Compromíso

Lo dicho por Darren me dejó pensativa ¿Por qué era una ilusa con Josh? Conocía a mi amigo desde que llegué a esta ciudad, teníamos mucha confianza entre ambos.

Mire nuevamente el collar mientras me hallaba acostada en la cama, está duda no se iba a resolver hasta que Darren me contará lo que sabe.

–¡Uy pero que complicado eres Darren Hopkins! –Exclame

–¿Y yo que hice? –Pregunto este desde la ventana.

Como era costumbre, su voz me hizo brincar del susto. Mire la hora, eran las doce de la madrugada ¿Qué hacía por aquí?

–¿Qué sucede? –dije cambiando el tema al mismo tiempo que él entraba a mi habitación como un gato callejero.

–Necesitamos ir a la morgue –Comento sentándose frente a mí.

–¡Espera! ¿Por qué? –Pregunte alarmada.

–¡Ay sí que eres tonta! –

–¡Lo siento por no ser adivina! ¡Continúa! –Pedí.

–Cuando se practica la brujería, el cuerpo de la víctima queda con cierta marca –Informo–Con eso podremos averiguar si en verdad se trata de un conjuro que necesita ser cumplido para invocar a un ser demoníaco o simplemente se trate de otra cosa.

–Interesante ¿Pero como rayos entraremos a la morgue? –

–La ventaja de ser el hijo del comisario es que puedo conseguir un carnet de puerta –Revelo entregándome la tarjeta cuadrada.

–¡Perfecto! Entonces vamos no más amanezca –

Este suspiró envolviendo sus piernas con sus brazos y me miró como si fuese una boba que no entiende absolutamente nada de su vocabulario.

–No hay que esperar que amanezca, hay que ir a las tres de la mañana –

–¿Por qué a esa hora? –Cuestione curiosa.

–No has escuchado el dicho de que a esa hora "Es la hora de las brujas" –

–Si –Afirmé.

–Bueno, es totalmente cierto. Justo a las tres de la mañana es que se revelan los conjuros, se hacen efectivos los hechizos y muchas otras anormalidades pasan –Recalco.

Bueno, entonces me tocaría esperar. Lo miré y lo vi tan relajado que de una vez me consulté si este pensaba en quedarse allí.

–Y... ¿Te vas a quedar? –

–¿Por qué? ¿Quieres que me vaya? –Interrogó.

–No... No es eso es que...–

–¿O temes de qué te vuelva a morder? –

Percibí mis mejillas calentarse, en definitiva no me iba a dormir con Darren aquí. Además ¿Cómo se podía conciliar el sueño con un chico que quiere comerte? Gire los ojos ignorando su pregunta atrevida y me detuve rápidamente en su pierna, justamente en su tobillo en donde tenía una especie de cadena.

–¿Qué es eso? –

Él se levantó un poco el pantalón y pude ver con más detalle de que no se trataba para nada de una cadena. Más bien era un artefacto extraño de hierro, el cual le sobresalían pequeñas pestañas y estás increíblemente se encontraban incrustadas dentro de su piel, no poseía ni siquiera cerradura únicamente una piedra rallada de color naranja.

–¿Está dentro de tu carne? –

–Si, y va más allá. En realidad está sujetado al hueso –Reveló.

–¿Por qué? ¿No te duele? ¿Para que es? –

Parecía yo más preocupada que el mismo, porque no dudó en hacerme señal con la mano para que me calmará un poco.

–Si duele, pero ya me he acostumbrado al dolor. Lo tengo desde que tengo uso de razón, mi padre ha tratado por años en ayudarme con esto; sin embargo, cada vez que tratamos de quitarlo se incrusta más –Comentó– Mi regeneración permite que viva con esto, no obstante, es una maldición.

