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Un silencio incómodo se hizo presente, ambas partes no decían palabras hasta que una risa se escuchó, León torció la boca, era más que obvió que estaba molestó.

-¿Asta cuando seguirás molestó?

-¿Qué es lo que deseas?

-Mmmmm........deseó a tu esposa -los puños del chico se apretaron fuertemente dejando marcas en sus manos.

-¿Deseas morir?, Qué no se te olvide que la última vez te golpeé hasta casi dejarte muerto.

-Tranquilo este tema lo podemos hablar en cualquier momento, pero ahora hay otra cosa muy importante, Melanie está muy borracha....apenas y puede ponerse de pié, si te interesa ven a verla al Tempting night. -diciendo esto el chico colgó, dejando a un molestó León.

-Desgraciado -dijo León frustrado levantándose de la cama.

En el otro lado un par de rubios se encontraban riendo malévolamente, su plan había salido según lo planeado, "Era hora de terminar con el matrimonio Gu de una vez", y que mejor que uniendo fuerzas, después de todo era como dice el dicho: "el enemigo de tu enemigo será tu amigo".

-Yo ya cumplí con llamarlo, a si que no lo arruines. -dijo el chico mirando a la rubia de ojos claros, a su lado.

-Si ya lo se, ahora vete antes de que el venga. -dijo la chica mientras lo empujaba a su auto.

-¿Tienes el afrodisíaco? -dijo el chico subió al auto.

-Pos supuesto que sí.

-No se te olvide estimular su mente con recuerdos del pasado. -volvio a decir mientras se ponía el cinturón de seguridad.

-¿Con quién crees que estás hablando? -dijo de una forma altanera la chica.

-Con una estúpida sin duda alguna. -dijo entre risas el rubio.

-¿A sí?, Pues está estúpida es tu hermana.

-Media. -dijo para después acelerar, dejando a aquella rubia molesta.

Las horas pasaron, Melanie miró su móvil dándose cuenta que ya habían pasado dos horas y León no aparecía, el frío comenzó a llegar y la calle cada vez se hacía más solitaria, empezó a dudar de la posible presencia de León, los grandes tacones de aguja empezaron a ser realmente incómodos, pero no se rindió, le daría una última oportunidad de llegar en media hora.

La inmensa oscuridad la envolvió en un frío abrazo, Melanie se frotó las manos intentando darse calor, a lo lejos vió una sombra acercarse, la chica sonrió ampliamente al ver qué su plan estaba funcionando, lástima que aquella sonrisa se convirtiese en una mirada de terror, asustada retrocedió, dándose cuenta que no era una sombra sino tres.

Tres hombres ebrios la rodearon tapándole el paso, la chica los miro asustada, uno de los hombres empezó a tocarla, mientras ella pedía y rogaba que se detuvieran, aunque eso parecía ser inútil, Melanie se resignó a ser violada, cuando un auto se estacionó rápida y ruidosamente, dejando marcas de las ruedas en el pavimento, Melanie sonrió al ver el deportivo negro, del cuál bajó León con una mirada fulminante, uno de los hombres se volte solo para ser golpeando al instante, el hombre calló al piso, sus amigos al ver tal escena intentaron atacar a León, solo para ser golpeados en repetidas ocasiones, León dejó a los hombres tirados en el piso, agarró de la mano a Melanie y la cubrió con su suéter, la chica se abalanzó sobre el con lágrimas en los ojos.

-¿Por qué tardaste? -dijo mientras sollozaba en su pecho, León la agarró de los hombros apartándola de el, la chica lo miró confundida dándose cuenta que León estaba alejándose de ella otra vez.

-Vamos te llevo a casa. -el camino a su casa fue callado e incómodo, Melanie tendría que idear una forma de que León se quedará en su casa esa noche.

Al llegar a su casa, León se bajó para despedirla, Melanie agachó el rostro y comenzó a llorar, se aventó a su pecho aferrandose a su camisa.

-Por favor León quédate está noche tengo miedo. -León al verla llorar no pudo negarse a su petición.

-Bien pero solo por está noche. -ambos entraron a la casa, León se acostó en el sillón de la sala de estar, Melanie lo observó un poco molesta.

-¿Quieres té? -dijo la chica mientras lo miraba, el solo la observó sin responder- Es que hace frío y pensé que querías algo para calentarte. -dijo con una sonrisa nerviosa, León soltó un suspiro y asintió.

Vió como la chica se alejó, desaparecido en la cocina, suspiro cansado adentrándose en sus pensamientos, no podía creer que estaba en la casa de la mujer de la que debía alejarse, desde que decidió hacer las cosas bien decidió romper todo tipo de relación con Melanie, cerró los ojos pensando en su esposa, deseaba tenerla cerca.

Melanie se acercó con una taza, León tomó dándole las gracias le dio un sorbo, y sintió sus ojos pesados para después caer inconsciente, Melanie sonrió de lado y lo arrastró hasta su cama.

-Ahora sí León Gu serás mío otra vez. -dijo la chica mientras desvestida al chico.

León sintió que su cabeza le daba vueltas, su cuerpo se sentía caliente y su mirada borrosa, sintió unas frías manos tocar su cuerpo, esas manos lo hacían sentir mejor, empezó a gemir al sentir unos cálidos labios besar su miembro para después sentir una boca, abrió los ojos y ahí estaban unos grandes ojos color almendra, mirándolo con su miembro en su boca, agarró aquella cabellera oscura y comenzó a empujarla cada vez más y más, sus gemidos se hicieron casa vez más fuerte, sintió su líquido salir y llenar la boca de su amada Madeline.

"Maddie", dijo antes de caer desmayado, la rubia quien lo había escuchado, salió furiosa de la habitación sintiéndose ofendida, le marco a su amante, el cuál llegó en cuestión de segundos para complacerla alado de un León durmiente.

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