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Melanie sonrió segura, sabía claramente que León la escogería, después de todo el la amaba. Muchas personas murmuraban por lo bajó, algunos reconocieron a Melanie, después de todo ella era la mujer que siempre abría el primer baile junto con León, cuando esté estaba soltero, pero León ya no estaba soltero, actualmente estaba casado con Madeline, ¿A quien escogería? esa era la duda de todos los presentes. Isabella estaba preocupada, temía que su amiga fuese humillada publicamente, Isabella puso su mano en el hombro de Madeline, Madeline la volteó a ver con una sonrisa en los labios, volteó a ver a Melanie con una mirada segura y rentadora, la rubia hizo una mueca de desagrado.

La música empezó a sonar por todo el salón, Melanie cerró los ojos y estiró la mano, esperando que León la tomará, León pasó por su lado en dirección de Madeline, tomo su mano izquierda y la besó justo alado de su anillo, sus ojos azules se toparon con sus ojos avellanas, el sonrió.

-Mi amada esposa ¿me concedería este baile? -dijo con una sonrisa, Madeline sonrió ampliamente, volteo a ver a aquella rubia avergonzado y con una sonrisa burlona contestó.

-Por supuesto.

Madeline beso en los labios a León y el le correspondió, ambos caminaron tomados de la mano para abrir el bailé, las personas empezaron a disiparse, pero los murmullos eran de esperarse, la rubia estaba avergonzada y encolerizada, la humillación que Madeline le hizo se las pagaría y con un precio muy alto, el Mayor Señor Gu se acercó a Melanie, le puso una mano en los hombros y con una gran sonrisa le dijo.

-Señorita Cía su fin se acerca, recuerde bien que usted ya no es la mujer más importante para León -Melanie lo miró enojada, sin decir palabra se dió la media vuelta y se alejó- Grosera, le falta educación, es obvio que ella no es digna de ser la señora Gu, ni siquiera sabe cómo despedirse correctamente. -Dijo el Mayor Señor Gu haciéndose el desentendido, luego volteó a ver a Isabella, acercándose a ella- Señorita le gustaría bailar.

-Seria un honor -dijo Isabella con una sonrisa, ambos empezaron a bailar.

León puso una mano en la cintura de la chica, y está sucesivamente puso la suya en su hombro y comenzaron a bailar,sus ojos azules como el mar se cruzaron con los avellanas de ella, ambas miradas comenzaron una batalla entre sí, ninguna quería ceder, era una batalla que al parecer no tenía fin, los espectadores los quedaban mirando bastante conmovidos, esas miradas mostraban amor, pasión, ternura y deseó, al terminar el vals, León le dió un besó voraz, que demostraba deseó, ternura y pasión, todos se quedaron con la boca abierta, estaban dando todo un espectáculo, se separaron al sentir la falta del aire, con las mejillas rojas, y la respiración cortada, la segunda canción estaba por comenzar y el Mayor Señor Gu pidió bailar con su nieta.

Madeline estaba feliz, su vida por fin parecía un cuento de hadas, dónde todo era alegría, después de un rato de bailar, ilusionada salió a buscar a su esposo, camino por el largo laberinto solo para encontrarse una escena bastante peculiar, bajo la luz de la luna, León comía pastel entre risas con aquella rubia, que tanto dolor le causaba, después los vió bailar en la oscuridad, su corazón le empezó a doler destruyendo con el cualquier rastro de ilusión, ya no se permitió seguir viendo y decidió alejarse en silencio, camino entre la oscuridad, al darse cuenta que su vida de casada estaba resignada a estar en vuelta en dolor y decepción.

Camino por un largo rato hasta que se dió cuenta que estaba pérdida, unos pasos se escucharon detrás de ella, una sombra se acercaba, Madeline temía que fuera León después de todo no sabía cómo lo enfrentaría, Madeline sé volteó dándose cuenta que aquella silueta de larga cabellera rubia y ojos verdes, era nada más y nada menos que aquel chico del hospital.

-T-tú eres -tartamudeo Madeline con sorpresa.

-Que pequeño es el mundo ¿no creé?, pensar que busque por todos lados a aquella amable joven de grandes ojos avellanas, para al final casualmente encontrarla en una cena, y llevarme la sorpresa de que es nada más y nada menos que la gran Señora Gu. -Madeline no respondió, se quedó estática y callada asimilando la información.

-¿Para que me buscaba?

-Solo deseaba saber el nombre del bello ángel que ayudó a mi hermana, lastima que su apellido sea Gu.

-¿Por qué?

-Me gusta más su apellido de soltera Nian, es más libre, ¿No le parece?.

-Supongo que en eso tiene razón, ¿Su hermana como sigue?

-Mucho mejor gracias a usted, ¿Su esposo dónde está? -Madeline sonrió forzosamente, ella quería evitar hablar de León por un rato.

-Supongo que está hablando de negocios con algunos socios.

-¿Encerio? Yo pensé que estaba comiéndose a besos con Melanie Cia -Madeline lo quedó mirando bastante sorprendida y poco molesta.

-Disculpe creo que ya es muy noche, con su permiso me retiro. -Madeline no era la clase de persona que le gustan las disputas, por lo que vio más conveniente parar, Madeline pasó a su lado y el chico le tomó la mano, Madeline se volteó solo para ver a un par de ojos verdes suplicantes.

-Suelteme -dijo la chica con un tono seguro y confiado.

-Eres muy bonita para llorar por él -dijo el chico mientras la abrazaba, Madeline se puso roja, ya que no estaba acostumbrada a estar tan cerca de un desconocido y menos si este era hombre, el chico la apretó fuertemente entre sus brazos, Madeleine sintió su respiración entré cortada -dejalo y quédate conmigo, yo si te puedo hacer feliz, alado de León tu vida será triste y amarga -Madeline no podía creer lo que escuchaba, estaba apunto de responderle cuando sintió que alguien los separó, volteo la vista para toparse con la mirada asesina de León Gu, el cual no espero ni un segundo y golpeó a aquel tipo con un fuerte puñetazo, el chico callo al piso, pero antes de que pudiste levantarse León se aventó encima de el para después golpearlo en repetidas ocasiones. Madeline entre lágrimas y sollozos le pidió a León que lo soltará, pero este no hizo caso.

León se sentía indignado no podía creer que su esposa llorase por su amante, cansado de oír tanto llanto dejo a aquel chico, vio como Madeline se quiso acercar para ayudarlo, pero la agarro del brazo y en un movimiento rápido la puso sobre su hombro, ambos se alejaron, aquel chico vio Madeline llorar por él y muy en el fondo se sintió feliz

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