Percibí una sensación de lástima por él ¿Cómo podía vivir con eso? ¿Quién fue capaz de hacerle tan semejante maldad? Sé que Darren era peligroso; sin embargo, él no se metía con nadie por estar aislado del todo mundo. Al mismo tiempo que relataba lo sucedido, lo observaba tocarse el borde de la piel que quedaba atrapada dentro de la misma, parecía aguantar tal sufrimiento.

–¿Quién te hizo eso? –

–Un cazador fanático del ocultismo –Reveló–Quiso experimentar conmigo, quería obligarme a abrir portales.

–¿Puedes abrir portales? –dije perpleja.

–Uno de mis padres biológicos tiene ese don, así que lo herede. Solo que aún no lo domino –Explico– Y ahora con esto, mucho menos lo haré, de alguna forma esto lo reprime. He querido cortarme la pierna; sin embargo, no sé si después de hacerlo está crezca de nuevo.

–¡No, no lo hagas por favor! –Exclame de repente y este me miró– Hagamos un trato, ayúdame con esto, y yo te ayudaré con eso. Te juro que encontraré la manera de liberarte de esa tortura.

Y por primera vez lo vi sonreír de manera cálida, sin arrogancia, sin sarcasmo, sin obligación, hasta noté el hoyuelo que se le hacía en la mejilla, agregando un punto extra a su atractiva apariencia.

–Por fin dices algo interesante –Comentó.

Las horas pasaron rápido, parecía que hasta el tiempo estaba enloqueciendo. Me abrigué bien y salí junto a Darren directo al lugar. Al llegar se hizo muy sencillo, pues la tarjeta abría todas las puertas.

Cuando encontramos la habitación de refrigeración de cadáveres entramos. Por suerte la señora Cassie seguía ahí, intacta y con su rostro lleno de pánico.

–Aún no le han hecho su autopsia, que raro –Comenté.

–Últimamente, han llegado muchos cuerpos, de seguro ella está en lista –Recalcó Darren, posicionándose para abrirle la boca.

–¡Espera! ¿No deberías ponerte guantes? –Pregunté.

–No poseo huellas dactilares –Reveló.

Quedé perpleja ante semejante revelación, cada momento que pasaba con él me sorprendía más. Darren en definitiva era una caja llena de sorpresas.

–Si, ahí está –dijo este señalando la parte superior de la boca.

Tome mi teléfono y alumbre donde me indicaba. Y allí justo en el paladar se encontraba un símbolo, una especie de runa fina y detallada.

Enseguida le tomé una foto, y Darren devolvió el cuerpo a su lugar. Al llegar a la entrada nos percatamos que comenzaba a amanecer y el frío congelaba hasta mis pestañas.

–¿Y ahora que? –Cuestione mientras íbamos de camino a casa.

–Si supiera que significa te lo diría, pero no tengo mucho conocimiento sobre runas –Aseguro– Lo único que se me ocurre es que vayas a Cirus. Mi padre me dijo que allí se encuentra una bruja llamada Shandu que es como Wikipedia.

–¿Wikipedia? –Repetí riendo.

–Si, todo lo sabe –

No sonaba tan mal, si debía hacerlo para descubrir lo que realmente pasaba y acabar con todo de una vez lo haría.

–De acuerdo iré ¿Vendrás también? –Cuestione con la esperanza que dijera que si, no obstante, este se negó.

–No puedo, la temperatura de allá es muy cálida, no soportaría –Aseguró– Tengo que estar en frío para sobrevivir.

–Comprendo –dije sin percatarme que tenía toda mi atención en él y que ya habíamos llegado a casa.

–¿Qué? ¿Qué tienes? –

–Si esa bruja sabe mucho, tal vez sepa sobre tu artefacto que está en tu pierna –Asegure–Aprovecharé de averiguar eso también.

–Como quieras –

Hace meses era una chica preocupada por mi futuro profesional, mi trabajo y vida social, ahora solo quería resolver todo este embrollo, ya que, todo dependía de mi, la vida de los habitantes de Vinter estaba en mis manos.

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