Estaban terminando de cenar y el seguía pensativo, le había golpeado emocionalmente la sesión y luego la charla con su hijo. Había comido como siempre pero Vanina notó que le esquivaba la mirada constantemente.
- ¿Estás bien amor?– le puso la mano sobre su brazo pero el solo la miro sin responder – hoy tuviste la sesión y cuando llegué ya salimos para acá… no pude preguntarte como te fue…
- ¿Yo soy un buen esposo…? – la pregunta la desorientó por unos segundos mientras él la miraba directamente a los ojos.
- Si amor – dijo sonriéndole – te preocupas por mí, me mimas, me atiendes, me haces sentir que soy amada y deseada a pesar de esta enorme barriga…
- En estos 16 años que estamos juntos ¿he sido una mala pareja? ¿te has sentido usada? ¿o maltratada? – la miraba intensamente – necesito que me digas la verdad
- Lo único que puedo reclamarte al inicio de nuestra relación es tu frialdad, pero poco a poco fuiste cambiando – trataba de explicarse – y luego tu obsesión con contactar a tu ex tampoco me pareció bien pero no dejaste de ser buena persona por eso.
- ¿No te importó que tardé en decirte que nos casáramos?
- Me hubiera gustado casarme antes de haber tenido a Luciano, pero no hizo la diferencia en nuestra familia – le tomaba la mano preocupada - ¿estas mal por algo de nuestra pareja?
- No… - dijo besándole la mano para que se relajara – no tiene nada que ver con nuestra familia y menos contigo… no quiero que te preocupes porque le puede hacer mal al bebé.
- ¿Entonces qué te pasa?
- Luciano me pidió consejo para llamar la atención de una chica… - como Vanina lo miro sorprendida continuó – los consejos que le di no fueron los que yo he hecho cuando era joven…
- Entiendo… - dijo soltando el aire que estaba conteniendo – todos cometemos errores en nuestra juventud y esos errores nos llevan a ser lo que somos ahora… - si trataste mal a alguna chica, te aseguro que has cambiado y hoy eres la mejor pareja que se pueda pedir...
- ¿Me amas…? – preguntó con un hilo de voz
- Con todo el corazón… - lo vio palidecer y agregó – no te agobies por nosotros… soluciona todo ese pasado que te hace infeliz… nosotros somos tu presente… tus hijos van a seguir siendo tu futuro y si me quieres yo también voy a seguir siendo tu futuro.
- Siempre los voy a querer conmigo…
- Sé que la amaste mucho… - Julián bajo la mirada avergonzado – pero creo que hay muchos tipos de amores… así que espero que me ames a mí también…
- Si lo hago… te lo juro… - no podía mirarla – si tuviera que elegir… tu serias mi elección.
- Te voy a decir esto solo una vez, porque seguro que me voy a arrepentir de decírtelo – Julián la miró confundido - ustedes terminaron mal… no puedo evaluar la situación porque desconozco el contexto en que lo hicieron, pero la pregunta legitima seria si tuvieras la certeza que ella te ama de la misma manera en que yo lo hago… ¿con cuál te quedarías….? y lo mismo le pasa a ella, si ella supiera que tú la amas de la misma manera que lo hace su pareja actual… ¿con cuál crees que se quedaría? – se levantó con dificultad de la silla y mirándolo agregó – solo tú sabes si ella tiene motivos o no para haberte dejado de amar… - tomó aire y suspiró - voy al baño y cuando vuelva me gustaría ir a caminar…
Julián asintió y cuando ella volvió, ya había pagado la cuenta y la esperaba con una gran y sincera sonrisa. Le tomó la mano con cariño y salieron rumbo a una zona de parques que estaba cerca de ese lugar.
Caminaron por alrededor de 1 hora cuando su hijo le llamó y fueron a buscarlo, como casi todas las noches hicieron el amor y luego que ella ya estaba dormida, se fue a su estudio a escribir en su blog
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Quinta entrada del blog: Animarme a un paso más
Una noche salimos como grupo, estábamos en la costa y soplaba el viento, yo me mantenía en movimiento para no llamar la atención que me acercara a ella, bromeaba con mis ex y parecía que a nadie le molestaba que lo hiciera, como siempre era el centro de atención.
