Nuevamente estaba sentado en el sillón del psicólogo, sumamente incomodo por la pregunta que le había hecho: “¿Qué pensó cuando Romina le dijo que si no le gustaba el beso no lo quería ni siquiera como amigo…?” no podía contestar porque nunca se había puesto a pensar en ello.
- ¿Estaba dispuesto a perderla…? – preguntó insistente
- Lo hice ¿no? – contestó malhumorado – confiaba en mi beso
- Lo que me interesa saber es ¿Qué lo motivó a hacerlo…? – tenía una expresión rara mientras que anotaba cosas en su cuaderno - ¿romper su regla de no besar amigos…? ¿sacarse las ganas que acumulaba desde la apuesta con su amigo…? ¿demostrarle que no tenía miedo a su condicionamiento…?
No recibía ninguna respuesta, así que intento avanzar en otro sentido…
- ¿Se dio cuenta en algún momento que al acceder a su condición ella lo tuvo completamente en sus manos…?
Julián lo miró echando chispas por los ojos… el ego… el eterno ego de los narcisistas era tan fácil de molestar como de promover.
- Por su manera de mirarme parece que nunca lo había visto desde esa arista…. – le sonrió con paciencia
- ¿Por qué lo dice…? – su malhumor era latente
- Esto no es contra usted quiero aclararle – dijo cerrando su cuaderno – tampoco creo que ella lo haya hecho adrede… pero cuando usted le preguntó algo tan personal como formar una pareja con la importancia de quien anuncia que va a comprar naranjas… - lo vio hacer una mueca de disgusto – se activó su mecanismo de defensa que le permitió manejar la situación a un nivel impersonal, poniendo la responsabilidad sobre sus acciones y no en las de ella…
- No entiendo lo que me dice – estaba más enojado
- En lugar de tomar ella la decisión de decirle si o no… - sonreía al verlo analizar lo que le decía – le puso la responsabilidad en su capacidad de besarla de una manera que le gustara… y de hecho usted mismo escribió que no le gustó el primero…
- Yo no escribí eso…
- Escribió: “Y… ¿te gustó o no?” y ella le contestó “bastante bien…” – lo miró nuevamente – recién cuando la besó con ternura dijo que había sido “Perfecto”
- ¿Y eso es una manipulación para usted…? – dijo sarcástico
- Logró que el frio narcisista, que le daba igual besarse y tener sexo con cualquiera, porque las consideraba de su propiedad, rebuscara en la ternura la manera de tratar de convencerla… - lo vio fruncir el ceño - ¿alguna vez había sido tierno con alguna de las otras chicas…? – lentamente negó con la cabeza - ¿hoy es tierno con su mujer…? – asintió cabizbajo – agradézcaselo a Romina entonces…
- Yo soy muy distinto con Vanina a como fui con Romina… - dijo refutándole
- Entonces es muy triste para Romina que la ternura que creyó ver en usted fue solo una puesta en escena para que lo aceptara…
- Usted no me entiende… - estaba azorado sin saber que decir
- Yo debo entender su conducta dentro de este proceso que estamos transitando… - le dijo muy serio – pero no debo justificarlo si no corresponde hacerlo… debo ayudarlo a que usted mismo enfrente esa parte suya que lo está boicoteando en su trabajo.
Se levantó del sillón y comenzó a caminar nervioso.
- ¿No hubiera sido mejor decirle que estaba enamorado de ella…? según usted lo estaba ¿no? – él no le contestó – eso le facilitó a ella no tener que reconocerle sus propios sentimientos hacia usted… ¿O usted creía que ella aún estaba enamorada de su compañero de escuela…?
- Era una posibilidad… - lo dijo mirando por la ventana
- Cuando manejaban juntos… - Julián se volvió a verlo por el cambio del tema - ¿Qué sentía?
- Placer… - dijo sonriendo – de hecho me excité…
- Se excitó después que ella se alejara… - le corrigió – pero cuando la tenía pegada a su costado… ¿en qué pensaba por ejemplo?
