No podía evitar sentirse un poco masoquista porque sabía que el psicólogo daría vuelta cualquier cosa que había escrito y seguramente saldría pensando que era un degenerado.
Suspiró y se reacomodó en el sillón de la sala de espera aguardando a su verdugo.
- Señor Ledesma… buenos días… puede pasar…
- No sé si quiera hacerlo – dijo con una sonrisa sarcástica
El psicólogo emitió una risa relajada, a pesar de lo que pensara Julián, le caía bien al psicólogo.
- Prometo que no voy a ser muy incisivo hoy… - seguía riendo cuando cerró la puerta
Esperó que se acomodara en su sillón y cuando lo vio un poco más relajado abrió su anotador.
- Arranquemos entonces por el motivo que lo hace tener reticencia a charlar conmigo… - dijo serio
- No lo sé… - Julián sonreía nervioso – todo lo que escribo usted lo tergiversa y lo vuelve algo retorcido y degenerado.
- Interesante que lo vea así… - dijo anotando algo – yo solo lo hago ver la misma situación desde otro punto de vista…
- Pero siempre me obliga a verme como un degenerado…
- Lo que tendremos que ver y analizar es ¿Por qué usted veía como natural esas conductas y prácticas de sexo masivo?
- ¿Usted es monogámico? – preguntó de pronto
- Sí, pero no se trata de mí…
- Pero usted me juzga desde su mirada – lo interrumpió con voz elevada
- Aunque no lo crea… el que se juzga es usted, por eso le resuenan tanto mis palabras… - dijo sin inmutarse por la acusación – usted proyecta en mi las cosas, situaciones y palabras que tiene dentro suyo.
Julián no contestó y se levantó sin poder disimular sus nervios se dirigió hasta la ventana, el profesional le dio unos minutos para que se tranquilizara.
- Señor Ledesma… - dijo con voz cálida – no soy un juez… soy la persona que está tratando de ayudarlo a desentrañar lo que tanto lo mortifica – Julián se giró a verlo – y para hacerlo tenemos que tocar estos temas que le molestan tanto – Julián se sentó nuevamente – Vamos con este tema que ha traído usted… ¿Por qué si usted era un polígamo reconocido eligió a una chica como Romina? porque claramente ella no era de ese entorno…
- Porque ella me gustaba desde antes de estar en el Club
- ¿Y qué sintió con ese cambio de vinculo que tenían? – como lo miro sin entender la pregunta agregó – de una relación de peleas que le generaba la adrenalina que necesitaba, pasó a una relación en la que debía consolarla porque era muy emotiva en su presencia. ¿Cómo le hacía sentir eso?
- Era abrumador por momentos… - dijo mirando sus manos que se estrujaban por los nervios – en cierta manera extrañaba sus réplicas… que me refutara… que me rechazara el contacto…
- ¿Se cansó de tocarla en algún momento?
- No… - dijo con un hilo de voz – pero en algunos momentos quería castigarla por hacerme sentir así…
- ¿Y qué hacía cuando eso ocurría?
- Tenía sexo con alguien…con cualquiera… siempre había chicas en la pensión que me buscaban
- ¿Y en el Club también?
- Muy pocas veces… la mayoría estaba en parejas y hacían intercambios, los tríos eran menos frecuentes.
- ¿Le propuso alguna vez a Romina hacer un trío?
- Lo fantaseé, pero sabía que no le gustaría que estuviera con otra mujer frente a ella – dijo riendo
- ¿Y un trío con otro hombre? – preguntó incisivo – usted dijo que ella era complaciente siempre
- Ella era mía… - dijo de malhumor – no quería que nadie la tocara
- Bueno… - dijo anotando algo en su cuaderno. eso se contradice un poco… un polígamo no puede ser celoso, porque en la vida que usted llevaba, una vida de clubes sexuales los celos están fuera de lugar.
- Ella no formaba parte de esa vida…
- Interesante… - dijo nuevamente – así que usted tenía una vida para el club y otra vida para ella…
- ¿Ya lo está tergiversando otra vez? – dijo asustado
- La doble e incluso triple vida es más común de lo que se cree, muchas personas necesitan determinadas situaciones o personas, pero no quieren dejar de lado otras cosas o personas… es la base de la infidelidad… quiero algo nuevo, pero no quiero dejar lo viejo porque es cómodo.
