—Frederick—Buenas noches.
Frederick se quedo bajo el marco de la puerta que daba al comedor. Llevaba una sonrisa triste y su ropa más formal.
—Kate—Frederick hijo, por favor acompáñanos.
Una mirada maternal, llena de hipocresía y una sonrisa falsa, era lo único que Frederick siempre recibía de Kate.
El chico asintió y camino hasta la mesa.
—Kate—Tu lugar está asignado al lado de Margot.
Claro, Margot Thompson, la primera mujer que rompió su corazón.
A lo largo de la cena, Margot no dejo traer al presente viejos recuerdos y algunos aun dolorosos para Frederick. Tomaba la mano del chico con afecto, mientras sonreía esplendorosa. Sin percatarse de la incomodidad qué ocasionaba en él.
Al término de la ostentosa cena, todos los invitados recibían copas llenas de vino tinto. El señor Thompson fue el primero en tomar una. Levanto su copa llamando la atención de todos y sonrió.
—Thompson—Brindemos por los negocios fructíferos.
—Kate—¡Salud!.
Dijo Kate, sin quitar la vista de Frederick.
—Susan—Buenas noches.
Las miradas chismosas se posaron en la hermosa silueta qué dejaba ver el vestido rojo, de la bella dama de unos ojos grises afilados.
Kate caminó hasta Susan con los brazos abiertos y beso ambas mejillas, con un afecto fingido.
—Kate—Querida, me alegra que aceptaras la invitación.
—Susan—No podía perderme esta grandiosa fiesta.
Respondió Susan, mientras tomaba la copa de vino qué el mesero le ofrecía.
Kate sonrió.
—Kate—Espero que esta noche podamos arreglar los malos entendidos.
Susan le regreso la misma sonrisa y levanto un poco la copa antes de llevarla a su boca.
—Susan—Esa es la principal razón por la que estoy aquí, señora Pussett.
—Kate—Qué disfrutes la fiesta querida.
Después de que Kate se alejara, un puñado de mujeres curiosas, se acercaron a Susan Belf, atacando su paciencia con un sin fin de preguntas.
—Sra. Thompson—Señorita Belf, siempre es un placer volver a verla.
—XX—En el club, todas mis amigas no hablan de otra cosa que no sea la grandiosa boda qué celebrara las familias Belf y Pussett.
Dijo una, con tono de envidia.
—XX—Será el evento del año, en Londres.
—XX—Escuche que la recepción se llevará a cabo, en el lujoso hotel Hertford.
—XX—¿Es verdad que su vestido será diseñado por el reconocido francés Dionne?.
—Sra. Thompson—Estoy segura que deleitará nuestra vista el día de su boda.
—Susan—Estoy segura de que así será.
Respondió con una sonrisa sutil, mientras a unos metros de ella, un Frederick distraído y una pelirroja muy sonriente colgada de su brazo, tenían la mayor atención de Susan.
—Sra. Thompson—¿Y cual será el lugar donde la pareja pasara sus días mas románticos?.
—XX—Una isla paradisíaca sería perfecto.
Susan sonrió, mientras apretaba un poco la copa de cristal.
—Susan—Oh, nuestra luna de miel los disfrutaremos en las islas de Santorini y Mykonos, en Grecia.
—Sra. Thompson—¡Oh que envidia!.
—XX—Yo he escuchado maravillas de ese país y sus bellas islas.
—Susan—Aunque la belleza de las islas saldrán de sobra, ya que no pienso salir mucho tiempo de la habitación del hotel.
Comento descaradamente, buscando repeler a aquellas mujeres.
—XX—De ser así, quizás pronto escuchemos las buenas noticias.
—Susan—Con un proyecto en puerta, después de la luna de miel, mi tiempo será limitado.
Susan se llevó la copa a sus labios y bebió un poco.
—Susan—Por el momento me gustaría disfrutar de la compañía de mi futuro esposo, así que disculpen.
Las mujeres asintieron y se movieron hacia un lado. Aquel caminar altivo y la arrogancia en su rostro, hacía más atractiva a la mujer de ojos grises.
Nick desvío la vista hacia la silueta de Susan, cuando la vio pasar a su lado.
—Nick—Es una lástima que haya rotó el compromiso.
