Toda la mansión corrió en ayuda del señor cesar y entre ellos la jefa de las mucamas, la señorita Benélope, que cuando me vio al lado del señor cesar me alejo con brusquedad lanzándome una mirada de reprobación. Joffre llego y con ayuda de ella lo ayudaron a levantarse para llevarlo a una cama. Asustada y arrepentida, seguí al séquito de personas que con fuerza fue disipado por la fuerte voz de mandato.
—¡Vuelvan a sus quehaceres enseguida, esto no es un espectáculo! —todas corrieron con rapidez, pero yo me quede inerte en mi lugar.
—Señorita Benelope, yo no quise hacerle daño al señor... yo... ¿Puedo ver al señor cesar? Te-tengo que pedirle disculpas.
—Vete ahora mismo, no necesito estorbos problemáticos. Si te veo asomar tu cabeza tan solo un poco, yo mismas te sacaré, no hará falta que el señor cesar te saque. —Y con rapidez se dirigió hacia el teléfono ignorándome. ¿Qué iba a hacer? Después de esto estaba segura de que el señor cesar me iba a echar, necesitaba buscar la manera de entrar a esa habitación para hablar con él. De reojo vi como la mucama me lanzaba miradas mientras hablaba por tele con rapidez salí por patas a mi habitación para sacar de mi blusa a Gulliver que con rapidez salto a su cúpula de cristal para quedarse en completa calma.
—Ahora si eres un buen sapo, ¿no? —le mire con enojo para luego salir con rapidez de mi habitación. Me asomé con cuidado al salón y vi como entraba el doctor en la habitación de las empleadas, más en concreto en la habitación de Benélope en donde habían llevado al señor cesar. Al no saber qué pasaba me sentí más preocupada, y si era más grave y tenía que pagarle una cuantiosa cantidad de dinero por dejarlo sin nada ahí abajo, qué vergüenza. De repente vi cómo se asomó la mucama y con rapidez me escondí, para que no me viera, parecía un sabueso merodeando la zona. Frustrada solté un suspiro esperando mi oportunidad.
—Espero que se recupere el señor Mendoza, es un hombre joven, yo creo que solo fue un susto.
—Muchas gracias por venir, lo acompañaré a la salida. —dijo la señorita Benelope alejándose del lugar. Con rapidez me escabullí a la habitación, y cuando abrí la puerta cerré con rapidez. Al girarme lo encontré descansando sus ojos.
—Benelope, ya me siento mejor, no me voy a quedar aquí todo el día. —alzo la mirada y abrió sus ojos para mostrar de nuevo aquella expresión de enojo. Sonreí agitando mi mano para decir.
—¿Señor, cesar como se encuentra?
—¿Cómo cree que me encuentro? ¿Y qué diablos haces aquí? Pedí que no entrara nadie más... —saque de detrás de mí una bolsa de hielo que tome de la cocina, y una pomada. Me acerqué hasta él con nerviosísimo, sintiéndome un completo atacante, prevenido increpo.
—Lo mejor es que salga de aquí.
—Pero quiero ayudar.
—Ya ayudo bastante, y miré como salió —increpo mordaz.
—Quiero enmendar mi error... —con torpeza solté la bolsa de hielo en sus partes, provocando su queja.
—¡Quiere dejarme en el suelo de nuevo! —sostuvo la bolsa con cuidado y con rapidez mira la puerta.
—perdón... es que... —con vergüenza mire ahí abajo y pregunte mirando a otro lado.
—¿le duele mucho...? Digo ahí... ya sabe dónde. —inquirí tímida sin mirarle.
—Me demuele más su presencia.... porque cada vez que estoy cerca de usted, termino con ira o aporreado. ¿Es acaso una maldición andante? —enojada y tensa por todo propiné.
—¡Bueno, usted tampoco es un dulce de leche! ¿Sabe? Estoy intentando enmendar mi error y usted solo lo está siendo.... siendo
—¡Que estoy siendo qué! Parece que tiene mucho que decir después de toquetearme y casi dejarme sin descendencia. —escuche unos ruidos afuera mientras el señor cesar gritaba, y asustada de que fuera la señorita benelope, tape su boca instándolo a callar, asustada mire la puerta esperando a que abriera, pero los pasos se alejaron, respire hondo y cuando me gire para verlo su ceño fruncido me asusto mucho y con rapidez quite mi mano.
—¿cómo puede ser tan descarada? Sabe que soy su jefe, podría echarla ahora mismo, tengo las razones suficientes para sacarla. —Dijo carraspeando su garganta, tenso.
—Fue sin querer... no quiero que vengan aquí, pensaran que vine a rematarlo. Por favor podría no echarme... necesito el empleo. —Respiro hondo y soltó.
—No la voy a sacar, así que ya dejé de hablar.
—¡¿De verdad?! —propine tomando sus manos de repente, para agitarla alegre. Confuso aparto mis manos diciendo.
—Sí, sí, sí, no vuelva hacer eso y mantenga ese maldito sapo en un estanque o tendrá que sacarlo de mi mansión.
—¡Se lo prometo! No lo volverá a ver. Pu-puedo volver a mi acabañaba para....
—¡No! —zanjo tan fuerte que pegue un rebote. Carraspeo su garganta y apartando la mirada indico.
—Ahora trabaja en la mención, deje de repetir lo mismo, parece como si no me hubiera ido de vieje, ¿quiere enojarme de nuevo? —era yo o notaba algo diferente en él, era como si le estuviera costando mantenerse.
—pero si siempre está enojado, ¿cuál sería la diferencia...?
—¡¿qué dijo?!
—¡Nada! Solo quería volver a pedirle perdón por su trasero y por lo de su...
—ya entendí, no me lo tiene que seguir recordando. —dijo pasando sus manos por su frente con cansancio.
—¿quiere que le dé un masaje? Se fue de vacaciones y parece más...
—¿más qué?
—Na-nada... —me levante con rapidez y pose mis manos en sus hombros. — Va a ver que lo voy a dejar nuevo.
—Lo mejor será que pare, no quiero que me deje peor.
—No sea terco, ¡jah! —grite dándole un buen remate en el omoplato derecho.
—¡aah!
♥
Danilo
Era tarde cuando llegue al hotel Bonjour, entre en el número de habitación que me había indicado, lo extraño es que no había nadie, esperaba que al llegar me encontraría con alguien, así que espere con paciencia su llegada. Estaba tan nervioso como hacía nunca me sentía, y feliz de haberla encontrado... que estaría haciendo todo este tiempo, donde estuvo... tanto tiempo buscándola. De repente escuche el ruido de la puerta tecnológica, me gire con rapidez y en el umbral de la oscuridad vi una figura femenina mirándome, esperando en silencio...
—Tanto buscarme y ahora no me dirás nada, Danilo.
—Joder, Danielle... ¿Dónde estuviste? —y sin esperar ni un segundo más la abrace repentinamente tomando por sorpresa, pero es que como siempre, cuando ella estaba todo en mí, se despertaba. Por fin todo volvería a la normalidad, pero las cosas cambiarían.
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Comments
Alba Hurtado
ya se esta descubriendo el problema el danilo es morrongo hipocrita esta con la daniela y jodiendo al hermano, ☺️😗😗🤔🤔😏
2023-05-28
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RUTH MARTINEZ
yo creo q esa danielle es mala y llamp a danilo porque sabe q esta enamorado y es mas frajil q su hermano y no creo q ella sea buena persona al contrario mala pienso 🤔🤔🤔🤔🤔🤔🤨🤨🤨🤨 esq autora tu m tienws en ascua q pasara
2023-05-09
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