Acontecimiento inesperado

Si la criada gritaba ¿Sería mejor fingir ser inocente y presentar a este chico como el emperador del Norte? ¿O sería mejor no hacer nada y dejar que Cyrus matara a esas dos? ¿Tal vez gritar primero y actuar como si el emperador me sometiera?

Muchas eran las ideas que recorrían como relámpagos en la mente de Ariana, mientras la criada levantaba la lámpara que traía en la mano, iluminando el pálido rostro de la jóven. Ariana estuvo a punto de abrir la boca pero se percató de que la gran mano de Cyrus cubría sus labios. En ese instante la criada volteó la mirada y siguió buscando como si nada pasara.

"¿Está fingiendo? No, no puede ser, las criadas de la mansión disfrutaban con cada error que cometía. Entre más grande el problema, mayor era la diversión cuando informaban a sus señores. "

Ver a Ariana en los brazos de un hombre, fue el mayor error que ella haya podido cometer, sin duda alguna si esto llegaba a oídos de Helena saltaría de alegría y recompensaría a la sirvienta. Aún así ninguna de las doncellas dijeron nada ni se sorprendieron.

"Increíble ¿Será esta la tan mencionada magia del Imperio Sueton del Norte? "

Una de las razones por las cuales Cyrus se sentó en el trono a tan temprana edad era debido a los reconocidos poderes que este tenía. El Reino del Norte siempre se caracterizó por la magia fría, pero ese hecho se fue extinguiendo con el paso de los años hasta que solo Cyrus pudo heredarla. Ariana se quedó observando en silencio al jóven quien tampoco apartó la mirada de la chica, aún después de que las criadas se fueran de la cocina ellos seguían en la misma posición.

Después de un tiempo Ariana volvió en sí y trató de escabullirse de entre sus brazos, pero el emperador habló primero.

— Te hice un favor. Ahora me debes una.

La chica quedó atónita por las palabras de Cyrus.

"¿Un favor? Nada de esto hubiera pasado si tú no aparecieras en la cocina a estas horas de la noche."

Pero Ariana habló cortésmente sin revelar sus verdaderos pensamientos.

— Es muy considerado en socorrerme ya que escuché que el emperador no suele ayudar a mucha gente.

— No todos los rumores son ciertos, así que recuerda eso de ahora en adelante.

— No creo que sea necesario recordar nada más, ya que no nos volveremos a ver en el futuro.

— Bueno. Ninguno de los dos sabemos cómo será el futuro ¿verdad?

Ariana levantó la cabeza y lo observó, si ella fuera otra de esas chicas comunes, seguramente sus palabras la hubieran emocionado mucho, pero sin embargo su corazón que había pasado por todo tipo de dificultades no se estremeció ante la supuesta bondad de Cyrus.

— ¿Su Alteza quiere algo de mí?

— Tú, que ni siquiera puedes ser tratada como una plebeya común ¿tienes algo para darme?

— No lo sé, pero según parece el emperador sabe muchas cosas sobre mí y yo lo acabo de conocer hoy.

— Oh, de hecho si sé bastantes cosas incluso algunas que tú no tienes idea.

Ariana quedó en silencio y una expresión desinteresada se dibujó en su rostro.

— ¿No tienes curiosidad a cerca de por qué tu madre favorece más a Helena que a los demás, si ella no es su verdadera hija?

Ariana abrió los ojos como platos. Ese era un secreto que muy pocos sabían y ella lo conocía por mera casualidad ¿Como podría saber Cyrus algo como eso? Ariana necesitaba saber hasta donde este chico conocía ese secreto

— Ahora que empezaste por favor continúa.

— ¿Qué me darás a cambio si te digo lo que se?

— ¿Qué podría ofrecerte yo, que ni siquiera soy tratada como una sirvienta común?

Cyrus levantó la barbilla de Ariana con su dedo índice y la miró como si se estuviera divirtiendo.

— Se ve que no te avergüenzas de tu posición.

— No tengo nada de que avergonzarme.

