—Mi hermano y yo trabajábamos en los laboratorios clínicos de Livingston. Él era el encargado del área de investigación del área A y yo únicamente hacia investigación bioquímica—comienza su relato y aunque parece que Liam le ignora, en realidad pienso que no quiere mirarlo a la cara para no romperle el rostro, puede que recordar lo que paso en ese lugar le traiga malos recuerdos.—Padue Pharma nos contrató con la idea de que crearíamos una línea de productos militares, pero conforme avanzaba el tiempo, John y yo descubrimos qué los ideales de Pardue eran distintos a los que creímos.
—¿Me dirás que eres inocente de lo que sucedió? —se burla Liam y aunque en cierta forma es también lo que pienso, veo en el rostro de James.
—Soy culpable, pero no quieras echar sobre mis hombros la culpa que le corresponde a Pardue Pharma, fue su ambición lo que llevo a la destrucción de Livingston, porque de otra forma, todos esos científicos qué trabajaban en sus laboratorios no se hubiesen prestado hacer tal estupidez que algunos no solo les costó sus carreras sino su vida—explica James asumiendo su culpa.
—¿Entonces, porque sigues aquí?—le recrimina Liam.
—¿Me dejarás contar mi historia, si o no?—protesta James frunciendo el ceño, quizás harto y cansado de las acusaciones de Liam.
—Habla—termina diciendo Liam, desviando nuevamente la mirada hacia otro punto en aquella cueva húmeda.
—Mi hermano fue quien descubrió toda la sarta de mentiras de Pardue, él descubrió que las muestras que nos enviaban a nosotros en realidad eran de origen endoparásito.
—¿Y eso que quiere decir?—cuestiono un tanto confundida.
—Los endoparásitos residen permanentemente, al menos en algunas etapas de su desarrollo, en el interior de un huésped con características específicas para garantizar su vida, hace de su huésped su hogar y a menudo comen de ellos. La droga qué se filtro de los laboratorios hacia Livingston estaba técnicamente producida en base al gen de un endoparasitario llamada activo azul.
—¿Cómo fue que se filtro? —cuestiona Liam está vez más interesado en su relato.
—Pardue Pharma se enteró de que alguien había filtrado información sobre lo que sucedía en ese lugar, así que los científicos del laboratorio B y X fueron desalojados mientras que las personas que residían en el laboratorio A fueron...
—Asesinadas—añado no porque sea una palabra al azar, sino porque algo muy dentro de mí, me lo dice, como si lo supiera o como si hubiese estado ahí.
—Explotaron los laboratorios mientras los científicos aún seguían ahí—admite James con cierta culpa y tristeza—El gen del activo azul quedo disperso en la montaña y las lluvias de esos días, llevaron los restos de los endoparásitos al agua del río y lo demás como se suele decir, es historia.
—Pero aún no explicas que haces aquí y como es que sabes tanto—dice Liam levantándose de su sitio de forma amenazante.
—Creo que debes saber bien que es lo que hago aquí, incluso tú—dice dirigiéndome la mirada.—si estoy aquí es porque trabajar para Pardue Pharma ha sido la única manera de sobrevivir. Ellos me trajeron para que ese maldito sectario millonario dejara de molestarlos, pero no contaron con que Adler los traicionaría. Así que no tuve más remedio que hacer mi trabajo.
Se crea un silencio sepulcral en aquel sitio, ni Liam se atreve a decir nada ni James continúa justificando sus acciones.
—¿Cuántos más desarrollaron el activo rojo?—me atrevo a decir para irrumpir esa incomodidad qué siento al estar en medio de ellos dos—¿Qué lo hace diferente del activo azul?
James dirige la mirada hacia mí, suspira y se lleva la mano al cuello tal vez en un intento por tratar de relajarse, ya que se da un ligero y suave masaje sobre la piel.
—El activo rojo es entre otras palabras, una copia del activo azul con la diferencia de que el endoparásito tarda más tiempo en poder apoderarse del sistema de su huésped. Para poder asegurar la efectividad, debe seguir consumiéndose la droga, sin embargo, en este lugar no solo cambiamos las características del activo rojo, sino que desarrollamos un compuesto al que nombramos concentrado rojo. Esto con el fin de evitar que los sistemas inmunes contraataquen al activo rojo, imagino que eso es lo que ahora está en tu sangre—explica James.
Liam entrecierra lo ojos sin entender a la perfección.
—Con el concentrado rojo los síntomas del endoparásito tardan en aparecer en horas, solo que en ocasiones los huéspedes no suelen resistir lo suficiente ya que los efectos son muy agresivos y por tu reacción debo suponer que la chica que vendiste a rescatar ya esta sufriendolos ¿No es verdad?
Liam se aproxima a él y toma su cuello para oprimirlo con fuerza e inmediatamente el rostro de James comienza a tornarse rojo.
—¡Liam! —me aproximó a él e intento detenerlo, pero por el grosor de sus brazos sé que eso es imposible, así que solo queda convencerlo—hay una cura para todo eso y él es la única persona que puede ayudarnos en este momento.
Mientras hablo siento que algo me molesta la garganta, pero enseguida lo ignoro.
Liam relaja la mano, pero continúa oprimiendo su cuello.
—¿Dónde está la cura?—le cuestiona con fiereza.
—En la isla, la playa se encuentra a dos horas de aquí, pero el único puerto disponible está en el viejo castillo—explica James con el fin de que Liam le suelte el cuello—pero la chica no va a sobrevivir sin un inhibidor.
De pronto siento esa misma molestia en la garganta como si algo me molestara en el interior así que instintivamente me giro un poco para toser, pero la tos es tan fuerte que me obliga a inclinarme y llevarme la mano a la boca.
Mientras toso, algo sale de mi boca, al principio creo que es saliva, pero al mirar mi mano, miro con horror qué se trata de sangre.
Inexplicablemente, un estremecimiento me invade, me vuelvo hacia James y Liam, quienes me miran perplejos.
—¡Mierda! —pronuncia James al darse cuenta de la sangre—ya ha comenzado.
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