Capítulo 14

—Sé perfectamente lo que Pardue Pharma puede hacer—expreso James mientras se desabotona la camisa.

En su piel puede verse una marca grande, una cicatriz que abarca parte de su hombro y pecho, parece reciente.

Liam se relaja un poco, se aleja de James mientras él vuelve a abrocharse los botones. Solo entonces se crea un silencio bastante incómodo y a lo lejos se escucha el ruido del viento soplando en el acantilado.

—El activo rojo es un fármaco qué Pardue Pharma intento desarrollar con el objetivo qué tuviese el efecto que la morfina produce en el sistema nervioso para inhibir el dolor, sobretodo en fracturas o desmembramiento de partes del cuerpo—revela James con cierto tono de culpa—su uso sería meramente militar. Esta droga fue desarrallada en el laboratorio de las montañas de Livingston.

—¿Tu estuviste ahí? —cuestiona Liam enseguida mientra frunce el ceño. No sé lo que esta pensando, pero quizás intuye lo mismo que yo, que tal vez James esta incluso más conectado a esa tragedia más que nosotros dos, sabe más de lo que admite.

James asiente y suelta un suspiro.

—Yo trabajaba en el laboratorio de pruebas del lado B, claro, antes de que la filtración de producto saliera del laboratorio.

Liam da un ligero golpe a la pared, esta molesto y quizás más que eso, pero se contiene y no sé si lo hace porque estoy presente o simplemente porque no quiere perder fuerzas en golpear a James.

—¿Sabes cuantas personas murieron ese día, por la ambición de Pardue Pharma? —cuestiona Liam tensando la mandíbula.

—Lo sé bien—admite James agachando la mirada—quizas para ti no sirva de nada lo que voy a decir, pero ya que supongo estuviste en Livingston, puedo sincerarme.

Liam alza la mirada, tiene su arma en las manos, juega con ella con cierta fuerza y brusquedad, a pesar de que esta cargada, aunque le ha vuelto a poner el seguro.

—No hay nada que yo quiera escuchar y tampoco creo que exista alguna explicación qué justifique lo que paso en ese lugar—brama Liam con enfado.

—No justificó lo que sucedió ese día, únicamente quiero aclarar porque estaba ahí y porque estoy aquí ahora—dice James, pero antes de que diga algo se escucha un ruido a la distancia que hace eco en los túneles.

—Antes, salgamos de este lugar—propone Liam. Entonces comienza a caminar, pero en el proceso me toma de la muñeca y me arrastra con él.

Camino a su paso, aunque extrañada por como me ha aprisionado mi mano. James nos sigue muy de cerca, el ruido no deja de escucharse, son pasos y voces qué intuyo nos buscan o al menos buscan a Liam, pero él no lleva por las escaleras hacia lo profundo de las montañas.

—¿No nos estamos adentrando más? —cuestiona James por detrás de nosotros.— ni siquiera sabemos donde está la salida, esto es un laberinto.

—Hay una salida subterránea, vi algunos hombres salir por ahí cuando me dirigía por aquí. Creo que es la mejor opción si no queremos ser vistos—murmura Liam y como si conociera el lugar nos lleva directamente hacia un ascensor.

—Estábamos bastante cerca—menciona James algo asombrado por la forma en que se orienta.

Los tres subimos al ascensor, qué poco a poco nos lleva varios pisos abajo hasta que finalmente se detiene en una zona oscura y por lo que se ve también húmeda.

—El es río qué pasa por debajo de la montaña ¿Verdad?—cuestiona James, entonces recuerdo el río qué no estaba lejos del pueblo donde los aldeanos cortaron el puente para evitar que mas desconocidos entrarán.

—Eso parece—menciona Liam, enciende una lámpara y empieza a caminar por delante de nosotros, esta vez soltando mi muñeca para que camine detras de él.

James parece intuir qué algo raro pasa entre nosotros, pero ni siquiera yo sé lo que sucede con exactitud.

Posteriormente, llegamos a una zona más profunda, el agua qué apenas se notaba ahora me llega a las rodillas, pero extrañamente el agua no tiene corriente, de hecho está estancada.

Continuamos hasta que a la distancia divisamos una puerta iluminada, quizás esa es la salida qué Liam menciono antes, así que tanto James como yo apresuramos el paso hasta llegar. Liam subo por unas escaleras y me ayuda a subir, pero a James lo deja atrás, sin embargo, al intentar abrir la puerta descubrimos qué está cerrada.

—¿Qué hacemos? —cuestiona James aldo desilusionado, yo también esperaba salir de aquí, pero parece que tendremos que esperar más tiempo del qué creímos.

—Obvio—asegura Liam, saca su arma y apunta a la cerradura y luego de un disparo certero, la cerradura se rompe y la puerta se abre.

Adentro hay luz, pero no eléctrica, sino que se trata de antorchas, las cuales están puestas alrededor de un montículo rectangular. Los tres caminamos hacia ahí yo por mera curiosidad y Liam porque detrás de ese montículo hay otra puerta.

Gracias a la luz de las antorchas, logro distinguir una mancha roja sobre la piedra. Más de cerca descubro qué esa mancha probablemente es sangre y el sitio es más como un altar de algún ritual.

—Hace dos semanas escuche que un par de chicas se perdieron en el pueblo—menciona James dando una respuesta que no pedí, aunque si me pregunte que habrían sacrificado en ese sitio.

—¿Estás diciendo que...?

—Olvídenlo—dice Liam interrumpiendo nuestra conversación, quizás para evitarme algún conflicto emocional con aquel sitio y supongo que es lo mejor.

Cuando Liam cruza la puerta y se asegura que estamos a salvo finalmente se detiene y mira a James.

—¿Y bien? —cuestiona Liam con seriedad.—dime por qué no debería hacerte un agujero en la cabeza.

James se apoya contra el muro de aquella cueva y suspira mientras mira el arma de Liam.

—¿Tienes tiempo para escuchar una historia?—pregunta él, tal vez con la intención de evitar el tener que revelar qué hace aquí.

—El tiempo del mundo—responde Liam sentándose sobre una piedra bastante grande.

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