Próximo plan

La duquesa Rowens miraba lastimosamente a la menuda chica de cabellos azules que comía desesperadamente frente a ella.

— Parece que los rumores eran ciertos. Había escuchado que los duques Bronte no cuidaban bien a su segunda hija y en cambio la mantenían oculta a los demás.

— Es un malentendido, señora Rowens. Ariana es un poco traviesa y siempre juega con cosas así... — se justificó Rachel.

— ¿Me estás diciendo que esta niña se golpea así misma por un juego? Ya las mentiras no te quedan, duquesa. Incluso hay heridas en partes de su cuerpo que ni Ariana misma puede tocarse. Me pregunto si el emperador Calixto sabe que a su hija la están matando de hambre aquí.

El rostro de Rachel palideció cuando se hizo mención de su exmarido. En cambio apretó fuertemente el dobladillo de su falda y dijo:

— Los modales y la situación de mi hija son asuntos míos, Duquesa Camila, está cruzando la línea. Desconocía que los nobles de la capital mostraban tanto interés por cosas que no le incumben.

Rachel dejó de intentar ganarse el corazón de Camila Rowens. El mundo social de la capital no solía estar solo en las manos de esa mujer, habían más candidatas. Era una lástima perder a tal figura pero no pretendía ser servil frente a Camila, pero ella respondió con una sonrisa.

— No, Duquesa Bronte, los nobles no suelen meterse en Asuntos de ese tipo, pero algo que le puedo asegurar es que los aristócratas de la capital suelen tener mejores modales y saben cuidar bien a sus hijos.

Rachel estaba a punto de perder la cabeza y cuando Helena vió a su madre en tal estado decidió interferir.

— Duquesa Rowens no culpe a mi madre. Soy yo la causante de esto por no enseñarle modales a mi hermana menor.

— Ah ¿entonces es la señorita Helena quien le pega a su hermana?

— ¿Qué? No yo... — Helena sin saber que decir se volteó hacia Victoria pidiendo ayuda, pero su hermana estaba aún peor.

— Como dijo mi madre antes, Ariana fue descuidada y se cayó por las escaleras... — Habló Victoria.

— Sí, ella suele ser así. — Helena rápidamente ayudó a Victoria, pero ninguna de las expresiones de los nobles se suavizaron. Madre e hija se percataron que ninguna excusa cambiaría la tétrica situación.

Camila Rowens miraba fríamente a las tres y luego se puso de pie.

— Cuando la veamos de nuevo, Ariana tendrá más y más moretones en su cuerpo.

— Estás malinterpretado las cosas...

— Bueno, ya lo veremos en la fiesta de inauguración. Ya recibí mi invitación y no pienso dejar de asistir, espero que Ariana también pueda acompañarnos. — Se volteó hacia la chica. — Nos vemos pronto, segunda princesa.

•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•

La fiesta se terminó en un ambiente totalmente deplorable. Los invitados se fueron enojados y completamente descontentos. Rachel le gritó a Ariana y maldijo hasta casi quedarse sin aire, pero se contuvo y no la golpeó. Ahora la chica se encontraba encerrada en su habitación sin poder salir ni mucho menos comer, pero estaba satisfecha por los resultados de la fiesta y claro, esto solo era el comienzo.

Sentada en un rincón de la estrecha habitación, ya se encontraba planeando su próximo paso. Dentro de una semana, se celebraría la fiesta de inauguración en el gran salón del ducado Bronte. Se festejará el lanzamiento del nuevo vino producido por la vinícola de Jacob. En aquel tiempo, fue todo un éxito y los Bronte se enriquecieron aún más.

— Qué lastima que esta vez sus planes se arruinarán.

En su vida pasada Ariana no participó de dicho festejo, pues Rachel la encerró en una celda, pero ahora de seguro se verá obligada a asistir debido a Rachel , pues ella tiene que limpiar su imagen después de este incidente y hacer el papel de madre buena.

