El truco de Rachel (2)

Después de que Ariana saliera de la mazmorra, Rachel le ha proporcionado deliciosa comida todos los días y esta mañana no fue la excepción. Bianca entró en la habitación sosteniendo otra bandeja que traía un delicioso desayuno. El olor de los alimentos frescos inundó todo el espacio. Ariana detuvo un momento a la criada que pretendía colocar la bandeja y salir como siempre.

— Bianca.

— Dígame señorita.

— Desde aquí se puede escuchar todo el ajetreo de los demás sirvientes ¿Hay algún evento hoy? — preguntó la chica.

— Según escuché, la duquesa tiene planeado realizar otra fiesta de té cerca del lago.

Ariana se quedó en silencio mientras pensaba y observaba la comida. Rachel misteriosamente le estaba haciendo un gran favor a Ariana que hasta incluso le enviaba vestidos que Helena no se ponía, era bastante claro que tenía planeado hacer algo.

— Bianca, ¿de que labores estás a cargo en la mansión?

— Normalmente labo la ropa o los platos. Cuando termino también limpio.

Había algo que Ariana le molestaba y sus sospechas crecieron aún mas por la reciente fiesta de té.

— Necesito que hagas un favor por mí.

— Por supuesto.

Ariana sacó esta vez un anillo de oro con un enorme Rubí y otras piedras preciosas incrustadas alrededor.

— No importa lo que suceda hoy ni lo que las personas te pregunten ¿puedes testificar que estuviste conmigo todo el día?

— ¿Qué quieres decir? ¿Sucede algo?

— En realidad, yo tampoco sé, pero si de igual manera no pasara nada te compensaré por no decir nada sobre esta conversación.

— Sí señorita, lo tendré en cuenta.

La joven chica bajó la mirada reflexivamente y después de un tiempo habló de nuevo.

— Sí mi madre me llama tú solo quédate quieta y...

Ariana dejó de hablar en ese momento. Bianca entrelazó sus brazos esperando que continuara. Después de pensarlo bien, ella se acercó al oído de la criada y en voz muy baja le susurró algo. Era una orden muy extraña pero Bianca asintió de inmediato.

°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°

Antes de que sus invitadas a la fiesta de té llegaran a la mansión, Rachel mandó a una criada para que llamara a Ariana. No había absolutamente nada bueno en lo que sucedería hoy, por lo que ella le pidió a sus dos hijas que no salieran por ningún motivo de sus habitaciones. Las señoras que asistirían serían todas nobles habladoras que les encantaba difundir rumores.

— Tal vez el ducado se vea afectado, pero es la única forma de que todos esos chismes se disipen.

Rachel ya no podía pensar en su segunda hija como una niña inocente y estúpida. Lo que pasó en la fiesta del jardín no fue casualidad ni tampoco en la inauguración del vino, esa chiquilla tenía todos sus movimientos planeados. Cuando pensó en Ariana que la observaba con la misma mirada que el emperador Calixto, un escalofrío le corrió por la espalda.

— Ya no puedo seguir manteniendola aquí.

Ariana se había convertido en una espada y si no la alejaba podría dañar a Victoria o Helena. Por eso, hoy había creado un escenario perfecto. Ayer contactó con un hombre que haría cualquier cosa por dinero, así que él estaría esperando a la chica de cabellos azules en la pérgola, la invitaría a tomar una taza de té y luego ambos se descontrolarían. Más tarde cuando todas su invitadas fueran hacia ese lugar, verían como su segunda hija se revolcaba con aquel desconocido.

Las damas verían como Ariana que aún no estaba casada, se divertía con él. Muchas se horrorizarían por tal atrocidad.

— En ese momento, será mejor que me desmaye.

Luego, tan pronto como las señoras abandonaran la mansión, todo el Reino se enterará del escándalo que Ariana Bronte provocó.

— Ariana, no importa cuan resentida estés. Tú aún eres joven e inexperta.

Lo que sucederá hoy en la fiesta en el jardín no será olvidado y la reputación de Ariana se derrumbará. Eso podría sacudir un poco el nombre de la familia Bronte, pero después de todo, Ariana también era la hija del rey Calixto.

Este es un mundo donde el comportamiento de las mujeres era más un problema que el abuso de los padres.

°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•

Una criada le avisó que su madre deseaba verla.

— Espera un momento, me cambiaré.

Cuando la sirvienta salió, Ariana rápidamente se cambió de vestido, tomó la daga y la escondió entre los vuelos de su ropa.

"Espero que nunca tenga que usar esto."

Luego con una expresión relajada siguió a la criada hasta la habitación de su madre. Era la primera vez que iba a ese lugar por otros motivos distintos a la limpieza. La gran puerta se abrió y la joven entró, ya Rachel la esperaba sentada en uno de los sofá recibiendola con una gran sonrisa y luego se puso de pie y se acercó a Ariana cuando entró, dijo colocando suavemente el cabello sedoso de Ariana detrás de su oreja.

—“Te ves linda usando eso.”

