El viaje hacia la mansión Montenegro fue un camino de campos abiertos y aire fresco, era la primera vez que salía de Brooklyn llena de miles, gases de autos y olores desagradables, y que mejor persona como yo para saber lo que era la inmundicia, las calles, había tantos árboles... mi sueño más grande siempre fue tener mi propia granja con un jardín enorme, soñar no me costaba nada, aunque supiera que jamás se cumpliría.
—Pareces entusiasmada.
—¡Es verdad! ¿Cómo se dio cuenta? —dije con una enorme sonrisa.
—No lo sé, llámeme loco... pero creo que es la primera vez algo así.
—Jamás he visto algo así...
—Pues me alegré saber que algo bueno saldrá de esto. —Indico de nuevo con esa expresión pensativa, no era tonta, sabía que no estaba aquí por azares del destino, no nací con buena suerte.
—Señor Montenegro, para qué me trajo realmente aquí. —Salió de su estupor mirándome con sorpresa.
—Parece que eres intuitiva, qué tal si mejor me llamas por mi nombre, Danilo... —nerviosa lo miré dubitativa para soltar de mi boca.
—Señor Danilo —soltó una carcajada jocosa y dijo.
—Ninguna mujer más joven que yo me había dicho, señor.
—Es por respeto y admiración... —indique mordiendo mi labio de la tensión.
—No me deberías tenerme admiración, no si te quiero para un acto tan ruin —Mis mejillas se sonrosaron tontamente al oír querer en aquella frase, sentí como mi corazón se calentó en un instante.
—Si es uste, y para usted... de seguro es algo justificado. ¿Qué necesita?
—Quiero que martirices a un hombre por sus actos viles y egoístas. —Su expresión cambio a una de rabia y dolor.
—Pero... ¿Cómo haré eso? —inquirí preocupada de decepcionarle.
—Con tu sola presencia lo harás, martirizarás sus días tranquilos, ya lo verás... —preocupada inquirí al ver su sonrisa.
—Podría decirme que ha hecho, así no sentiré que estoy haciendo daño.
—¿Estás dudando de mi palabra? —Propino ofendido
—¡No! Yo jamás pensaría así de usted, pero yo no quiero hacerle daño a nadie que no me haya hecho daño a mí... por eso necesito saber que estoy a punto de hacer y a quien. —dije tímida.
—Ha hecho daño a muchas personas, de maneras diferentes... cuando lo conozcas sabrás a lo que me refiero...
—Está bien... pero quiero que me prometa que solo será darle una lección, no dañarlo. —Guardo silencio y esperé con paciencia su respuesta que era lo más importante para mí.
—Jamás te pediré que le hagas daño, solo quiero devolverle el favor... al fin y al cabo del que hablamos es de mi querido hermano. —Me quede inerte recordando aquella foto familiar, su hermano... como lo había podido olvidar, un pequeño rubio de mirada fría y altiva. El auto se detuvo y por la densidad de nuestra conversación no me percate de la inmensa mansión que se perdía en aquel hermoso campo de árboles de cedro. Parecía sacada de libro ilustrado.
—Es hermoso...
—Me alegra que te guste, ahora por favor sigue al buen hombre... él te indicara tu nuevo trabajo.
—Espere, ¿no me enseñará usted la casa?
—Me encantaría, pero no puedo en estos momentos... tengo una reunión en unas horas. De hecho... yo no vivo aquí, el dueño de esta mansión es Cesar Montenegro, mi hermano mayor. Trabajarás para él como te lo recomendé —Dijo guiñándome un ojo levemente con cómplice. El mayordomo tomó mi bolsa con una expresión de confusión y al mirarme salir del auto dijo.
—Sígame, le enseñaré donde trabajara. —el hombre no repaso mucho en mí dándome la espalda para caminar, me giré asustada un segundo hacia el auto del señor Danilo y con rapidez corrí hacia él.
—¿vendrá a visitarme? —sonrió de nuevo devolviéndome el alma al cuerpo.
—Claro que si, como podría dejarte a tu suerte cuando eres tan importante para mí —de verdad lo soy.... murmure en mi mente alegrando mis pensamientos que se hallaban tristes al saber que no lo vería todos los días como me había imaginado.
—Que tenga buen día, señor Danilo —me regalo otra sonrisa y el auto se alejó. Insegura mira hacia la mansión, y me pareció inhóspita, me sentí pequeña, e indefensa, pero tenía que ser fuerte, por mi Abu y por el señor Danilo, que había puesto su confianza en mí. Camine con rapidez para seguir el paso del mayordomo, pero percatándome del ambiente... todos me observaban, pero no con curiosidad... sino con sorpresa. Como si los jinetes del infierno se hubieran aparecido frente a ellos. ¿Qué era lo que pasaba?
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 33 Episodes
Comments
Alba Hurtado
esta historia es diferente que ira a pasar????🤤😪😮💨😕😲😲
2023-05-28
1
RUTH MARTINEZ
quien es el malo ahi no. estoy q m como las uñas 😱😱😳😳😳
2023-04-25
0