Una fría ráfaga de aire abrió la ventana que se encontraba cerrada con seguro. Ariana levantó la cabeza y no se sorprendió al ver que un chico de cabellos plateados la observaba.

— Al parecer su Alteza aún sigue estando aquí. — Ariana suspiró y comentó en vos baja.

— Y al parecer a ti te gusta sacar de quicio a tu madre.

— Aún no has visto nada...

Cyrus se agachó para estar a su misma altura.

— Te conozco como la verdadera hija de Rachel Bronte pero... ¿Por qué esa mujer te trata así?

— En el mundo existen muchos tipos de familias retorcidas. Mi madre y yo, somos una de esas tantas.

— ¿No te molesta que todo el amor y cariño de tu madre, pertenezca solamente a tus otros hermanos?

— Ese afecto nunca fue mío, así que no tengo por que molestarme.

— ¿Estas segura?

— ¿Como me atrevería a mentirle a su Majestad?

Una pequeña sonrisa se dibujó en el rostro de Cyrus, casi imperceptible.

— ¿Te has dado cuenta de que eres una mujer muy interesante?

— Nunca me lo habían dicho, pero es un honor que su Majestad piense de ese modo.

Cuando Ariana conoció por primera vez a Cyrus, le tenía miedo. Su expresión sombría y sus ojos asesinos dejaban una gran impresión. Pero después de un tiempo, poco a poco se fue dando cuenta que los rumores no eran del todo verdaderos, tal vez no era un hombre que mataba solo con mirarlo, sino ya lo habría hecho ¿cierto?

De igual manera Ariana no pensaba involucrarse con él, ella tenía su propio plan y no deseaba que el gran emperador del Norte interviniera.

°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°

En la habitación, se encontraban Rachel, Victoria y Helena, la atmósfera en aquel lugar era pesada. Hacía una hora su madre las había reunido para platicar sobre algo. Victoria anteriormente golpeó y encerró a las criadas que debían vestir Ariana. Había destrozado su habitación , lanzado todo por la ventana, ella que jamás había perdido la paciencia por primera vez actuaba como Helena, mientras que esta se encerró en la biblioteca y gritaba enojada.

— ¡Debiste golpear a esa bastarda hasta dejarla deforme, madre! ¡Pero solamente la encerraste en su asquerosa habitación! — gritaba enojada Helena a la vez que caminaba de un lado a otro

— ¡Respeta a nuestra madre!

— Silencio, Victoria ¡te recuerdo que todo esto es culpa tuya!

— ¿Mi culpa? ¡Fue tu idea! ¡Y tus estúpidas criadas tampoco saben hacer nada bien!

Rachel harta de la discusión, golpeó fuertemente la mesa, quedando todo en silencio.

— ¡¿Pueden parar ya de discutir?! — Ambas chicas bajaron la cabeza avergonzadas mientras Rachel les indicaba que se sentaran a su lado y cuando así lo hicieron ella las abrazó.

— Helena, no puedo golpearla aunque quiera. No debe haber marcas de abuso en su cuerpo por ahora y al menos después de que pase la fiesta de inauguración.

— ¿Piensas dejar que Ariana asista? — preguntó desconcertada Victoria.

— No tengo otra opción, si no lo hago las señoras que asistieron hoy difundirán aún más rumores si Ariana no va a esa fiesta.

— ¿Qué pasa si esa perra hace otro desastre como el de hoy? — bufó Helena.

— La tendremos bien vigilada. Victoria deberá quedarse junto a ella todo ese tiempo. Tenemos que dar la imagen de una familia feliz y limpiar nuestro nombre, también hay que eliminar todos esos rumores de una vez. No podemos fallar...

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Comments

Sandra Mejia

Sandra Mejia

Hay con madres así pa q enemigos, arpías, mostruos.

2024-03-01

3

Angels Afrodita

Angels Afrodita

jajjajaj de verdad estás tipas son unas perras de 1ra categoría jajjaj gracias autora

2023-07-30

5

Sandra Martinez

Sandra Martinez

con una mamá y hermanas como esas para que más enemigos!

2023-07-28

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