Archi giro su rostro y siguió con la mirada a la mujer, al igual que muchos presentes del lugar.
—Margot—Has estado muy callado. Pensé que tal vez te haría feliz verme de nuevo.
Menciono Margot. La pelirroja sonría con dulzura y se afianzaba más al brazo de Frederick.
—Frederick—Me... me da gusto verte, pero no con la misma alegría que hace tiempo, Margot.
—Margot—Aun no me perdonaras por el pasado.
Pregunto afligida.
Frederick desvío su mirada hacia las personas que parloteaba cerca de ellos.
—Frederick—Hace tiempo lo hice.
—Margot—Si el pasado quedo atrás, dame la oportunidad de acercarme a ti de nuevo.
Margot posó sus ojos melancólicos en los de Frederick.
—Margot—Yo aun te sigo queriendo, Frederick.
Margot llevó su mano hasta la mejilla de Frederick, con la intención de tocarlo.
—Susan—Buenas noches.
La mujer detuvo su mano en el aire y se alejó de Frederick.
—Margot—A, buenas noches.
Susan se acercó a Frederick y dejó un tierno beso en la mejilla colorada de su tímido chico.
Y la pelirroja levantó ambas cejas con sorpresa.
—Susan—Pensé que serías mi compañía toda la noche.
—Frederick—A... Yo...
—Susan—Descuida, aún falta mucho para que amanezca, mon chéri.
Musito con un tono cargado de sensualidad, cerca de su lóbulo.
Frederick esbozo una sonrisa tímida.
La mujer frente a ellos parecía no poder moverse de su lugar gracias a su curiosidad y sus celos.
—Margot—Al perecer no soy la única que ansiaba tener tu compañía esta noche.
La sonrisa que mostró Margot no dejaba ver su evidente molestia.
—Susan—Así parece.
Respondió con una sonrisa sutil y una mirada afilada.
—Margot—Espero que esta no sea la última vez que podamos vernos, Frederick.
Expreso con un mirada llena de desilusión, para después marcharse de ahí.
Susan exhaló con fuerza y tiro de la mano de Frederick. Entraron por la puerta de la cocina y salieron hacia el jardín.
Ella mantenía la velocidad de su andar.
—Frederick—Su... Susan.
Le llamo el chico, mientras sostenía sus anteojos con la mano, para evitar que cayeran al suelo.
Susan se detuvo de golpe y se dio media vuelta, hacia Frederick.
—Susan—¡Casémonos!.
Los ojos azulados de Frederick Pussett, se abrieron de par en par por la impresión.
–Susan—Debes darme una respuesta ahora.
—Frederick—... Yo...
La luna resplandecía en aquel lugar y el sonido de los grillos hacía eco, en la espera de la respuesta de Frederick.
—Frederick—Sí.....
Respondió él, dejándose llevar en la corriente de ese bello sueño qué le ofrecía su musa.
Las comisuras de los labios de la mujer se elevaron, mostrando una sonrisa diferente, pues esta vez no había rastro de una sonrisa burlona o pervertida.
Susan deslizó las palmas de sus manos por el pecho de su tímido chico, hasta las mejillas rojas y acortó la pequeña distancia entre sus cuerpos y después entre sus bocas...
La suavidad de unos labios carnosos se deslizaron entre los de Frederick, con lentitud. El sabor a menta y la dulce humedad qué dejaba en su boca, lo obligaron a cerrar los ojos.
Por su parte, Susan frunció el ceño por la extraña sensación en su pecho, qué provocaba aquel dulce beso.
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Comments
Giovanna Vásquez Medina
Me mata Susan 🤣🤣🤣🤣 están Susan 🤣🤣🤣 alocada y terminará muy, muy enamorada de Frederick 💟❤️❤️ sigamos apoyando con me gusta, publicidad, comentarios y 🎁
2023-10-31
17
Maris Benitez
quedó me parece que enamorada Susan con todo lo que leyó en el cuadernillo me encanta porque es de armas tomar creo que le va a bajar toda la timidez a Fred 😍❤️😍❤️❤️❤️ esa propuesta de casamiento de Susan va a dejar el plan de los tíos de Fred mal parado
2025-04-15
0
Ana Castillo
va a arder troya ahora que se enyeren esas avez de aves de rapiña
2025-02-22
0