Liam dispara por accidente a un par de contenedores de metal. Estos explotan rompiendo todo a su paso, incluso yo me veo obligada a saltar hacia atrás para evitar quemarme el rostro.
Caigo sin remedio hacia el suelo golpeándome la cabeza y enseguida la vista se me nubla, pero no del todo como para quedar inconsciente, simplemente me encuentro aturdida.
Los tímpanos me zumba horriblemente, intento levantarme, pero no puedo hacerlo de inmediato debido a un mareo qué me detiene.
Intento tomar fuerza de la preocupación qué siento por Liam, así que me fuerzo a mi misma a levantarme. Una vez de pie, las piernas comienza a temblarme, pero a pesar de eso continuó.
—¡Te atrapé! —escucho una voz femenina detrás de mí. Entonces siento que algo o mejor dicho, alguien me sujeta del hombro e intenta jalarme, pero instintivamente mi mano se mueve, tomo la mano de aquella persona, la dobló hacia la izquierda y giro para ejercer presión.
Al fijarme, me percató qué lleva en la mano un cuchillo y por la extensión de la cuchilla, deduzco qué se utiliza para matar animales grandes. La mujer intenta liberarse, así que me obliga a torcer aún más su brazo y en cierto momento algo se quiebra.
Me alejo de la mujer y apuntó con la pistola qué Liam me dio, la mujer no grita de dolor, pero noto que ahora está más enfadada qué antes y a pesar de que su brazo está roto, ella camina corre hacia mí y no tengo más opción que quitar el seguro de la pistola y disparar.
Escucho claramente como la bala sale del cañón y se incrusta en el hombre de aquella mujer, pero no es suficiente para detenerla, así que descargo más balas sobre ella. Solo logro detenerla después de cinco disparos.
Cuando la mujer cae hacia el suelo, ya muerta. Mis sentidos vuelven en sí, escucho detrás de mí el incendio qué la explosión provoco en el interior, pero pese al desastre, aún sigo escuchando disparos ahí adentro, así que mi cuerpo se relaja y mi preocupación desaparece. ¿Cómo pude desconfiar de Liam?
Decido refugiarme de los disparos detrás de una enorme roca, desde ahí puedo vigilar el camino y también esconderme en caso de que algo salga mal, aunque ruedo interiormente qué eso no suceda, pero al dirigir la mirada hacia el gran portón de madera, veo aquella mujer entrar mientras cambiar el cartucho de su arma.
No sé si hago lo correcto, pero instintivamente levanto mi arma y le apuntó.
—Detente—tomo mi arma con fuerza. Ella alza la mirada y se percata de mi presencia, pero no le sorprende e incluso sonríe con descaro.
—Creí que verte por aquí había sido tan solo un producto de mi imaginación, pero veo que no lo imagine—menciona mirándome de arriba abajo, eso solo confirma los pocos fragmentos que he recuperado de mi memoria.
—Qué pequeño es el mundo ¿No?—pronunció sin apartar mi arma, no recuerdo mucho de ella, pero algo me dice que lo mejor es evitarla a toda costa.
—Demasiado pequeño—continúa, entonces se escuchan los disparos qué provienen del interior y enseguida ella sonríe—¿De nuevo estás con Liam?
—¿Celosa? —logro decir, aunque en realidad me arrepiento al instante.
—No, claro que no. Eres inteligente, chicas tan débiles como tú no sobrevivirán en ambientes tan hostiles como este y Liam, bueno a él, le gustan recoger animales callejeros, es su naturaleza—se burla y rueda los ojos.
—¿Qué es lo que quieres? —cuestiono enseguida, ella aún no sospecha nada sobre mi situación y por como me ha hablado preferiría que no lo sepa.
—Eso no es de tu interés—menciona y esta vez me apunta con su arma— y será mejor que no lo sea. Por tu propio bien.
—¿Crees que me interesa lo que hagas?—me atrevo a escupir, pero ella alza una ceja dudando de mis palabras.
—Te enojaste mucho cuando capte el interés de Liam ¿No? —impugna con aire de victoria.
—¿No dijiste que le gusta recoger animales callejeros?—me burlo y entonces los disparos se detienen, lo que me hace mirar de reojo hacia el almacén, pero en ese segundo de distracción Eva me golpea y mi arma vuela por el aire y yo caigo de nuevo al piso.
Al mirar hacia Eva, ella me apunta con su arma en la cabeza.
—Después de todos estos años sigues siendo igual de débil Ana. Deberías dedicarte a otra cosa, me parece que no es lo tuyo—se burla de mí, pero en vez de dispararme a la cabeza y terminar con mi vida. Ella baja la guardia—te dejaré vivir, por los viejos tiempos, pero la próxima vez que te vea no dudaré ningún segundo en acabar contigo ¿Escuchaste?
—Lo mismo digo, Eva—me atrevo a amenazarla, aun cuando ni siquiera sé si tengo la capacidad de enfrentarme a una persona como ella, porque tal y como Liam, me parece que Eva es igual de peligrosa.
Cuando la puerta del almacén se abre, Eva sale corriendo y yo tomo mi arma por precaución. Al ver a Liam saliendo de aquel lugar más o menos ileso, me relajo y me levanto de mi extraña posición.
—¿Estás bien? —pregunta mirándome de arriba abajo. Imagino que piensa que tuve una recaída y tal vez eso hubiese estado mejor que encontrarme con esa mujer.
—Esa misma pregunta te hago yo a ti. ¿Todo bien?—observo su cuerpo, tiene un par de heridas y moretones, además de que su rostro está sucio lleno de tierra, pero nada grave.
—Estoy bien—dice e instintivamente se da un ligero masaje en el cuello, imagino que debió ser difícil. Entonces mira el cadáver de la mujer que me atacó.—¿Estás segura?
—Eso creo—digo algo extrañada, se supone que no sé quién soy y lo que me han dicho sobre mí, me parece una completa locura, pero aun así, logre acabar con esa mujer.
—¿Y la chica? —enunció para cambiar de tema, pero en respuesta él niega con la cabeza.
—Creo que se la llevaron a otro sitio—saca un pequeño papel lleno de lo que parece ser, sangre—el mapa indica un lago cerca de aquí.
—¿Seguirás esta pista?
—No me queda otra opción—responde y revisa sus municiones—¿Qué harás tú?
—Seguirte—insisto, no puedo irme de su lado sabiendo cuantos peligros hay por ahí. Él es mi única forma de sobrevivir.
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