La noche había llegado a Londres, llenando aquel oscuro cielo de estrellas. Se podía sentir la calma qué emanaba de la bella noche.
Susan tenía recargada su cabeza en el hombro de Frederick, mientras el auto avanzaba.
Frederick estaba tieso, con la mirada puesta en el frente. Su corazón latía con desenfreno y sus manos sudaban un poco.
—Chofer—Estamos en la mansión Pussett, señorita Belf.
Susan asintió y giro un poco su rostro para dejar un beso en la mejilla de Frederick.
—Susan—Te veo pronto Frederick Pussett.
El chico sonrió con timidez.
—Frederick—Ha... Hasta pronto.
Después bajó del auto.
Cuando la silueta del chico estaba lejos del auto, Susan recordó cuando Frederick le pidió matrimonio y sonrió.
Había tomado la decisión de no tocar el tema, pues sabía que estaba bajo la influencia del alcohol. ¿O por que otro motivo había tenido el arrebato de pedirle que tal cosa?.
Frederick entro a la mansión por la puerta de la cocina y con pasos tranquilos hizo un recorrido hasta la habitación principal, qué pertenecía a Hall Pussett.
Esa noche quería dormir en aquella habitación para no sentir la tristeza y la soledad.
Exhalo con pesadez cuando giró la perilla de la puerta. Encendió las luces y con pasos lentos, llegó hasta el pie de la cama.
El silencio de aquel lugar traía consigo dolor.
—Archi—Al parecer no te importo mi advertencia.
Dijo detrás de él.
Archi camino hasta Frederick con algo de torpeza y en la mano derecha sostenía una botella de alcohol.
—Archi—Te dije que no te quería cerca de ella.
Cargado de enojo, empujó con fuerzas a Frederick.
—Archi—¡Ella es mía!.
Gruñó y empuñando la mano, golpeo el rostro de Frederick.
Cuando Frederick cayó al suelo, se tocó la ceja donde sentía un dolor punzante.
Archi comenzó a reír fuerte. Se regocijaba por lo que había causado.
—Archi—Mírate. Ni siquiera sirves para defenderte, maldito adefesio.
Frederick tenso la quijada, mientras seguía en silencio escuchando las humillaciones qué desde niño, padecía por parte de su primo.
Archi camino hasta él de nuevo y escupió encima del chico.
—Archi—Eres tan patético.
Soltó por último, antes de irse.
Frederick se levantó del suelo cuando se quedo solo y camino hasta el espejo.
Tenía una herida no muy grande en la ceja izquierda. Salió de la habitación y se fue directo a la cocina, para buscar en la nevera un poco de hielo.
—Leopoldo—El amo quiere que le prepare algo.
Dijo en un tono gracioso, cuando entraba a la cocina.
—Frederick—Solo necesito hielo.
Respondió el chico, procurando qué su empleado no viera su rostro.
Leopoldo suspiro desanimado.
—Leopoldo—Sé que estas triste por la perdida de tu padre, pero no debes mal pasarte muchacho...
Leopoldo lo tomo del hombro y pudo ver la herida de Frederick.
—Leopoldo—¿Qué rayos te paso?.
—Frederick—No es nada Leopoldo.
—Leopoldo—¿Nada? Eso necesita al menos una puntada.
Leopoldo tomó una bolsa de verduras congeladas y la dejó caer en el rostro de Frederick.
El chico frunció el ceño cuando sintió el dolor por la brusquedad.
—Leopoldo—Fue su primo ¿Verdad?.
Frederick asintió.
—Leopoldo—¡Ese malnacido!.
Espetó molesto.
—Leopoldo—Mañana hablaré con mis viejos amigos del barrio. Ya verás, le darán una paliza por meterse con el debilucho de mi jefe.
Frederick lo miro mal.
—Frederick—Mmno, no soy tan débil, Leopoldo.
—Leopoldo—Si, si claro.
Por la mañana, una chica del servicio abrió la puerta para Susan.
—Susan—Tengo una cita con el joven Frederick.
Frederick y Leopoldo conversaban en la cocina.
—Leopoldo—Debió dejar que llamara al médico.
—Frederick—No era necesario.
—Leopoldo—Supongo que no te has visto en el espejo. Tu párpado está tan hinchado qué ya no puedo ver el azul de tus ojos.
Frederick rodó los ojos.
—Susan—¿Cómo?.
Leopoldo miro a Susan, luego a Frederick y al final regreso su vista a Susan.
—Leopoldo—Buenos días, señorita Belf.
Frederick bajo la mirada a su plato, para evitar que Susan viera el golpe.
—Frederick—Ho... Hola.
Ignorando los saludos camino directo hasta Frederick y lo tomo de la barbilla para levantarle el rostro.
—Susan—¿Por que tienes está herida Frederick?.
Le cuestionó preocupada.
—Frederick—Mm... Bueno...
—Leopoldo—El joven Archi lo golpeó.
—Susan—¿Qué?.
Frederick miro mal a Leopoldo.
—Susan—¿Por que razón te golpeó?.
—Frederick—... Fue por....
—Leopoldo—Porque no lo quiere cerca de usted.
—Frederick—¡Leopoldo!.
Susan exhaló con fuerza.
—Susan—¿Cuándo sucedió eso?.
—Frederick—...
—Leopoldo—Anoche.
—Susan—¿Dónde está él ahora?.
Les cuestionó molesta.
—Leopoldo—A esta hora debe de estar aun en su habitación.
Frederick volvió a mirar mal a Leopoldo y el hombre solo se encogió de hombros.
Susan salió furiosa de la cocina.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 62 Episodes
Comments
PATUBELA
Leopoldo es de los míos! 💪🏻💪🏻
2023-06-14
24
Maris Benitez
Leopoldo cantó todo como un pajarito a Susan, 🤭🤭🤭 creo que Fred tendría que tomar clases de defensa personal y ver un psicólogo para levantar su autoestima o será que Susan tomará cartas en el asunto y se pondrá como una guerrera a defenderlo
2025-04-15
0
fabi
bien hecho
2024-11-21
0