Capítulo 13

—No te entiendo—cuestiono. Los disparos siguen escuchandose, esta vez más lejos, parece que Liam se ha metido más al fondo de esta estúpida montaña— si Padue Pharma te trajo aquí. ¿Porqué la hija de uno de los inversionistas necesitaria estar secuestrada?

James niega con la cabeza y sonríe.

—Por donde empiezo—expresa colocando su mano sobre su mentón—Pardue Pharma quiso introducirse en el mercado de armas biológicas, vendiendo todo tipo de drogas y medicamentos para varios gobiernos poderosos y otros no tanto, ese era el negocio que los mantenía a flote, pero después de la destrucción de Livingston cuando se descubrieron sus negocios sucios, algunos fueron encarcelados y otros consiguieron salir de los estados unidos para ocultarse en países donde no existiera la extradición. Los que consiguieron escapar han intentado hacer lo posible para sobrevivir.

—¿Y eso que quiere decir? —cuestiono más confundida qué antes.

—Daryl Buster—revela— ese hombre fue uno de los primeros en abandonar América y recluirse en varios países para no perder su fortuna, él y otros más consiguieron vender muestras y experimentos de los laboratorios de Pardue Pharma a todo tipo de gente, en especial a gente con bastante dinero sin importar quienes fueran o para cual fuera el uso de sus productos.

—¿Por qué la secuestraron?—digo finalmente.

—Adler quiere más de lo que ves aquí, pero supongo que Daryl se lo negó y el resultado fue que secuestraran a su hija.

James deja de hablar cuando llegamos al siguiente piso. Tal como lo vimos en el piso superior, todo esto tiene pinta de ser una mina o algún edificio subterráneo. Hay tubos metálicos en la Paredes qué protegen los cables electrónicos de la humedad de la tierra y luces amarillas intentando iluminar la tierra, aunque hay sitios donde lo único que nos ilumina son algunas antorchas qué cuelgan de las paredes, sin embargo, luego de veinte minutos caminando, James se detiene.

—Me parece haber visto esa roca hace rato—expone algo confundido— ¿Ya nos perdimos?

—Todos los túneles son iguales—protesto, para donde sea que miro me parece ver el mismo lugar, es como si estuvieran diseñados para que el extraño qué se atreva a entrar en este lugar, se pierda.

—¿Hemos estado dando vueltas en círculos? —réplica James molesto, pero en cierto momento escuchamos ruido no muy lejos de nosotros, pero esta vez no parecen ser disparos, sino pasos que se aproximan.

—¡Mierda! —clama James escondiéndose en unos de los pasillos, pero al menos para mi, es inútil de su parte ya que no sabemos de donde diablos pueda venir ese ruido.

Me reúno a su lado y nos preparamos para huir en caso de encontrarnos con esos idiotas, porque ahora no podemos enfrentarlos, ya que James dejo el tubo tirado debido a la prisa de irnos de ahí de una buena vez, pero cuando intento prestar atención un nuevo recuerdo vuelve a mi cabeza.

—Estás bien—escucho la voz de Liam. De nuevo estoy tirada en ese lugar de almacenaje de limpieza. Él extiende su mano hacia mí y me ayuda a levantarme.

Enseguida revisa mis pupilas y luego mira mis brazos.

—Estoy perfectamente—reveló, aunque posiblemente no es verdad.

—¿Te escondiste? —me dice mientras mira alrededor, todo está oscuro y hay una tormenta afuera.

—Si, cuando las personas atacaron la comisaría. Un policía me metió aquí, pero ya no volvió—digo y me sorprende escuchar eso. ¿Qué fue lo que paso? ¿Qué comisaría y de que lugar?

—¿Tienes alguna idea de que paso aquí? —cuestiona enseguida mientras camina por el pasillo hacia una silla, se le nota cansado y confundido.

Me aproximó a él, llevo la misma ropa que vi antes en otro recuerdo.

—Las montañas—admito—hace unos días hubo una explosión ahí. Nadie sabe que ocurrió exactamente, pero después de ese día, las personas de la ciudad comenzaron actuar de manera extraña, es como si estuvieran drogadas o algo así.

Liam se confía de lo que digo, pero sé perfectamente que no estoy diciendo toda la verdad, es como si supiera lo que ocurrió en las montañas o mejor dicho como si hubiese estado ahí.

Alzó la mirada, ya no me encuentro en aquella comisaría, sino que estoy al lado de James, pero hay otra persona, quien le está apuntando a James en la cabeza. Se trata de la misma persona con la que comparto aquel recuerdo.

—Liam—me interpongo entre James y su arma, parece algo frustrado—basta.

Él inclina la mirada hacia mí, no parece feliz por mi petición, pero al final de cuentas baja el arma.

—Parece que pudiste escapar—menciona y no sé si tomar sus palabras como un gesto de preocupación o simplemente un tema para cortar la tensión.

—Apenas—revelo.

—Supongo que la falta de memoria no borra lo que tu cuerpo sabe hacer—menciona y supongo que se refiere a lo de la agencia, pero aún no sé cómo es esa tal agencia o que hace.

—James me ayudó a escapar y también me dijo cuál es el motivo por el que no recuerdo nada—admito dirigiendo la mirada hacia James, quien alza la mano para saludar a Liam.

—¿Ah, si? —dice únicamente—¿Cómo es que lo sabes?

Vuelve a levantar su arma hacia la cabeza de James.

—¡Cálmate, vaquero! —le dice James alzando las manos—yo aquí también soy la víctima.

—Habla de una punta vez—brama Liam está vez quitando el seguro de su arma para demostrar que está hablando muy en serio.

—Soy un investigador de Pardue Pharma—revela James provocando más la ira de Liam—ellos me trajeron aquí para desarrollar otras variantes del activo rojo, pero fue en contra de mi voluntad.

—¿Pardue? —cuestiona él frunciendo el ceño—No me mientas o tendré que hacerte un hoyo en la pierna. Pardue Pharma ya no existe.

—Tu mismo leíste la etiqueta de ese frasco—intento justificar.

—Seguramente estas personas consiguieron productos de Pardue en el mercado negro, ellos no pueden seguir vigentes. ¿Sabes lo que le harían al mundo? —intenta explicar, pero muy en el fondo ambos sabemos que la posibilidad es grande.

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