Paso

–¿Darren? Él ya me explico lo que es–Revelé–Desde un principio me confesó lo que hizo con mi dedo, que soy una tentación para él, porque quiere comerme.

–No es solo eso Mel, hay algo en él que no me da buena espina –Opinó–Desde que lo vi supe que no se trataba de alguien normal, pero no es todo, supo ocultar muy bien su esencia. Con esa capacidad fácilmente puede pasar desapercibido, por ende, estar involucrado en esta ola de asesinatos.

–¡Darren está ayudándome a resolver todo esto! ¡Darren es el único que me ha ayudado para proteger a mi abuela! –Proteste–Ha pasado por tanto, puede que lo veas como un peligro, pero hasta ahora, él no me ha atacado.

–Mel no te enciegues por esa cara bonita –Sugirió– Puede que te esté ayudando por simple conveniencia ¡Entiende que temo por ti! ¡Es un ser sumamente peligroso!

–Voy a estar bien –Fue lo único que dije–Yo... Necesito descansar y procesar todo esto.

–¡Por favor Mel, no me alejes de ti! –Pidió–Ahora que ya sabes la verdad siento que muchas cosas cambiarán para nosotros, no obstante, estoy dispuesto a dejarme conocer, a ser más accesible contigo y darte todo el conocimiento que sé. Si puedes tolerar a Darren Hopkins ¿También lo puedes hacer conmigo verdad?

Lo miré y cierto aire de compasión paso frente a mis ojos. Estaba muy dolida y enojada por no contarme tantas cosas; sin embargo, aún le quería, estaba tan acostumbrada a él, que el simple hecho de quitarle la palabra me abrumaba.

–Llevará tiempo, pero trataré de hacerlo –Solté.

Vi una breve sonrisa en su rostro, la esperanza había vuelto a su cuerpo. Quiso abrazarme pero lo evité de inmediato.

–Tomará tiempo –Repetí.

–De acuerdo –dijo con tristeza– Quiero que seas mi pitufa de nuevo, haré lo posible para recuperarte.

¿Recuperarme? De mejor amigo paso hacer un completo desconocido para mí, no podía entender como lograría recuperar la confianza que nos teníamos. Este se marchó y me tiré en la cama con la vista puesta en los afiches de universo que adornaban mi techo. Trataba de mantener la calma para no enloquecer, no obstante, cada segundo que pasaba parecía que todo se me venía encima.

–¿Quizás teniendo dos criaturas sobrenaturales de mi lado, se me haga más fácil resolver todo este lío? –Pensé en voz alta.

Suspiré girándome hacia la ventana y ahí estaba él. Darren me observaba en silencio con su tez pálida y ropa cubierta de rastros tenues de nieve ¿Por qué siempre se aparecía así, sin avisar, sin decir ni una palabra? Nuestros encuentros se estaban convirtiendo en momentos repentinos de sustos.

Después de relajar mi respiración con semejante brinco, me senté mientras esté entraba y se posicionaba frente a mí.

–¿Y? –Dijo con indiferencia.

–¡Hola Melanie! ¿Qué tal, como estás? ¿Cómo estuvo tu viaje? –Corregí–Parece que lo tuyo no son los modales.

–Si sabes cómo soy ¿Para que te molesta? –Contradijo– ¿Que fue lo que averiguaste, que te dijo la vieja?

¡Pero que insoportable era! ¿¡Por qué jamás llevábamos la fiesta en paz!?

–Me dijo que los pentagramas son sellos que mantienen prisionero a una entidad poderosa –Revelé–Pero hay solución ¡Puedes luchar! Tú puedes pelear contra el atacante, mandarlo al abismo con un portal y acabaríamos con su plan de revivir a lo que sea que esté retenido.

–¿Pelear? ¡Esa vieja está loca! –Exclamó–¿Es que acaso creen que soy Jackie Chan o que?

¡Dios, porque rayos era así! ¡No había absolutamente nada que le gustará!

–¡Esa fue la única solución que me dio! ¡O peleas o nos vamos todos al carajo! –Contradije–Solo ve el lado positivo, podrás liberarte de ese artefacto sin necesidad de haber perdido tu amada pierna ¿Entiendes o quieres que te lo explique con dibujos?

–Ya... pasa la hoja y continua –dijo con cara de amargado–¿Eso fue lo único que te dijo?

–No, esto va a interesarte. Ella conoce a tus padres, tu mamá ha estado buscándote y eso no es todo ¡Tienes una familia completa! Con dos hermanos además –

–¡Ah! ¿Y que más? –dijo evadiendo el tema sin mostrar algún interés en lo absoluto.

–¡Es que acaso no me escuchaste! Tu mamá ha estado buscándote, te quiere. Y lo más importante vendrá a verte –Recalque con un poco de emoción en mi voz– ¿No te alegraría verla?

Este se desperezó y puso sus manos por atrás de su cabeza acostándose sobre mi suave colcha de invierno.

–La verdad, no me interesa. Me botaron como un perro a mi suerte, que vengan a querer conocerme y hacer un vínculo después de tanto tiempo no va a cambiar nada –Confesó– Así que ¡Se pueden ir a la mierda patinando! Porque yo no siento ni una pizca de tolerancia ni simpatía por alguno de ellos.

Su desahogo me sorprendió, parecía salir de lo más profundo de su ser. Era comprensible de que estuviese dolido, quedaría de su parte si rechazaba a su madre cuando por fin estuviesen frente a frente.

–Entiendo –

–¡Perfecto! –Aprobó–Continuemos.

Ahora tocaba decir lo más difícil para mí, me arme de valor y relate todo el tema de mi amigo.

–También me enteré de una revelación un tanto impactante y dolorosa para mí –

– ¡Ya sé! Dejame adivinar –Se adelantó– Te enteraste que tu amiguito el fosforito es un íncubo ¿No?

–¿Fosforito? –

–Si, porque no más se prende cuando te ve –Bufó– Únicamente tu, eres tan sonsa para no darte cuenta de eso.

–Es mi mejor amigo, Darren. Le tenía mucha confianza porque ha estado conmigo en los buenos y malos momentos –Confesé–Además él solo intenta protegerme.

–¿Protegerte? –Se burló– ¿De quien?

–De ti –

Este se carcajeó a tal punto que sus mejillas se pusieron rojas y sus ojos comenzaron a lagrimear ¿Pero que era tan gracioso? ¿Por qué no se tomaba las cosas en serio?

–¡Tu amigo definitivamente está bien pendejo! –Reclamo– ¿Por que piensa que soy una amenaza? ¿Por qué estoy cerca de ti? ¿Por qué estoy ayudando?

–No lo sé, yo... –

–¿O por que piensa que le voy a quitar a su chica? –dijo sentándose rápidamente, poniendo su postura frente a mí y tan cerca que no pude evitar sentir nervios– ¿Qué es lo que pretende? Es que cree que voy a robar tu preciada virginidad.

Me llené de confusión, no entendía como sabía que era virgen. Pero eso no era lo que me preocupaba ahora, el hecho de tenerlo tan cerca, de escucharlo hablar, de percibir su respiración, volvía mi cuerpo una exaltación cargada de calentura.

–Es.. Que no se, yo... La verdad no sé –Tartamudee tratando de mirar hacia otro lado.

–¿Será que tiene miedo de que seas capaz de acostarte conmigo? –Preguntó con sus fríos labios casi rozando los mios– Dime Melanie ¿Eres capaz de acostarte conmigo?

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