—¿Por qué alguien obligaría a personas de campo para consumir drogas?—cuestiono aún más confundida, pero Liam no alcanza a responder mi pregunta porque a la distancia se escucha un par de campanadas.
No sabemos de dónde, pero en algún lugar no muy lejano se encuentra una iglesia que llama a los feligreses a orar o al menos eso parece. De pronto echamos ruido a nuestro alrededor, incluso los cuervos que reposan en las ramas secas de los árboles del bosque salen huyendo ante el ruido.
Liam me toma de la muñeca con cierta brusquedad y me lleva consigo hacia un pequeño patio de una casa, donde hay varios barriles con leche que tal vez ya se ha echado a perder.
Nos encogemos ahí, uno muy cerca del otro, para evitar ser vistos cuando pasan varias personas cerca de aquella fogata donde ahora únicamente se ven los vestigios de lo que fue un cuerpo.
Debido a la rapidez con la que tuvimos que escondernos ahí, mis piernas rápidamente se cansan al no estar completamente cómoda, así que de pronto siento que pierdo el equilibrio y caigo, pero antes de chocar contra uno de los barriles, Liam me toma de la cintura y me arrima hacia su cuerpo, el cual es como una roca estable y no solo porque parece tener la fuerza suficiente para soportar su peso y el mío, sino porque al chocar contra su pecho, noto cuan duros están sus músculos.
Es más que obvio que está entrenado para este tipo de situaciones, fue policía o al menos eso es lo poco que recuerdo de él.
Mis mejillas se encienden ante tal atrevimiento, pero debido a la extraña y peligrosa situación en la que nos encontramos, supongo que no puedo quejarme. Vuelvo la vista hacia una pequeña abertura entre los barriles en donde logró ver el pasar de gente.
Ahora entendiendo un poco la situación, comprendo por qué razón estas personas lucen como del siglo pasado, no hay luz eléctrica y mucho menos caminos pavimentados. Todo es muy rústico y hay animales casi por todos lados, aunque lo que no comprendo es el porqué estas personas a quienes se les conoce por ser extremadamente religiosas, han permitido que se les manipule de esta forma.
Desde nuestra posición observo que todos se dirigen hacia otro camino hacia el norte, uno que parece llevar a otra puerta, justo como la que vimos Liam y yo en la otra dirección.
No logro ver con claridad, pero luego de unos instantes logran quitar el candado de la puerta para pasar al otro lado, así que Liam suelta mi cintura y se aleja de mí para reincorporarse.
Al levantarme algo me inquieta de todo esto, es decir, ninguno de ellos noto el hecho de que hubiese dos cadáveres en medio de su pequeña plaza, sin mencionar que hay otro cuerpo chamuscándose sobre la fuente.
—Parece que han dejado la puerta abierta—indica Liam mientras cambia el cartucho vacío de su arma para reemplazarlo con otro lleno de municiones.—espera aquí.
—Sabes que aunque me dejes aquí, aun así te voy a seguir ¿Verdad?
Liam niega con la cabeza y rueda los ojos, quizás es muy osado de mi parte seguirlo, sobre todo porque puedo ser una carga para él, pero hay algo en esta situación que me inquieta demasiado, es decir, ¿Cómo terminé aquí? ¿Vine por mi propio pie? ¿Por qué motivo? ¿Quién soy yo?
—Has lo que quieras, solo no me estorbe—índica entonces comienza a caminar dejándome atrás.
Respiro profundo y observo una última vez esta parte del pueblo. Mi instinto grita para que huya de aquí, pero no puedo irme de este lugar sin respuestas.
Avanzó a zancadas para lograr ir detrás de Liam, pero al llegar a su lado él no se digna ni a mirarme.
—Las personas que pasaron también estaban drogados ¿Verdad?—me atrevo a comentar para romper el extraño silencio que Liam se esfuerza por mantener para evitar hablar conmigo, pero al final únicamente asiente con la cabeza— ¿Habrá alguien que aun esté a salvo de esta situación?
—Dime una cosa—expresa sin dirigirme la mirada— ¿Entre la gente, viste niños?
Trato de recordarlo, vi hombres y mujeres de diferentes edades. Todos ellos vestían de forma extraña, aunque supongo que se debe a sus creencias, sin embargo, entre ellos no vi ningún infante.
—Si yo fuera un extremista o un terrorista con la intención de apoderarme de un pueblo alejado de la tecnología y la civilización, lo primero que haría sería secuestrar a los niños y amenazar a los padres para que hagan lo que diga para conseguir que consuman mis drogas, una vez logrado sería bastante sencillo manipularlos para ser mis marionetas—expone, me parece que ha meditado bastante la situación— es por eso que las comida está podrida, las casas sucias y los animales están sueltos por todo el pueblo. Lo único que hacen es consumir esa droga y por lo que hemos presenciado, son bastante agresivos cuando ven extraños merodeando el lugar.
—Quizás por esa razón cortaron el puente—comentó inquieta, parece que estoy parada en medio de una grave situación—¿De verdad hay terroristas aquí?
—No lo sé, pero sea lo que esté sucediendo aquí, no creo poder hacer algo por estas personas—explica con cierto pesar, pero eso apenas dura un poco— Será mejor que nos movamos antes de que alguien de aviso de que aún seguimos aquí.
—Pero ni siquiera notaron esos cuerpos—comento.
—Ellos no estaban lúcidos, parece que solamente se dejaron llevar por el sonido de la campana de la iglesia, es probable que sea en ese lugar donde se reúnen, tal vez ahí es donde les proporcionan las drogas.
—Entonces...
—Iremos allá—dice finalmente al llegar a la puerta.
Sigo la figura de Liam, cuando atravesamos al otro lado, se trata de un sendero que lleva hacia algún lado del bosque, aquí no hay casas o alguna otra construcción, únicamente árboles.
Al mirar al cielo, descubro nubes negras que anuncian que pronto lloverá y estando en este sitio no sé si sea algo bueno o malo.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 24 Episodes
Comments
Rocío Jiménez Morales
excelente
2023-06-02
2