Cyrus acercó su rostro excesivamente al oído de Ariana y le dijo todo lo que sabía.

Desde que la chica llegó a la mansión Bronte, Jacob ya tenía una hija antes de casarse con Rachel, de su anterior matrimonio con la difunta duquesa Elina, pero todo era una mentira. Antes del compromiso, el emperador Ernest, desconocía completamente sobre el romance secreto entre su hija y el duque Bronte, tal fué su sorpresa que casi envía a ejecutar a Jacob, pero en ese instante Rachel ya estaba embarazada de él. La ira de su padre explotó y quería matar a su propia nieta cuando aún estaba en el vientre de la madre, pero esta se negó y amanezó con suicidarse si le hacían algo a su pequeña. Como era necesario que Rachel se casara con Calixto, la boda entre ambos se retrasó esperando a que diera a luz. Después de que esto sucedió, obligaron a Elina para que se casara con Jacob fingiendo que Helena era su hija y criarla como tal, de esta manera Rachel pudo casarse con el emperador sin que nadie sospechara.

Cuando Rachel huyó de Argoz y se divorció regresó a la mansión Bronte, pero aún quedaba un obstáculo y era la propia Elina. No podían dejar rastros de su crimen así que "una enfermedad" acabó con la vida de la duquesa de la noche a la mañana. Ni siquiera si familia era capaz de preguntar por el paradero de Elina y pronto el asunto se olvidó. Poco después Rachel volvió a quedar embarazada y dió a luz a su tercera hija, Victoria

El gran secreto de Rachel, Ernest, Jacob y Helena que nadie más sabía, este chico lo descubrió y conocía todos los detalles.

— ¿Ya sabías esto?

Preguntó Cyrus ante la reacción poco convincente de Ariana.

— No ¿como podría saber algo así? ¡Es horrible!

Dijo rápidamente.

— No pareces muy sorprendida...

— ¡Claro que estoy sorprendida! Es solo que no puedes ver bien mi expresión.

Después de que Helena supo la verdad, comenzó a odiar Ariana. Pues ella creía que toda la culpa era de su hermana al no poder anunciar abiertamente que sí era la hija verdadera de Rachel, por lo que todos los aristócratas la ven como si su sangre perteneciera solo a una noble sin mucho rango.

— ¿Para que me contó todo esto?

— Porque me interesa lo que vayas hacer en el futuro.

— No pretendo hacer nada.

— No lo creo.

Ariana empujó el pecho de Cyrus y sus brazos que anteriormente permanecían en la cintura de la chica, cayeron. La joven dió un paso hacia atrás y lo miró.

— Fue un honor único en la vida poder conocer al emperador del Norte.

— ¿Eso significa que nunca más querrás verme?

— Es muy poco probable.

Ariana le dedicó una pequeña sonrisa y se dió media vuelta con intenciones de marcharse, ya estaba apunto de abrir la puerta cuando una vez más la voz de Cyrus se escuchó.

— Segunda princesa Bronte.

Ariana se quedó inmóvil ante el título que por primera vez escuchaba tanto en esta vida como en la otra.

— No soy Bronte ni mucho menos una princesa.

— Entonces ¿Cómo debería llamarte?

— Como gustes.

Ariana desapareció entre la oscuridad y pronto los pasos que se escuchaban se desvanecieron, Cyrus abandonó pronto la cocina. Isaac miraba boquiabierto al emperador que se sentó junto a él

"¿Acaso estará enfermo? ¿Se volvería demente?"

No podía comprender la actitud de su señor que aborrecía a las demás personas. Cyrus entró en la cocina cuando no tenía porque hacerlo, habló con Ariana cuando no tenía nada de que hablar y la ayudó.

— Ya sé lo que estás pensando y hago esto solo porque esa chica nos puede ser de ayuda.

A pesar de su comentario no logró convencer al joven Isaac que conocía muy bien a Cyrus. Sí quería algo de Ariana, bien pudo agarrarla por el cuello y sacarle toda la información, como siempre solía hacer.

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