Explicación

¿¡Josh un híbrido de íncubo!? Estaba consciente de lo que era un íncubo, pero me negaba creer que Josh lo fuese. Lo conocía desde pequeña ¡Cómo puede ser posible! ¿Entonces siempre me tuvo en la mira sin yo darme cuenta? ¡No! Me iba a volver loca, ahora me tocaba lidiar con dos chicos problemáticos, uno que me quiere comer y el otro que me quiere coger.

–¡Ay no! Pero es que Josh lo conozco desde que era niña y... –

–¿Y eso que? –Interrumpió–Muchos íncubos marcan a sus víctimas desde pequeños, el punto es, que por ser un demonio sexual te va a engatusar hasta que caigas.

–Josh jamás me ha atraído, siempre lo he visto como un hermano –Admití.

–Bueno, tienes suerte de que su encanto no funcione contigo –Reveló–Ha de ser porque ya te impregnaste con Darren. Después de todo, él sigue siendo hijo de Axel que es un íncubo, por lo tanto, en sus genes tiene ese toque de demonio encantador.

–¡Esto es difícil de creer! –Exclame riendo de forma nerviosa.

–A ver, respóndeme estás simples preguntas –Recomendó– ¿Cada vez que estás cerca de él sientes tu pulso acelerarse? ¿Te sientes excitada sin explicación alguna? ¿Sientes calentura solamente escuchando su voz?

A todas sus preguntas les daba un rotundo "Si", pensé que solo eran cosas mías; sin embargo ya tenía su explicación. El encanto de Darren como incubo me atraía sin yo querer, eso quiere decir que únicamente se trataba de una falsa atracción.

–Tu silencio lo dice todo –Comentó la bruja.

–Aún así, Darren es diferente. El no busca ya sabe... –

–¿Sexo? Eso es tan falso –

–El busca comerme –dije mostrándole mi dedo faltante.

Esta abrió sus ojos como plato y tomo mi mano para observarla con más detalle.

–Esto si cambia las cosas –Opinó–Darren viene de una especie extinta, cuenta en los libros antiguos que sus ancestros devoraban poblaciones enteras poniendo en riesgo el equilibrio del mundo. Los que se volvían más fuertes eran capaces de alimentarse no solo de humanos, también de criaturas fuera de este mundo, hasta el mismísimo Lucifer temía que estos llegasen al infierno.

Escuchaba con atención todo lo que relataba, era impresionante los seres sobrenaturales que existían y que estaban tan cerca de nosotros pero somos tan escépticos en creer que en verdad están ahí.

–Bueno, ahora me tocará poner al tanto a sus padres. Le diré a Zoe que vaya a verlo, ella anhela ver a su hijo –Aseguró– Siempre tuvo esperanza de que él sería alguien bueno, aunque su naturaleza demuestre lo peligroso que puede ser.

– Debería agradecerle al comisario Hopkins por la crianza que le dio a su hijo aunque no fuera de él, el y su esposa moldearon a Darren a su semejanza –Comenté.

–Hopkins? Ese Victor Hopkins? –

–¿Lo conoce? –Pregunté de inmediato.

–Sí, vino a sesiones recurrentes de tarot, es muy supersticioso –Reveló.

No me imaginaba al comisario viniendo a este tipo de lugar, pero como dice el dicho "Nada es lo que parece"

Con la esperanza de que Shandu encontrará una solución rápida, regrese a Vinter. Esta prometió en tener respuesta dentro de pocos días, por los momentos debía sobrellevar los eventos que ocurriesen, mientras se buscaba una salida.

Al llegar a mi ciudad la noté un tanto diferente, era como si hubiese estado por mucho tiempo lejos de la misma. Cuando por fin tuve oportunidad de sacar el teléfono pude notar que tenía como cincuenta llamadas perdidas de Josh, aún no sabía que iba a hacer con él, debido a que, ahora sabía sus verdaderas intenciones conmigo. A mitad de camino tome su collar y lo guarde en lo más profundo de mi bolsillo; sin embargo, al llegar a casa me topé con una gran sorpresa.

Él estaba allí, platicando cómodamente con mi madre. Este al verme se levantó sorprendido, no obstante intenté disimular mi disgusto.

–Iré a descansar –dije subiendo escaleras arriba.

Volvía todo a su lugar cuando percibí su presencia en la puerta ¡Rayos se me había olvidado cerrarla!

–¿Con que un proyecto? –Se burló–Pitufa, en serio que no se te da mentir.

–A ti tampoco –dije girando para mirarlo a los ojos– Ya sé toda la verdad Josh, sé que eres y lo que querías hacer conmigo.

Este se me quedó viendo perplejo, descifrando cada una de mis palabras o tratando de buscar una buena excusa para justificarse.

–Lo siento Mel –Soltó–Estaba tratando de encontrar el mejor momento para confesarlo todo.

–¿Cuándo? ¿Cuándo me tuvieras en tu cama? –Pregunté sarcástica– Viví engañada todo este tiempo por ti.

Este se acercó cerrando la puerta tras de él, lo que me hizo dar varios pasos hacia atrás precavida.

–No sé que te dijeron, ni quién te lo dijo. Pero yo soy diferente –Confesó–No tienes por qué temerme pitufa, hemos estado juntos desde niños y...

–¿Entonces cuál era tu verdadero propósito entregándome ese collar? –Confronté– ¿Asegurar tu presa? ¿Encantarme hasta que cayera?

–No, no... ¡No es así Mel! ¡Déjame explicarte! –Pidió.

Sé que podía ser algo estúpido, no obstante, decidí escucharlo, quería saber qué tanto se escondía. Me crucé de brazos e hice un movimiento de cabeza dándole a entender que se lo permitía.

–Yo no estoy urgido de sexo Mel, mi padre es humano y mi mamá una súcubo. Por lo tanto, puedo durar meses sin alimentarme sexualmente –Aseguró.

–Debí saberlo, es que era tan extraño que fueses alérgico a todo y que nunca comieras comida normal –Revelé

Él se sentó en mi cama y me miraba con tristeza, por un momento sentí que se me rompía el corazón, pero debía mantenerme firmé.

–La cuestión aquí, va más allá que una simple acostada –Admitió–Cuando nacemos de una súcubo y no de un incubo, la historia cambia. No somos posesivos como otros, somos más accesibles, nos impregnamos muy fácilmente y es lo que me pasó contigo desde que te conocí. No tenemos la necesidad de entregar una prenda para marcar territorio como lo hace cualquier incubo, ni tampoco sometemos a la presa a mantener relaciones sexuales por obligación. Yo solo... quería llevar una conexión normal contigo, como hacen todos los humanos, porque estoy encantado contigo Melanie Colleman.

Su confesión hizo que mi postura defensiva disminuyera relativamente. Podía entender un poco; sin embargo, todavía había algo que no encajaba.

–¿Dices que no tienes necesidad de entregar una prenda para marcar territorio? ¿Entonces para que es el collar? –Cuestione otra vez llena de inseguridades–Me dijeron muy claramente que es un símbolo de pertenencia.

–Y no se equivocaron –Dijo de inmediato– Lo es, pero no lo usé con el propósito de querer marcarte para adueñarme de ti y alimentarme, sino como medida de protección.

–¿Protección? ¿Protegerme de que? ¿Del Wendigo, de todo lo que está ocurriendo? –

–No únicamente de eso, también de alguien– Comentó– De Darren Hopkins.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***