Rachel abrió los ojos, pero la actitud de Ariana seguía inquebrantable y no corrió ni mucho menos agachó la cabeza. Para consternación de Victoria, el comportamiento de su hermana fue incalculable para ella también. "Yo ordené a esas criadas que la vistieran, ¿pero por qué demonios ella vino así?" Victoria se horrorizó al ver que Ariana no se intimidó cuando se convirtió en el centro de atención, ni mucho menos se sentía apenada con la ropa miserable que tenía puesta. "No, esto está mal". Victoria pretendía que Ariana apareciera con un atuendo ridículo e infantil que no correspondía a su edad. Esperaba una escena en donde las damas jóvenes se burlaran y rieran de Ariana con el pelo bien trenzado en dos coletas. Entonces, su hermana buscaría ayuda en ella y se esforzaría por no apartarse de su lado. Después, Victoria demostraría cuán madura era ella con respecto a su segunda hermana mayor. Sin embargo, Ariana tenía una sutil sonrisa en el rostro, el mentón ligeramente levantado y la cintura erguida, repleta de dignidad. En ese momento, Helena saltó hacia su hermana sin previo aviso.
— Ariana, ¿ya estás aquí?
— Sí, señorita Helena.
Todos contuvieron la respiración cuando escucharon a la joven utilizar honoríficos hacia su propia hermana, como si fuera una criada. Pero Helena estaba acostumbrada a que Ariana la llamara así, por lo que no pensó que estuviera mal y, tomando su mano, la sentó junto a ella en la mesa.
— Ven aquí, tomemos té juntas.
Luego les dijo a todos con una pequeña sonrisa.
— Escuchen, esta es mi hermana, Ariana, ¿no es muy bonita?
La reciente pregunta sonaba más como una burla. Helena pensaba que Ariana no podía tener ni un solo lado bonito viéndose de esa manera, pero los nobles presentes creían otra cosa y es que su actitud la hacía más que digna para ser una noble.
— Ariana, querida, ¿no dijiste que te sentías mal hoy? Entonces, ¿por qué golpeaste y echaste a las criadas que te envié a vestirte hoy y, en cambio, te apareces así? ¿De dónde conseguiste esa ropa? — Rachel calmó su enojo y habló calmadamente, sabiendo que Ariana no sabía responder a este tipo de preguntas, pero la chica sin dudarlo superó las expectativas de su madre.
— Tengo hambre porque no he comido bien en semanas, pero no estoy enferma, gracias por su preocupación. Y vine así porque, como bien sabes, solo tengo esta pieza de ropa. Pensé en no ponérmela porque era muy informal, pero no me quedaba otra opción. No podía entrar desnuda. Con respecto a las criadas, me vi obligada a escabullirme de la habitación porque las doncellas se enojaron y querían golpearme.
Diciendo esto, Ariana levantó su mano y se echó el cabello hacia atrás, revelando el gran moretón que tenía en el cuello y lo delgado que estaban sus brazos. Cuando las mangas de la fina tela que llevaba consigo dejaron al descubierto su piel magullada, todas las marcas y heridas que Rachel le provocó hacía unos días eran visibles para todos. Los nobles no tardaron en comprender la situación de Ariana y ahora sabían cómo era tratada en la mansión. Rachel sabía que la situación no era para nada buena y, si no hacía que Ariana saliera del jardín, se pondría peor. Pero Rachel no sabía qué decir por primera vez en su vida.
— Hermana, ya basta. No es para nada gracioso avergonzar a tu madre diciendo mentiras como esa. — La voz suave de Victoria intervino al ver que su madre no podía solucionarlo y, por un momento, la mirada de los nobles se suavizó.
— Yo... ¡Lo siento mucho, mi Lady Victoria! — Ariana se encogió mostrando una expresión aterrorizada.
— ¡Hermana! — incluso Victoria perdió la paciencia y levantó la voz, lo que provocó que Ariana bajara aún más la cabeza.