- ¿Usted es casado…? – pregunto irritado
- Si… y antes que lo pregunte creo en la monogamia… - dijo sonriendo
- ¿Ha sido infiel alguna vez? – preguntó
- No… pero esto no se trata de mí sino de usted… - dijo en un tono cálido
- ¿No fue infiel por elección o porque nunca surgió la posibilidad? – insistió
- Por elección… - y retomando el hilo de la sesión continuó - ¿Usted le ha sido infiel a su esposa? – lo vio asentir - ¿Cuándo fue la última vez?
- Antes de saber que estaba embarazada…
- ¿En el primer embarazo o en el embarazo actual? – preguntó porque había muchos años entre ambos
- En el actual... – no pudo evitar avergonzarse
- ¿Y por qué lo hizo…? no era por falta de sexo con su esposa porque se embarazó…
- No lo sé…
- ¿Sería posible que cada vez que usted siente amor por su pareja necesita banalizar la situación para no sentirse atrapado?
- No lo sé… tal vez… - dijo sin levantar la vista – nunca analicé el motivo de hacerlo
- ¿Y por qué ahora no lo hace…?
- Todo el tiempo pienso en Romina… - dijo riéndose – con las otras solo era sexo y listo, ni siquiera me interesaban…
- ¿Y ahora…?
- Ahora me siento más infiel que nunca… - no pudo evitar reírse de forma macabra – usted me está trastornando con esto de escribir…
- Ese trastorno se lo hizo usted solito… - le miró con una sonrisa de compasión – pero no se imagina lo bueno que es que lo pueda reconocer… ahora vamos a poder salir de este pozo oscuro en el que se encuentra…
- A Vanina le gusta el tratamiento… - dijo con un suspiro y como el psicólogo lo miró extrañado agregó – soy más atento… le compro flores… y trato de ser más dulce con ella… - el psicólogo quedó en silencio, luego de unos largos segundos agregó – no quiero volver a ser el Julián de antes…
- Si analiza su relación antes de empezar la terapia y ahora… ¿siente que la ama más o menos?
- No lo sé… - dijo con sinceridad – me pesa menos la relación…
- Está tomando conscientemente la decisión de amarla cada día… - era una afirmación, no una pregunta y eso curiosamente lo tranquilizó.
Le dejó unos minutos que se relajara y asimilara lo que le había dicho…
- Ahora que puede reconocer más fácilmente lo que es amar a alguien… volvamos al encuadre de la sesión… - le dijo mientras anotaba algo en su cuaderno - ¿Cómo firmaba sus cartas?
- Con amor… y mi nombre… - dijo levantando la vista de sus manos
- ¿Y qué le ponía en el encabezado?
- Hola amor… Hola gorda… - dijo sonriendo
- ¿Gorda…? – preguntó curioso
- Estrategia de mujeriego… - contestó apenado – con un sobrenombre genérico, no se confunden los nombres…
- ¿Ella lo sabía…?
- No…, creía que era cariñoso… - y apretándose las sienes con los dedos agregó – mi hermano le dijo una vez cuando me escuchó llamarla así… “¿sabes por qué te llama así?, ella le dijo “Es un término cariñoso…”, porque obviamente ella era delgada y él riéndose le contestó “Es para no confundirse… a todas las llama igual”
- ¿Y ella que hizo en ese momento…?
- Lo quedó mirando… - dijo con pesar – en ese momento pensé que me haría un escándalo, pero solo la vi parpadear rápidamente y sonreírle con cierta tristeza, mientras que le levantaba los hombros en señal de no poder hacer nada si era así… luego me miró y me dio una sonrisa similar… en ese momento pensé que estaba todo bien…
- ¿Y ahora que piensa que significaba esa sonrisa triste…?
- Decepción… - contestó y una lágrima se escapó antes que la pudiera contener – yo la había decepcionado en muchas oportunidades… luego solo la abrazaba y la besaba como si no hubiera pasado nada…
- Terminamos la sesión… - dijo sacándole de la melancolía en la que me había quedado – vamos muy bien… yo también al igual que su esposa puedo ver cambios muy notorios…
Solo asintió y sin siquiera despedirse, salió rumbo a la calle sin saber a dónde ir en realidad.
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