Ella estaba sentada sobre un murallón de piedra que daba a un pequeño precipicio, no era nada peligroso en realidad en un momento la tomo de los brazos por sorpresa y simulo que voy a tirarla hacia atrás, ella grita asustada, todos nos reímos y yo siento en mis manos que temblaba, siento su piel fría, resbalo mis manos por sus brazos hasta sus manos mientras ella trataba de sacarse mi contacto de encima
- Estas helada… - le dije con preocupación - ¿querés que te traiga mi campera? – ella negó con la cabeza y yo seguía sin soltarle las manos – miré al resto de las chicas - ¿alguien más tiene frio…? voy a buscar a la camioneta nuestras camperas…
Me giré y camine hasta la camioneta que estaba a no más de 50 metros, volví al poco tiempo con un montón de abrigos que comencé a repartirlos hasta que me quedó solo la mía para ella, abrí mi campera de cuero y la sostuve para que introdujera su brazo en la manga… dudo por unos segundos y luego puso su brazo y se estremeció…
- Esta helada…
- Es el forro… - dije riendo – enseguida va a pasar…
Como si fuera natural hacer le pasé mi brazo por sobre su cabeza y sostuve la campera mientras que introducía su otro brazo, le quedaba gigante, pero se veía completamente adorable, tomé los extremos del cierre, ella intentó quitar mis manos que le rozaban las piernas todo el tiempo mientras que comenzaba a cerrar el cierre hasta su mentón.
Mi manera de comportarme era como si fuera normal hacerlo y ella estaba completamente ruborizada porque todos se habían silenciado y nos miraban con cierta incredulidad…
Cuando termine de acomodarle el cuello, quise ajustarle los puños, pero ella me frenó con una mano en el pecho
- Está bien así… - su voz fue fuerte y luego trató de disimularlo – tengo frio en las manos…
Tuve el impulso de tomarle las manos y soltarle mi aliento sobre sus dedos, pero no lo hice, ya de por si me miraban demasiado raro todos, incluso mis amigos más cercanos, así que me giré y me recosté por sus piernas. Ella era demasiado educada como para empujarme después que le di mi campera, pero aunque no la miraba sabía que estaba avergonzada porque había dejado de hablar directamente.
Me gustaba poder comprobar que yo la afectaba. Pasaron unos minutos y dijo
- ¿Alguien quiere ir al baño…?
Y otra de las chicas dijo que la acompañaba, no había baños públicos en el lugar, pero a unos 100 metros había un bar que no tenía problemas en que usaran los suyos.
- ¿Quieren que vaya con ustedes…? – ofrecí sin dudar pero ella negó con la cabeza
Vi cómo se alejaban charlando, no podía evitar preocuparme, por lo menos con mi campera daba a entender que ella no estaba sola, por si eventualmente algún tipo se les acercaba.
Seguí mirando en esa dirección hasta que pude ver que regresaban, cuando llegaron la otra chica dijo
- Estaba cerrado el sector de baños…
- Vamos… las llevo hasta una estación de servicio… - ofrecí inmediatamente y ellas comenzaron a negar y a decir que no tenían tantas ganas… yo insistí con ella – Polaca estas con frío… tenés ganas… vas a estornudar y no te vas a poder aguantar…
A pesar que todos se rieron con la sugerencia que le hice, ella me quedó mirando con una rara expresión y solo dijo “bueno”. Ofrecí si alguien más quería ir, pero nadie quiso, así que fuimos los dos, esta vez se sentó adelante, pero lo más lejos que podía de mí.
Llegando a la estación de servicio vimos que había un cartel de clausurado, así que sin detenerme le dije
- Te llevo a una cafetería… - como me miró sorprendida agregué – nos tomamos un café y vas al baño tranquila.
- ¿Seguro…?
- Es solo un café… - le dije viendo su resistencia – no es una cita ni nada por el estilo…
Mi comentario pareció relajarla y solo vi como asentía con la cabeza.
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