Un encuentro desafortunado
Zacarías se topó con Amanda mientras discutía con su padre por teléfono. Él no quería volver a casa y este le estaba dando un sermón. Al darse cuenta de que la pobre chica había tirados sus papeles y que llovía, se sintió extrañamente culpable. Él no era de preocuparse por otros, pero esta vez había sido distinto.
—Lamento mucho lo que te ocurrió —dijo a modo de disculpa mientras trataba de recoger las hojas.
—¿De qué me sirven tus disculpas? Mi día está arruinado —Amanda no se iba a guardar el enojo que tenía sin importar cuan bello le pareciera el muchacho de rizos largos.
—Si vamos al caso, tú te topaste conmigo —él no era un hombre que temía el contraataque.
—Solo no toques nada —Amanda quería ver si podía salvar alguna de sus hojas. Finalmente se rindió—. Maldición.
Zacarías miró con más detalle a la joven en frente, ella tenía el cabello largo y lacio como a él le gustaba. Sobre todo, para cuando llevaba a las muchachas a su departamento y las ponía a cuatro patas. Tal vez esta chica podría ser su cena de esta noche.
—Tienes razón, arruiné tu día. ¿Qué te parece si trato de compensártelo? —preguntó seguro de que ella aceptaría, después de todo las mujeres siempre buscaban excusas para acercarse a él.
—No, gracias. Prefiero no volverte a ver en mi vida —dijo ella terminando de recoger las hojas y yéndose a tomar el bus. Cuando llegó a la parada ya este había arrancado—. ¡Maldición!
Amanda odiaba pensar que tendría que volver cursar la materia si no llegaba a clase para pedir que le dieran una extensión, miró su móvil; ni siquiera podía llamar a alguna de sus compañeras para que hablaran con el docente. Mientras tanto, Zacarías la miraba, no pudo evitar sentirse más atraído por ella. Tenía que llevar a esta chica a la cama a costa de lo que fuera. Por lo que se acercó a ella y pese a que lo miró con un odio profundo, continuó el coqueteo.
—Mi coche está a media cuadra, puedo llevarte a donde necesites. No seas testaruda y deja que te ayude —parecía que él estaba acostumbrado a dar órdenes, ya que no tenía tacto con alguien como ella.
—Te dije que prefería no volver a verte en la vida, no entiendes cuando hablo. Ahora tengo que entregarle este trabajo a mi profesor de Literatura —dijo mostrando las hojas mojadas—. Y estoy segura de que Matías ni me creerá que me pasó esto. Perderé el semestre y tendré que volver a tomar la materia.
Se notaba la frustración en las palabras de la chica.
—¿Matías? —preguntó Zacarías más interesado que de costumbre.
—Mi profesor nos deja llamarlo por su nombre. En realidad, debería decirle doctor Domínguez, pero ese no es el punto, ¿porque no te vas ya? —Amanda ya no quería seguir hablando con este tipo.
—Él es mi amigo – Zacarías no podía suponer la suerte que tenía. Matías y él habían estudiado juntos en estados unidos su doctorado, ni siquiera sabía que había empezado a dar clases en la facultad—. Si quieres puedo hablar con él.
—No es posible, hay más de dos millones de personas en esta ciudad y dices que mi profesor es tu amigo. Claro. Si eres un acosador mejor vete, sé artes marciales y tengo un gas pimienta en mi mano en este momento —Amanda no quería seguir escuchando al sujeto, la hacía ponerse irritable.
—Lo digo en serio, si tu profesor es morocho, alto y tiene unos treinta y pico es mi amigo —dijo y le mostró una fotografía en su móvil.
—No puede ser —Amanda se dio cuenta de que era verdad. Era el doctor Domínguez, estaba en una foto con este tipo.
—¿Ahora me crees? —preguntó él de manera arrogante.
Al final Amanda tuvo que aceptar que este tipo la llevara, al ir caminando con él notó un Jaguar F-Type Coupé parecido al de su padre Lisandro, pero de color azul. Tremenda fue la sorpresa que se llevó cuando subieron en ese coche.
—Tienes gustos similares a los de mi padre. Asusta —dijo ella y giró la cabeza para mirar por la ventana.
Zacarías no dijo nada, pero sonrió, pasaron unas cuantas calles y Amanda notó que no iban en dirección a la facultad. Ella miró al muchacho molesta.
—¿Qué piensas que haces? —preguntó ella enojada.
—Esperaba que prefirieras cambiarte esa camisa antes de ir a la facultad. No se secará a tiempo para tu clase y todos verán el bello brasier de tigresa que llevas bajo lo mojado —dijo y ella se inclinó para observar su ropa, no se había dado cuenta de que estaba empapada—. De todas maneras, no llevo a extrañas a mi casa, por lo que solo te traía aquí.
Ellos se detuvieron en una tienda de ropa deportiva, parecía que él no iba a gastar mucho para impresionar a la chica. En otra circunstancia la habría llevado a una tienda de marca reconocida. Sin embargo, ella no parecía apreciar eso. Aun así, ella bajó y después de comprarse a sí misma un conjunto deportivo volvió al coche.
—Esperaba que me dejaras pagar —aclaró él al subir también.
—No quiero deberte nada —Amanda seguía siendo hostil con él, algo que sorprendió a Zacarías porque ninguno de sus trucos parecía funcionar—. Además, ni siquiera sé tu nombre. No voy a dejar que un hombre que no conozco pague por mí.
—Si es por eso es fácil de resolver, soy Zacarías. Un gusto señorita Amanda —ella lo miró extrañada.
—¿Cómo sabes mi nombre? —preguntó ella preocupada.
—Estaba en tu trabajo, supuse que era tu nombre —él era más observador de lo que ella esperaba—. Ya le comenté a Matías lo que ocurrió y me pidió que lo tomaras con calma. Puedes imprimir el trabajo de nuevo y llevárselo al final del día.
—¿De verdad? —Amanda por primera vez sonrió—. Qué bueno, deseaba volver a casa para estas fiestas.
—Me alegro haber sido de ayuda después de todo. Ahora que ya sabes quién soy aceptaras mi invitación a cenar, sería una buena manera de agradecer todo lo que estoy haciendo por ti —Zacarías no iba a rendirse.
Autora: Osaku
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 74 Episodes
Comments
josmary oduble
en serio Matihas de la malquerida
2024-10-08
1
chiquita
☺️☺️
2024-05-13
2
Scarleth Montano
D donde proviene Zacarías??.. quienes serán sus padres??
2024-01-28
4