— “Gracias a mi madre por cuidarme”.

—“Fui al centro ayer y compré una caja nueva de cosméticos¿Te gustaría ponerte algo de maquillaje?”

—“No sé maquillarme”.

—“Yo lo haré. Siéntate."— Rachel se sentó frente al tocador y trajo sus propios cosméticos para maquillarse.

Los cálidos dedos de Rachel rozaron las mejillas y los ojos de Ariana mientras los cerraba.

Lo que la Ariana de la vida pasada, la lamentable Ariana, deseaba tanto. Pudo lograr eso en esta vida, pero le dolía el corazón al saber que el toque de Rachel no era sincero.

Es natural que una madre maquille por primera vez a su hija que ha llegado a la edad adecuada. Pero para Ariana, este momento no se sintió nada natural.

Cada dedo que tocaba su mejilla se sentía como si estuviera sosteniendo una hoja fría y afilada. Más bien, la temperatura corporal fría del emperador del norte se sentía más cálida.

Ariana abrió suavemente los ojos y se miró en el espejo.

Como una mujer de burdel, miró fijamente su propio rostro, que se había vuelto vulgar debido al maquillaje.

—Eres hermosa.

— Gracias madre, es realmente bonito.

Después de hablar un poco más sobre joyas y vestidos, Rachel por fin decidió ir al grano.

— Ah, ahora que lo pienso, Ariana necesito que hagas un favor por mí.

— Claro, madre.

— Ayer estuve paseando por la pérgola que hay cerca del estanque y dejé mi collar allí. Pensé enviar a una criada, pero por estos días no se puede confiar en la avaricia de las doncellas. ¿Puedes traermelo?

— Sí.

— Es muy caro, así que debes tener cuidado.

La expresión en el rostro de Ariana desapareció cuando salió de la habitación a petición de Rachel.

Ariana caminó, mirando al frente con ojos fríos.

Caminó sin dudarlo hacia el infierno que Rachel había preparado para ella.

°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°

Rachel se detuvo en el pasillo y miró por la ventana. Se sintió culpable por un segundo cuando vió a Ariana caminando hacia el bosque sin dudarlo.

Esa niña era inocente.

Sin embargo, cuando recordó los ojos de

Ariana, que se parecían a los del emperador Calixto,la culpa desapareció por completo.

Los días en Argoz vinieron a su mente , salpicados de soledad y tristeza, aún eran vívidos. Tuvo que ir allí dejando atrás al hombre que ama y a su hija Helena recién nacida por culpa de su padre.

Calixto y su familia siempre la miraron con sospecha porque era la hija del emperador.

Incluso cuando Rachel estaba embarazada, el emperador Calixto no dijo ni una palabra de bondad.

Cuando se anunció la noticia del embarazo, la reacción del emperador Calixto fue una fría exclamación.

-"Vaya.

Sus ojos azules, parecidos al cielo, brillaban intensamente como si sospechara que incluso el embarazo era una mentira.

En ese momento, Rachel estaba en un estado mental muy débil. Si Calixto o su familia lo hubieran tratado con calidez, podría haber tenido un resultado diferente al actual.

Todo pertenece al pasado.

Después de estar convencida de que estaba embarazada de un niño que nadie quería, Rachel sintió que el niño dentro de ella era como un parásito.

"Nunca, ni por un momento, pensé en Ariana como mi hija."

Fue aún más después de que descubrió que el niño nacido se parecía al emperador en lugar de a ella.

Ariana es la hija del emperador Calixto , no mi hija. La hija de ese hombre frío e indiferente.

Rachel apartó la mirada de Ariana cuando entró en el bosque.

El pecado de esa niña, fue que nació como hija del emperador Calixto.

"Nadie te dio la bienvenida, Ariana. Así que no deberías tener otros pensamientos. Si hubiera sido tan obediente como antes, le habría dado una esposo con una buena familia cuando llegara el momento."

°•°•°•°•°•°•°•°°•°•°•°

El olor de la tierra, el olor de los árboles y las sombras de ellos en el suelo. El sonido que escuchas cada vez que pisas el suelo. El canto ocasional de los pájaros y el deambular de pequeños animales salvajes. El sonido del susurro de la hierba. A Ariana le gustaba el bosque, pero ahora nada es bueno en este infierno.

Ariana caminó, mirando al frente. Apretó sus pequeños puños con fuerza y simplemente caminó inexpresiva.

La pérgola, lo suficientemente grande para cinco o seis personas, estaba cubierta con una tela blanca Ariana la quitó. Una tetera y dos tazas de té se colocaron sobre una mesa dentro de la pérgola.

Aún salía vapor caliente de la taza de té. Como si dos personas bebieran té juntas en esta habitación.

Y el sutil olor a afrodisíaco que llenaba el interior de la pérgola. El sonido de pequeños pasos acercándose por detrás. El sonido de la tela siendo quitada de la pérgola.

Ariana se dio la vuelta, agarrando la daga que había escondido en su pecho.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***