— ¡Los siento mucho, señorita! Haré lo que sea, pero por favor, no me pegues. — Ariana se veía tan frágil y pequeña, con los brazos levantados en una postura de defensa como si la hubieran golpeado a menudo. Además, los moretones y marcas se vieron una vez más.
Ya se podían escuchar los muchos susurros que las jóvenes que hablaban mientras lanzaban miradas desagradables hacia los duques Bronte. Victoria, que siempre sabía manejar la situación, nunca había experimentado algo así. Ella no podía entender por qué Ariana se comportaba de esa manera. A Helena le gustaba que su hermana la llamara 'dama', pero Victoria nunca le ha pedido que lo haga. Ariana no tenía nada que perder, pues ni siquiera poseía una reputación, pero para Helena, Victoria, Rachel y Jacob la situación era distinta, pues su imagen sí valía mucho.
—Querida hermana, no estoy enojada. Espera... ¿Qué tienes en la cara? Victoria sacó un pañuelo y se lo tendió a Ariana, quien lo tomó con manos temblorosas.
— Gracias, señorita.
— Hermana, ya no sigas llamándome señorita. ¿Qué sucede? Antes no eras así.
— Ah sí, lo siento mi lady. — pero ella seguía utilizando los honoríficos hasta el final y Victoria se sentó de nuevo, apenas reprimiendo las ganas de gritar.
No sabían qué hacer. Cualquier cosa que digan podría sonar como una excusa barata ya que eran claras las marcas de abuso. Entonces Rachel se rió torpemente y dijo:
— Ah, mi querida Ariana se cayó ayer de las escaleras y se lastimó un poco, pero no se trata de nada grave según el médico.
Las damas nobles no parecían creer en las palabras de Rachel y cada vez más los comentarios venenosos se escuchaban por todos lados.
— Parece que la tratan mal porque no heredó la sangre del duque de Bronte.
— Quizás la duquesa aún le guarda rencor al emperador Calixto y por eso descarga su ira en la pobre chica.
— Pobrecita, solo es una niña y mira cómo la han golpeado hasta llegar a tal punto.
— Sí, ese es el caso ¿no hubiera sido ideal dejar a la chica con su padre? Es mejor que ser maltratada aquí.
— Los Bronte son unos monstruos.
El rostro del duque Jacob se puso rojo de la ira. Para él, que cuidaba su reputación más que nada, no fue agradable escuchar rumores sobre que su esposa maltrataba a Ariana por el exmarido. Incluso la tonta de Helena se mordía el labio inferior al percatarse de la atmósfera tan pesada que se sentía.
— Disculpen. — Cuando Ariana abrió una vez más la boca, Rachel la fulminó con la mirada. — Es que tengo tanta hambre ¿puedo tomar algunas galletas?
Todos los presentes comenzaban a sentir simpatía por la joven chica y le dedicaban miradas llenas de compasión y cariño. Incluso la duquesa Camila Rowens, que permaneció en silencio durante todo el evento, decidió hablar.
— Por supuesto, querida. Toma todas las que quieras. Y por favor, no te preocupes por los comentarios de los demás. Sabemos que eres una joven valiente y fuerte.
— Claro, preciosa. Puedes tomar lo que quieras.
Ariana agradeció y se metió en la boca una de las tantas galletas de chocolate que se encontraban en la mesa. A pesar de su figura tranquila, por dentro su corazón se encontraba en llamas, y es que por fin había puesto en marcha su plan de venganza.
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Comments
Sandra Lopez
Muy astuta Ariana,dándole donde más les duele 😁😁
2024-03-06
4
Yulienb🌹
les està dando donde màs les duele su imagen ha quedado dañada. Bravo chica bien hecho
2023-10-07
10
Luz
siiiiiiiiiiiiiiii una hermosa venganza primero la humillación y después sus muertes
2023-07-17
7