Kate [Capitulo 3]

Él se apartó y yo lo miré sorprendida, fue entonces que reaccione y me apoye con las manos al suelo cuando levante mi espalda del suelo para mirarlo mejor. ¿Por qué me alejaba de él? ¿Tanto le molestaba mi presencia? Fue lo primero que me pregunté mientras arrugaba las cejas, indignada.

—¡Yo sólo quería ayudarte!—exclame molesta cuando veía a mi alrededor los vidrios rotos en el suelo junto a mí. Algunos se habían clavados en mis brazos por la caída y comenzaban a dolerme, por eso mi enojo a la vez.

Él se agachó, acercó su rostro al mío por unos milímetros y su cabello desordenado ahora no me debaja ver sus ojos, lo cual era malo. Porque no sabía si aún estaba caliente y quería continuar, o sólo quería amenzarme. De cualquier forma, la primera opción siempre era válida para mí.

—No necesito la ayuda de nadie.—me dijo de manera indiferente y con fastidio. Yo lo miré con las cejas arrugadas totalmente en desacuerdo. Entonces él hizo una pausa, pensativo.—; ¿De cualquier forma por qué lo intentas?

Yo trague fuerte y él lo notó cuando le echó una mirada a mi garganta.

"Sospechoso"

Estoy segura que es lo que piensa ahora mismo por lo que acabo de hacer, y lo sé porque ahora lo veo más interesado en mí o en lo que trato de esconder. O lo que él piensa que yo escondo.

Lo cual estaba muy lejos de la realidad. Yo no tengo ningún problema con decirle que estoy perdidamente loca por él. Pero no sabía si eso era lo que él quería escuchar ahora, mi idea no era alejarlo de mí más de lo que podría tener oportunidad. Y estoy segura de que él no me ama cómo yo creo estar de él.

Todo de él me obsesionaba, y tenerlo tan cerca como yo siempre lo había fantasiado con él en los momentos más íntimos, sólo hacia que fuera imposible tomarlo en serio aún cuando él ahora mismo estaba pensando en otras cosas. Y eso sólo me hacía pensar que yo no tenía control de mí misma, sino él sobre mí.

Lo cual me asustaba, pero a la misma vez me fascinaba todo lo que él amor podía hacer en mí.

Levantó la mirada quitándose los mechones de cabello que le comenzaban a estorbar la vista para mirarme a los ojos fijamente, cómo si esperará que viera en ellos mis secretos más profundos cuando aún esperaba mi respuesta a su pregunta. Pero lo olvidé, estaba totalmente perdida en su mirada ahora mismo que no podía pensar.

—¿Y bien?—dijo levantando una ceja cuando yo me quedé paralizada.

¡Mierda!

—¿Q-qué decías?—le pregunte con torpeza mientras me levantaba del suelo y él seguía con esa mirada curiosa y suspicaz de la que me gustaría saber del porqué.

—¿En que pensabas?—preguntó.

En tí.

—En que...—de repente me llegó el recuerdo del porqué estaba aquí en primer lugar y abrí los ojos con sorpresa mientras me dirigía a la puerta con prisa.—; tienes razón no debería haberte interrumpido y intentar hacer lo que sea que quería que pasase.

Mamá seguro estaba más preocupada de lo que alguna vez estuvo antes debido a la tardanza, primero Jake y luego yo. Sólo esperaba que después de esto no nos echará un sermón otra vez, aunque lo dudo.

Ni siquiera le dí tiempo de que dijera cualquier otra cosa y salí del lugar en busca de Jake entre la multitud. Nunca pensé que llegaría el momento de decirle adiós a Declan Millers, y que sería yo la que abandonaría el sitio primero que él por Jake. Esto definitivamente era doloroso para mi corazón porque tal vez era la última interacción que tendría con él, Jake tenía que recompensarlo con un gran helado de chocolate o no sabría que hacer.

Mi teléfono comenzó a sonar con la música de "One directión" como tono de llamada que tenía y lo tome.—¿¿Donde estás, Kate?? Mamá está cómo loca.

—¿Qué? Donde estás tú de hecho.—le dije confundida mientras miraba alrededor como si esperara encontrarlo a lo lejos.

—En casa, llegue hace poco.—dijo un poco más calmado.—; tienes que regresar.

—Lo sé, lo sé.—dije rodando los ojos con fastidio. Perfecto, él estaba bien y yo demásido preocupada porque pensé que le había pasado algo.

De repente unos brazos fuertes me rodearon con fuerza mientras que con un trapo blanco me tapaba la nariz y con la otra la boca con intencidad. Mi teléfono cayo al suelo cuando yo intentaba gritar y patalear con todo de mí para llamar la atención mientras él me llevaba con él. Lo intente todo, incluso trate de morder su mano pero él era más fuerte.

Lo último que escuche fue la voz preocupada de Jake a través del teléfono gritando mi nombre.

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