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Un nuevo día llegaba, siendo anunciado con el sol de cada mañana.
Si bien el clima era frío y un par de nubes tapaban de vez en cuando el hermoso sol, sabía que no podría dejar pasar más tiempo.
Abrió lentamente sus ojos encontrándose completamente sola en aquella habitación; la cual sabía, no era la suya.
¿ Hacía cuanto tiempo no descansaba de esa manera? ¿Quizas y desde su última transformación a humana?
Muchos dirán que no es posible pasar de ser un vampiro a un humano ordinario pero, Alani, ella tuvo que vivirlo desde su nacimiento, desde aquella maldición lanzada.
"La puerta de la habitación fue abierta, despertando a la princesa de sus pensamientos y guiando su mirada a ésta."
- Buenos días, he preparado tu desayuno. - Dijo Jiho luego de entrar y cerrar la puerta detrás de él. - Espero que te guste. - Añadió, viendo a la princesa asentir.
- No bebo café. - Señaló, mientras observaba la sonrisa de el joven apuesto frente a ella.
- De echo, el café es para mi. - respondió, sentándose junto a ella y tomando la taza que se encontraba en la bandeja.
- ¿Crees que es necesario contratar a alguien para que se encargue de la limpieza y el desayuno? - preguntó Alani mientras disfrutaba de las delicias que él preparó.
- No, ya no involucraremos a más humanos. - intervino Jiho. - Aparte, solo yo se preparar lo que a ti te gusta y me gusta hacerlo. - Añadió sonrojado, sintiendo un beso en su mejilla por parte de la princesa.
- Gracias entonces. - respondió ella, volviendo a su lugar y seguir disfrutando de esas delicias.
- No tienes que agradecer, es mi deber el cuidarte y velar por ti. - respondió, obteniendo la mirada de la princesa, quien solo lo observó sin decir nada. - Am.. - carraspea la garganta y decide cambiar de tema. - tengo una curiosidad.
- No me extraña.
- Alani..- advirtió viéndola con sus ojos entrecerrados.
- Jaja solo di lo que tengas que decir.- respondió entre risas al verlo molesto.
- Yo, quiero saber porque razón es que has decidido contarles a Asure y Nori sobre quien eres y como eres. - contestó, oyendo a la mujer suspirar.
- Pude sentir la soledad en ambas, sé que no tienen familia alguna y que francamente, nadie les creería al momento de querer revelar algo sobre mi. - Respondió, bajando su mirada a el vaso de jugo. - Aunque.. Sentí pena de que se encontraran solas, es feo sentirse de esa manera.
- ¿Como sabes que es feo sentirse así? Tu tienes un clan dispuesto a todo por ti. - Respondió él, viendo la amarga sonrisa de la princesa. - Alani..
- Ayer tuve que presentarme en mi palacio por el echo de que hubieron amotinados. - contó, levantando su mirada a él. - Uno de los guardias en quien más confiaba y la mujer que ha cuidado de mi desde que era una bebé, quisieron apoderarse de mi reino, de lo que me pertenece por ley.
- ¿Te han herido? - preguntó preocupado mientras la tomaba de ambas mejillas.
- No físicamente. - respondió, colocando su mano sobre la de él. - ¿Sabes? Entendí que a pesar de que los proteja y los forme parte de mi clan, jamás serán mi familia, jamás me consideraran como alguien más que la princesa y.. Por ello es que puedo comprender lo que es sentirse sola entre tantas personas, obteniendo la lealtad verdadero de unos 20 como mucho. - agregó, suspirando. - Luego de que mi padre muriera, quedé completamente sola.
- No quedaste sola, Alani. - Respondió él. - Porque me tienes a mi. - agregó, obteniendo nuevamente la mirada de la princesa. - Y jamás nunca, pensaría en abandonarte o traicionarte. Estaré a tu lado hasta que mis días se terminen.
- Eres cursi. - respondió ella con una sonrisa, viéndolo alejar sus manos y suspirar. - No te enojes, me gusta esa faceta tuya.
- ¿Te gusto? - preguntó rápidamente, volviendo su mirada a ella.
- ¿Para que negarlo? No estaría aquí si no me gustaras. - respondió levantando sus hombros y tomando nuevamente un poco más de alimento.
- Pero tú dijiste...
- Mi madre era una humana cuando mi padre la conoció. - contó interrumpiendolo. - Pero pese a lo mucho que ella le gustara, él no sabía si confiar en ella o no, si entregarle lo único vivo que quedaba dentro de él. - continuó. - Pero aunque ella sintiera lo mismo que él, estaba atada a un humano y debía de vivir como tal, privandose de libertad.- Sonríe. - Uno de los tantos días en los que se encontraron, el humano intentó dañar a mi padre diciendo que él quería robarle a su esposa y.. No estaba tan errado. - Añadió oyendo a Jiho reír. - Pero, mi madre no dejaría que ese humano lastimara a mi padre, ya que consideraba que ella le había abierto su corazón y lo había echo parte de su vida, por lo tanto, también asumía la culpa. - Suspira. - Cuando el humano intentó apuñalar a mi padre, mi madre se interpuso recibiendo la herida por mi padre, sacrificándose por él.
- ¡Dios mio! ¿Fue capaz de apuñalar a tu madre? - preguntó éste, dando paso a su imaginación.
