Pascal Carmona
El día de ayer fue ajetreado y hoy me desperté temprano totalmente nervioso, pensando en la señorita que irá a criticarme, y lo peor no es eso, porque puede odiar mi comida, pero las ganas de verla es lo que me pone peor.
El chico con estilo "callejero" anda buscando camisas y pantalones tipo jeans para dar buena impresión, pero la realidad es que si veo a la chica y ella me reconoce, se va a dar cuenta de lo que busqué, causar impacto en ella o al menos que vuelva a mirarme como en la puerta de aquel consultorio.
Nana me miró sorprendida por mi vestimenta y sabía que largaría algún comentario de los que me hacen darme cuenta que a veces exagero siendo muy común, más aún cuando soy millonario y debería ser más prolijo, aunque eso se los dejo a los CEO, ya que yo solo soy un simple chef profesional, y para cocinar no es muy cómodo andar de trajes.
— ¡Diría que vas a conquistar mujeres! Pero sé que ya tienes a una no tan importante— Alzó una de sus cejas.
— ¡Ja, ja, chistosa! — Dije sarcástico
— Es cierto, por ella no te vistes así — Se cruzó de brazos y continuó— ¿Por quién es?
— Irá alguien crucial a calificar el Restaurante, solo seré más prolijo — Alcé los hombros en señal de indiferencia y ella Sonrió.
— ¿Más calificaciones? ¡Ya tienes las cinco estrellas!— No me creyó
— Es crítica gastronómica
— ¡Ah! Como la chica que aparecía en la tele hace unos días — Dijo como si nada.
—¿Cómo sabías tú cuál es su trabajo? — Pregunté incrédulo, esta mujer sabe todo.
— Lo dijeron los reporteros en un programa.
— Bien — Acepté y le di un beso en la frente para luego salir de la Mansión.
Subí a mi auto y manejé hasta el Restaurante mientras escuchaba algo de música para distraer mis nervios.
Llegando al local, abrí sus puertas siendo las siete de la mañana y varios empleados empezaron a llegar.
Automáticamente, nos saludamos como sucede diariamente y empezamos a hacer diferentes desayunos para los clientes que vienen a partir de las 8 hs. Y de ahí hasta las 11, luego atienden eso por si alguien llega atrasado y más de la mitad empezamos a realizar el almuerzo.
Pasado el mediodía, la hostess llegó a la cocina para avisarme que le dio una mesa para seis a la crítica gastronómica porque vino con varios jóvenes.
No me pareció mal, pero eso es un poco más exigido, ya que necesitara más comida.
— Antonio, ayúdame aquí— le pedí a mi amigo.
Él sin dudar vino a mí y empezó a enrollar el Sushi mientras yo hacía algunos aperitivos y empezaba con el postre.
La moza nos comunicó que la chica pidió el plato del día y solo faltaban los últimos retoques, ya que yo estaba bastante consciente de que pediría eso o la especialidad de la casa.
Poco después de una hora, nos pidieron el postre del día y eso me pareció curioso, ya que tenía que servirle seis y ninguno cambió de opinión en su degustación, lo único que ella no les haya dado opción.
No tardaron demasiado, pero Ariam vino a pedirme tiempo con la crítica gastronómica, quién solicitó hablar conmigo.
Supongo que hubo algo mal, por lo que acepto de inmediato, porque prefiero arreglar lo que no haya sido de su gusto, antes de tener malas palabras en una página web que ve prácticamente, todo el mundo.
Obviamente, le dije que sería en mi oficina y mientras ella fue a comunicárselo, yo me dirigí allí.
Me quité el uniforme y el delantal para quedarme justamente con la ropa que había elegido, pantalón blanco y camisa.
Estaba nervioso y me observé varios minutos buscando algún tipo de mancha, suciedad o algo parecido, al no encontrar nada, me senté en el sillón y esperé por la belleza que ha ocupado mi mente por varios días.
La moza abrió la puerta para avisarme que había llegado y le pedí que ingresara a la mujer.
Con un vestido ajustado en la parte de arriba, con su soltura de caderas hacia abajo, con sus aberturas en la cintura y un tajo alto que me permitió ver sus piernas.
Pero, lo más increíble de todo su outfit son las sandalias, solo tiritas, pero el tacón son unos dientes que podrían devorarte o envenenarte en cuestión de segundos. Su peinado pulcro y un maquillaje exquisito, son dignos de ver.
Por supuesto que disfruté de la vista, así como ella que volvió a hacerlo sin ninguna pizca de vergüenza.
Con los saludos pertinentes y halagos a mi trabajo, me hice el ingenuo y dejé entrever que quería saber su nombre para así decirle el mío, ya que ella solo me llamaba por mi profesión "chef" cosa que no me molesta, pero quería escuchar mi nombre en esos provocadores labios.
En determinado momento, hice énfasis en que yo tenía gente trabajando para mí, así descubrir si es cierto lo que Antonio me había comentado, que ella también tenía un restaurante, por lo que descubrí que es cierto.
Con todo listo y antes de irse, le quise recordar que nosotros ya nos conocemos de otro lado, por lo que me hizo saber que sí, ella lo recuerda muy bien.
Cuando salió por la puerta, me derrumbe en el sillón y tapé mi cara con ambas manos, incrédulo por lo que había sucedido, y no es que haya sido algo extraordinario, solo que su cercanía me tenía casi al borde del colapso, por lo que quería soltarle encima a esa mujer.
Porque definitivamente, es un mujerón, de niña no tiene nada y si antes me automaldecía por pensar pervertidamente en ella, ahora puedo hacer acopló de que su cuerpo no es el de una niña, su firmeza y seguridad tampoco.
¡Carajo! Pero una mujer así, seguramente tiene pareja y ahí no me puedo estar metiendo, es impensado para mí.
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Updated 108 Episodes
Comments
Gilma Graciano
pobre pascal tan inseguro y pensar que bella también bota la baba por el que está super lindo
2025-03-29
1
Cinzia Cantú
Los nervios no los dejan pensar con claridad
2025-02-28
0
Lizbeth Ahumada
jajajaja lo dos están nervioso
2024-05-13
5