré —espeté dando un paso atrás, intentando no demostrar miedo ante él.
El hombre se puso en pie lentamente mostrando su gran tamaño.
—Nadie te escuchará —dijo con una sonrisa maliciosa en sus labios.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 77 Episodes
Comments
Jenifer 🤓💫
Ay jesus 🙈 cada capítulo me tiene en vilo
2023-08-07
18