Capítulo 8

Al despertar al día siguiente, Anabel no podía moverse. Damián ya no estaba en la habitación y Anabel no podía negar que no se sentía para nada bien. Era extraño, el día anterior estaba bien. ¿Por qué su pecho dolía tanto? Sus pies estaban un poco inflamados y ni hablar de sus palpitaciones o dolor de cabeza.

Anabel se lamentó un poco. Comenzar su día de esa manera era ciertamente lamentable. Aun así, se levantó como pudo y, tras una dolorosa lucha por bajar las escaleras, tomó sus medicamentos. En el fondo, sabía que su condición había empeorado mucho más que antes.

Anabel no quiso estar abajo mucho tiempo y regresó a la habitación. Sin duda alguna, sería un día para estar en cama. Al entrar a la habitación, Anabel no dudó en acurrucarse entre las cobijas. Aunque no podía dormirse, no podía respirar bien y ya era molesto. Tuvo que esperar casi media hora mientras miraba al techo para poder conciliar el sueño.

Por su parte, Damián estaba en la empresa. Su rostro era de todo menos amable. Con cada día que pasaba, parecía ser una persona cada vez más seria y fría. Esta actitud arrogante hacía que sus secretarias no duraran y sus amigos lo llamaran poco. La mirada severa que siempre daba a cualquiera era sumamente escalofriante. Un hombre lleno de arrogancia y un corazón infame que jamás pensaba en otros. Damián se había vuelto más distante desde que fue abandonado por su prometida. Lo único que atraía a mujeres hacia él era su innegable apariencia. Mujeres superficiales y tontas que lo deseaban por su apariencia o dinero. Algunas eran usadas hasta cansar a Damián y después eran desechadas como basura. Otras simplemente eran rechazadas.

Damián estaba en su escritorio y frente a él estaban su hermano menor Dimitri, también uno de sus amigos y socios, Archi.

-Siento mucha curiosidad por ver a tu nueva esposa –dijo Archi con una sonrisa un tanto burlona– Dimitri dice que es muy bonita.

-No empieces a querer hacerte el chistoso, Archi –exclamó Damián con un tono aireado mientras veía fijamente a Archi– tampoco digas “nueva esposa”, se escucha como si me dedicara a coleccionar mujeres. Por ahora, nadie conocerá a “mi esposa” –dijo de forma sarcástica– y si es hermosa o no, te aseguro que no es tu asunto.

-Veo que hoy estamos a la defensiva –dijo Archi sin dejar de sonreír–. Espero que no hagas la vida de esa mujer miserable. Cuando te lo propones, puedes ser bastante idiota.

-Miren quién lo dice –comentó Dimitri, quien solo observaba la discusión con una sonrisa–. Deberías dejar de jugar con Damián. Se nota que está de mal humor y no dudará en golpearte o romperte una silla en la espalda como la última vez.

-Tienes razón. Dejaré de molestarlo, aunque apenas estaba iniciando con eso de molestarlo. Una pena.

Los tres hombres estaban reunidos para hablar de negocios. Damián odiaba ser molestado en horario laboral y exclusivamente se reunía con Archi para hablar de negocios. Aunque fuesen amigos, Damián no consideraba a Archi un amigo. También estaba el hecho de que sus personalidades chocaban mucho y peleaban todo el tiempo.

Cuando finalmente Damián estuvo solo, pudo suspirar tranquilo debido a la gran sensación de paz. Aunque esa paz fue severamente efímera, ya que minutos después de que Dimitri y Archi se fueran, una mujer de cabello castaño y ojos color miel entró en su oficina con una sonrisa.

-¿Qué haces aquí, Clarisa? –preguntó Damián con una mirada fría y un tono de voz tajante mientras tenía el ceño levemente fruncido–. Es fastidioso verte.

-Quería verte. Desde hace días me había abstenido de venir –respondió Clarisa con una voz suave y coqueta–. Decidí venir cuando estuvieras de buen humor.

-Clarisa, no estoy de humor para soportarte. Creí que había sido claro. No me interesas. Tampoco quiero hacer una unión con tu familia. No tomarás el lugar de Mariana.

-¡Por favor! –exclamó Clarisa un tanto exaltada–. Siempre te dije que esa mujer no era buena para ti, pero tú estabas cegado por ella. Pensaste que su corazón te pertenecía. No digo que no fuese así, pero si huyó es porque no era apta para ti.

-¿Quién supones que eres? Solo yo puedo decidir quién es apta para estar a mi lado –dijo Damián con un tono cínico acompañado de una sonrisa burlona–. Y en definitiva, tú no lo eres. Eres ruidosa y no importa cuántos años tenga conociéndote, Clarisa, te puedo asegurar que ni siquiera como ser humano me interesas.

-¡Ah! No consideres que por el hecho de que te dije mis sentimientos, dejaré que me trates como a todas las idiotas que te siguen –exclamó Clarisa con un tono arrogante–. Sé que tarde o temprano acudirás a mí, soy tu mejor opción. Simplemente esperaré, porque no pienso arrastrarme ante ti por tu atención.

-Te recomiendo no esperar –sonrió a medio lado con una mirada arrogante–. Sabes que es muy difícil que cambie de opinión. Ahora que ya dijiste lo que se estaba atorando en tu garganta, te pido que te retires. Estás molestándome y odio eso. Si no te vas, pediré que te echen.

-¿Por qué deseas humillarme? –la rabia e indignación en el rostro de Clarisa divertían mucho a Damián–. Jamás he hecho algo para ofenderte.

-¿Por qué debo responderte? No me importa realmente. No somos amigos. Deja de venir casualmente a mí. Si no te gusta ser tratada así, te recomiendo no presentarte frente. Es fácil, ¿no?

Clarisa le lanzó una última mirada llena de rencor a Damián y salió enojada. Damián sonrió y se dispuso a continuar con su trabajo, aunque recordó a Anabel. ¿Qué estaría haciendo? Ella misma le había dicho en cara que buscaría un trabajo para no depender de él. ¿Habría salido?

Damián suspiró irritado y llamó a uno de sus empleados de confianza, aunque no estaba contento con lo que escuchaba.

-¿Cómo que no ha salido ni comido? ¿Deseará morir de hambre?

Según escuchaba, Anabel no había salido de la habitación en todo el día, no había comido y le dijo a una sirvienta que no necesitaba nada. ¿Esa mujer estaba cuerda? Damián simplemente no podía entender la situación.

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Comments

Adalgiza Aguilar De Manchego

Adalgiza Aguilar De Manchego

anda que problema

2023-11-28

1

Aidee Leiva

Aidee Leiva

y ahora q ban Acer osea no v a comer

2023-09-27

6

Graciela Peralta

Graciela Peralta

que pasara ahora cuando llegue el

2023-09-09

6

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