Capítulo 10

Un hombre aproxima una antorcha a mi rostro, asi que instintivamente me muevo buscando huir del fuego, pero enseguida choco contra algo o mejor dicho, alguien.

Parece el cuerpo de un hombre y por un momento me alarmó creyendo que se trata de Liam, pero enseguida noto que su ropa es diferente así que mi preocupación disminuye, pero aun así me mantengo alerta.

El hombre que parecía que iba a quemarme lleva puesto un pantalón con tirantes de tono oscuro y un sombrero color arena, aunque un poco sucio, pero no me sorprende. Como todos los demás en este sitio, sus ojos se notan rojizos, pero a diferencia de los demás, los suyos parece que han sangrado de algún modo, en sus pómulos se ven rastros de lágrimas ensangrentadas.

—Venid—escucho una voz gangosa, con el típico acento español—Será mejor que no estemos cuando suceda.

—Estos gilipollas se volverán nuestros hermanos—dice el hombre que lleva la antorcha, luego sonríe con malicia y avanza con lentitud hacia la puerta.

Me impacta saber que este par de hombres realmente tienen consciencia, cuando los que estaban en el pueblo se habían mostrado más bien como unos títeres sin mente.

Los hombres se marchan y nos encierran en lo que parece ser una prisión improvisada, pero no sé exactamente donde. Escucho sus voces burlándose de mí y de aquel hombre a mi lado hasta que ya no escucho nada más.

Permanezco en silencio tratando de escucharlos a la distancia, pero entonces recuerdo lo que dijo aquel sujeto llamado Adler sobre un obsequio qué pronto haría efecto. ¿Será posible que me drogo? ¿En qué momento? ¿Acaso me volveré uno de sus títeres?

Trato de mantener la calma mientras pienso en la posibilidad, pero conforme más lo pienso todo parece indicar que es así. Los guardias ni siquiera se han tomado la molestia de vigilar la puerta, tal vez porque se sienten confiados en que no escaparé porque tengo las manos atadas, otra vez.

Aquel hombre junto a mí, comienza a quejarse, así que me vuelvo hacia él.

—¿Qué diablos paso?—le escucho decir, pero me sorprende escuchar en su voz un acento americano.

El hombre finalmente abre los ojos y empieza a moverse de aquí para allá al percatarse de la poca movilidad qué tenemos.

—¿Quieres calmarte? —replico al ver que ha entrado en pánico y aunque quizás yo esté calmada, también estoy angustiada, debo salir de aquí de alguna forma.

El hombre posa su mirada sobre mí, alza las cejas y se muestra asombrado y hasta quizás aliviado.

—Gracias a Dios—musita apoyando su cabeza sobre mi hombro—creí que me habías abandonado.

—¿Qué? —musito confundida. ¿Acaso este hombre me conoce?

—Sí, dijiste que ibas a distraerlos mientras yo apagaba el sistema, pero nunca volviste—me reclama, pero yo no sé a qué se refiere o al menos no lo recuerdo.

—Yo...—intento decir, aunque medito bien mis palabras, necesito información sobre lo que paso, pero no quiero parecer extraña al mencionar el hecho de que perdí la memoria— lo lamento.

—¿Lo lamentas? —cuestiona con ironía en su tono de voz—por poco y me matan. Y lo hubieran logrado de no ser porque Adler le ordeno a Káiser qué me dejaran con vida, pero ahora que lo pienso, no sé si fue una gran idea...

—Basta...—digo finalmente, aunque algo avergonzada por tener que revelar mi situación—puede que me creas o puede que no, pero parece ser que hace horas sufrí un accidente y ahora no recuerdo absolutamente nada.

—¿De que accidente hablas? —cuestiona algo confundido.

—Yo lo olvidé, no sé qué sucedió, pero sé que debió ser bastante grave como para olvidar lo que sucedió.

El tipo a mi lado se queda en silencio un par de segundos, tiempo en que se logra escuchar el sonido del viento, pero no aquí, sino de algún lugar cercano donde tal vez tienen la ventana abierta o al menos una puerta con la cual podríamos escapar de no estar.

—No creo qué tu perdida de memoria se deba a algún accidente—menciona mientras deja escapar un suspiro sonoro.

—¿A que te refieres? —cuestiono confundida.

—El activo rojo prototipo A causa perdida de la memoria, confusión, mareos y desmayos—explica. Entonces recuerdo aquella droga qué encontró Liam en los cadáveres, pero él dijo algo sobre tipo C. ¿Será posible que hay más?—si te drogaron es posible que eso sea la causa de tu falta de memoria y aunque es posible que recuperes tus recuerdos en algún momento, los síntomas van a empeorar.

—Genial—digo con sarcasmo e ironía, pero al menos he encontrado la causa del porqué no recuerdo nada.

—Si no mal recuerdo, existe un inhibidor qué puede retrasar los síntomas—explica aunque eso no me da una esperanza.

—Necesito una cura no un inhibidor—protesto, parece que mi situación va de mal en peor.

—La cura está en el laboratorio de la isla, pero no podrás llegar a tiempo si no detienes los síntomas. El activo rojo del tipo A es aún más potente qué los demás, será solo cuestión de tiempo para que te vuelvas uno de ellos, quizás esa sea la razón del porqué no te mataron, están esperándote para que cuides los traseros.

Medito sus palabras durante un breve instante, es posible que este más que involucrada en esto y no solamente eso, sino que puede que yo vine a este lugar por voluntad. ¿Pero, a qué?

—¿Quién eres tu y como es que nos conocemos?

El hombre se gira hacia mí, tarda un poco en hacerlo, pero al final veo su rostro. Claramente, es un hombre de edad avanzada, entre sus cuarenta o cincuenta años de edad. Tiene unas bolsas oscuras debajo de los ojos y precisamente ahí parecen haber marcas, como si usará regularmente anteojos, pero hoy no los está utilizando.

—Parece que si corre por tu sangre el activo rojo—declara y niega con la cabeza—No sé en qué momento recuperarás la memoria completamente, pero seguro para ese momento ya será demasiado tarde, así que te refrescaré la memoria.

Me sorprende escuchar sus palabras, de hecho, me alivia un poco, pero al mismo tiempo me inquieta saber que clase de persona soy y que estoy haciendo en este lugar.

—Mi nombre es James Taylor, contacte a tu agencia hace dos meses para ofrecerles información a cambio de protección, claro que la información que les di no fue suficiente para que quisieran ayudarme, así que les prometí una muestra de la droga qué se ha estado fabricando en secreto en este sitio—revela, pero en mi mente no encuentro nada de lo que él asegura, sin embargo, es cierto que su voz me suena bastante familiar—cuando tu agencia acepto venir a rescatarme, tú y yo estuvimos en contacto, te di mapas y especificaciones para que pudiera rescatarme y robar la muestra en el proceso, pero cuando finalmente nos encontramos y lo intentamos, descubrimos qué Adler ya sabia que había estado dando información al exterior, asi que cambio las claves de seguridad y nuestra presencia fue detectada. Fue entonces que dijiste que los distraerlas mientras yo robaba la muestra, pero nunca volviste y la muestra fue cambiada de lugar.

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play