17

Recostada en nuestra blanca cama, abrí los ojos tratando de adaptarme a la luz del sol que entraba por el balcón de nuestra habitación, voltee mi vista a mi lado, solo para encontrarme con una larga cabellera rubia, que se extendía por toda la almohada. Suspire un poco cansada y desilucionada, hoy se cumplía una semana, desde que León había partido aquella noche de la casa, dejándome sola, olvidada y abandonada otra vez, la melancolía recorrió mi cuerpo, dejándome un vago recuerdo de nosotros dos viendo películas hasta tarde, mientras reíamos y comíamos comida chatarra.

Mi mente siguió divagando, cada recuerdo lindo entre los dos era como una daga en mi corazón, de repente sentí una mano limpiando mi mejilla, no me había dado cuenta de que estaba llorando, tampoco de que Isabella se había levantado, Isabella me acurruco en su pecho, mientras me acariciaba la cabeza, tenerla a mi lado y sentir su apoyo, era de mucha ayuda.

-Gracias Isa. -dije mientras me limpiaba el rostro, una notificación se escuchó del móvil de Isabella, ella lo leyó para después recostarse en la cama nuevamente, mientras soltaba un grito.

-Ahhh ¿Por qué la vida es tan difícil?

-Por algo se llama vida, después de todo si la vida fuera fácil se llamaría Melanie. -ambas chicas se quedaron mirando fijamente a los ojos estallando a carcajadas.

-Te pasaste Madeline Nian, no conocía ese lado de tí.

-Bueno hay cosas que no conoces de mí -dijo Madeline con una mirada juguetona, el ambiente era cálido y divertido, aunque de un momento a otro se puso serio, Isabella quedó mirando fijamente a Madeline.

-Maddie.....si tanto daño te hacé León, ¿Por qué no huyes?

-¿Huir? ¡Sería imposible!

-¿Por qué? Ahorita no está.

-Isabella, sabés muy bien que los Gu dominan la ciudad z, incluso si intento huir él lo sabría.

-Tu también eres Gu, formas parte de la familia más poderosa de la ciudad z, conseguir una identificación falsa no sería un problema para tí. -Madeline quedó en silencio asimilando la situación.- Solo ponte a pensar, tú matrimonio tal vez fue un berrinche del Mayor Señor Gu, tú misma lo has dicho.

-En eso tal vez tengas razón, mientras la empresa de los Gu es automotriz, la de mi padre es de cosméticos.

-¡Exacto!, no tiene sentido que ambas empresas se unan.

-En eso tienes razón, ¿Ni que los autos se fueran a maquillar? -Isabella quedó mirando a Madeline fijamente.

-En Cars si se maquillaban. -Madeline quedó mirando fijamente a Isabella, ambas miradas se cruzaron volviéndose a reír.- Maddie ya has sufrido demasiado, mereces ser feliz, eres joven, amable y muy bonita, en esta ciudad nada te ata, la única familia que tienes es tu padre, el cuál fue muy cruel contigo.

-Isabella en eso tienes razón, ¿Pero a dónde voy?

-Tengo una casa en España, puedes ir primero, con el dinero que has obtenido de la familia Gu puedes vivir por un tiempo, en cuanto termine mi contrato te voy a alcanzar y te puedo ayudar a buscar trabajo como modeló.

-Isabella en serio ¿serías capaz de hacer algo haci por mi?

-Por supuesto si no ¿Para que están las amigas? -ambas chicas se abrazaron fuertemente- pero hay que hacerlo antes de que tú lindo esposo vuelva y nos descubra. -Maddie asintió, ambas se levantaron y comenzaron con su cometido.

Después del desayuno Isabella y Maddie, pasaron al banco a retirar una suma de dinero, después de eso ambas se abrasaron con lágrimas en los ojos.

-Maddie tengo que ir a trabajar, si no sería sospechoso. -La voz de Isabella se oía baja y quebrada.

-Lo se, adiós Isa.

-No, no es un adiós, es un hasta pronto. -ambas volvieron a sonreír, mientras se alejaban, si todo salía según lo planeado sería la última vez que ambas se volverían a ver en un largo tiempo,ambas chicas se volvieron a separar, cada una subió a su automóvil, y manejaron en direcciónes diferentes, alejándose cada vez más y más.

Horas más tarde una pelirroja, de gafas oscuras, caminaba por el largo pasillo del aeropuerto, tirando de una maleta negra. Las horas pasaban, su vuelo cada vez estaba más cerca, estaba nerviosa y un poco impaciente, su vuelo se estaba tardando más de lo esperado, cansada suspiro, la peluca le causaba cierta comezón.

Madeline se puso a divagar un poco, para entretenerse, su vuelo no era directo a España, Isabella le había dicho que hiciera escalas en sentido contrario, por si León se atrevía a buscarla, le perdería el rastro. Pérdida en sus pensamientos no se dió cuenta de que estaba sóla, tampoco se percató de que alguien se había sentado a su lado, al voltear de lado sus ojos avellanas se toparon con unos profundos ojos azules, Madeline tembló.

"E-ese era nada más y nada menos que León Gu".

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