- En nada… aunque no lo crea – dijo riendo – estaba ensimismado en verla disfrutar, su sonrisa cuando ponía bien el cambio…su expresión cuando trataba de mantenerse dentro del camino, la manera de mirarme cuando se volteaba por segundos a preguntarme si lo estaba haciendo bien…
- ¿Por qué no aprovechó para tocarla más…? – preguntó de pronto – escribió que tenía su brazo en la ventanilla sujetando su cabeza y el otro brazo sobre el respaldo…
- Quería que confiara en mi… - se volvió a sentar – si la hubiera tocado de más es posible que hubiera cambiado de lugar.
- Si ella no hubiera querido tocarlo… - le dijo sonriendo – ella no se hubiera sentado a su lado… tampoco hubiera subido primera a la moto… tampoco hubiera aceptado esos pretextos que ponía para verla… - lo vio sorprenderse – estaba tan acostumbrada a su maltrato que aprovechaba esos momentos de ternura que tenía con ella…
- ¿Cree que yo le gustaba en ese tiempo…? – preguntó esperanzado
- No, creo que se fue enamorando con cada acercamiento que hizo, pero especialmente con el truco de las mandarinas, pero el problema que ella tenía es que usted no le gustaba como persona.
- ¿En qué quedamos entonces…?
- No se confunda Julián… - cerró su anotador – no elegimos de quien nos enamoramos… solo ocurre… es instintivo, hormonal y hasta genético si lo quiere ver de ese modo y a veces nos enamoramos de malas personas… o de personas que nos hacen daño… incluso que nos ignoran o nos rechazan - Julián lo miraba con una rara expresión – elegimos amar… pero enamorarse y amar son dos cosas diferentes.
- Nunca lo pensé de esta manera… - dijo sorprendido
- El enamoramiento es el rayo que te cae de pronto y no podes respirar y te late el corazón desacompasado de pronto y te tiembla la vida completa cuando te toca, porque no lo podés manejar… - le hablaba con paciencia – el amor es una decisión madura, que conlleva el compromiso de asumir ciertas responsabilidades… no se centra en uno, sino en el otro… en que el otro se sienta bien… sea feliz…
- Entonces es mejor enamorarse a cada rato… - dijo riéndose…
- Usted puede tomar la decisión de amar y de dejar de hacerlo si eso es lo que le conviene según su razonamiento y su temperamento… - dijo sonriéndole – pero no puede elegir enamorarse…, puede ser que ocurra varias veces o una sola vez en toda su vida… el enamoramiento puede incluir sexo o no… puede ser incluso unidireccional… porque el enamorarme es algo mío… es lo que el otro me hace sentir…
- ¿Y se puede tener las dos cosas a la vez? – estaba intrigado con el tema
- Si… - le dijo mientras que miraba su reloj – enamorarse y amar a la misma persona es un privilegio… ¿Usted que siente por su esposa…?
- La amo…
- ¿Se había enamorado de ella…?
- No… - dijo levantándose de pronto – lo nuestro se fue dando poco a poco
- Entonces ya lo entendió… - dijo sonriendo – el amor es una construcción de cada día… damos por finalizada la sesión… ahora quiero que se enfoque en escribir sobre el periodo en que comenzó el noviazgo y la primera vez que tuvieron sexo… como era su relación, si hubo discusiones, lo que se vaya acordando…
Julián se despidió y salió del edificio, menos mal que le había preguntado sobre Vanina y no sobre Romina porque seguramente discutirían sobre si la amó o no.
¿La había amado…? estaba seguro que si, tal vez no había podido mantener constante ese amor, como ocurrió con Vanina, pero estaba seguro que se había enamorado y la había amado el tiempo que estuvieron juntos.
Si tan solo pudiera hablar con ella para preguntarle que había sentido por él… ¿Y qué cambiaría con eso…? ¿Y si le decía que no había sido importante para ella…? ¿Y si volvía a sentir el dolor de los primeros tiempos…?
Era momento de poner en pausa sus pensamientos, debía ir a casa y debía preocuparse y ocuparse exclusivamente por su familia. Todo lo demás debía relegarse hasta el momento adecuado.
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