- Si y no solo una vez. - continuó ella. - Mi padre había enloquecido; al ver a esa mujer que amaba desangrarse frente a él, perdió los estribos he intento asesinar a ese humano pero... Uno de los de nuestro clan se lo impidió.- agregó. - Él le dijo a mi padre que se olvidara de el humano y llevara a mi madre para presentar el sacrificio y poder volverla uno de nosotros. - suspira. - Pero... Transformarla por medio del sacrificio, le daba la libertad a mi madre de escoger a su pareja, de buscar quizás a otro dejando a mi padre con su corazoncito roto. - Lo ve. - Por ello, en lugar de llevarla a la mesa de sacrificio, decidió llevarla a su habitación y presentarla como su pareja.
- ¿Como es eso? - preguntó él, viendo a la princesa verlo con una sonrisa.
- ¿Tengo que explicarlo? - preguntó, dándole la respuesta solo con esas palabras y viéndolo negar mientras se sonrojaba.
- Creo que lo puedo imaginar. - dijo bajando su cabeza.
- El punto es que luego de tomarla como suya, también la reclamó, dejando que ella bebiera de su sangre mientras seguian en su momento. - agregó, viendo a Jiho sacudir su cabeza ante las imagenes que se hacía.
- ¿Tu padre estaba loco o algo parecido? - preguntó, viendo la sorpresa en el rostro de la princesa. - Es que.. ¿Como pudo hacer eso con ella mientras ella se desangraba?
- Hay cariño, aún eres joven para entenderlo. - Respondió ella, provocando que ambos rompan a reír. - Al principio creyó que no había funcionado ya que, ella ni siquiera había abierto sus ojos cuando el ritual de emparejamiento terminó, pero despues de un tiempo... Pudo ver como sus ojos se abrían y tomaban ese color carmesi. - Sonrie. - Y antes de que mi padre pudiera decir algo, fue ella quien se entregó a él tomando el absoluto control de el momento. - Suspira. - Tan románticos.
- ¿Eso te parece romántico? - preguntó él con una sonrisa.
- Lo fue, porque mi madre se sacrificó por mi padre jurandole con ello su amor y.. Él hizo lo mismo, se la llevó solo para él, sin darle el derecho de elegir a alguien más. - respondió, viendo a Jiho asentir y quedando en silencio.- Por ello es que no me atrevo a amarte, porque es tu derecho el ser libre y tu alma tambien, no puedo condenarte a ser como yo, no puedo simplemente arrebatarte lo que te hace ser tu mismo. - Agregó viendolo. - La vida, la calidez que despides cada vez que te veo. - Añadió.- Mi madre no tuvo elección ya que mi padre hizo el ritual de emparejamiento, pero.. ¿Y si no lo hacía? ¿Si le daba la posibilidad de elegir?
- Creo que si le hubiera dado el derecho a elegir, tu madre lo hubiera elegido de igual manera a él. - mencionó Jiho.
- ¿Tú crees? - preguntó ella con dudas, viéndolo asentir. - No lo sé, en mi clan hay muchos hombres guapos como mujeres guapas.
- Pero ellos estaban unidos mucho más que por una atracción física. - respondió él, dejando sorprendida a la princesa. - Entonces.. ¿No era suficiente con que él la mordiera para volverla uno de los suyos?
- No, eso es solo un mito. - respondió ella, aclarándole inconscientemente la duda que había dejado en él anteriormente. - Para que pudiera transformarla, ella tenía que beber la sangre de mi padre siempre y cuando él quisiera dársela. - añadió, viendo la sorpresa en Jiho.- Pero para los demás, quienes en su mayoría fueron transformados también, lo hicieron a través de la mesa de sacrificio, en la cual varios vampiros depositan un poco de su sangre para salvar a el sacrificado, a aquel que estaba muriendo a costa de salvar a uno de los nuestros. - finalizó.
- Guau, cuantas cosas se inventan los de ésta epoca.- comentó él, viendo asentir a la princesa. - ¿Los hombres lobos tienen el mismo ritual?
- No lo sé, no me llevo con esa especie de pulgosos. - respondió ella, dejando la bandeja de lado para luego abandonar la cama. - Tengo algo que hacer hoy, así que dejaremos lo que resta de historia para después.
- ¿Porque no me odias? - preguntó, deteniendo los pasos de la princesa. - A fin de cuentas, mi madre fue la bruja que te hizo vivir con una maldición y..
- Si no fuera por tú madre, yo ni siquiera existiría. - respondió ella viendo a Jiho sorprenderse. - Las vampiros jamás se embarazan debido a que prácticamente son muertos vivientes. - Añadió, bajando la mano a su vientre. - Sentir y experimentar el embarazo, fue algo que hizo a mi madre muy feliz. - Agregó con una sonrisa. - Y ahora también lo puedo sentir. - Voltea a verlo. - Aunque ella creyó que le estaba haciendo un mal, hizo felices a mis padres en el último tiempo de sus vidas. - Sonríe. - Entonces, ¿Como podría odiarla? Si es la razón por la cual existo, aunque a diferencia de los demás vampiros, yo si cuento con un corazón latente.
- ¿Cómo? - preguntó Jiho con sorpresa.
- Es la única forma de asesinarme. - respondió, bajando su mirada. - Poseo todas las cualidades de un vampiro, soy en 90% como ellos, pero mi Corazón.. - toca dicho lugar. - Es la única debilidad que tengo, pueden apuñalarlo, pueden herirlo y nada me pasaría. - Lo ve. - Pero si me lo quitan, ya no tendría más existencia, a diferencia de otros vampiros que si pueden vivir sin uno.
- ¡Dios! - Dijo él, caminando a la puerta y abrirla rápidamente para verificar que nadie más aya oído eso. ("Una vez comprobó que nadie estaba fuera, volvió a ingresar cerrando con seguro y caminando a la princesa.") - Nunca, Jamás.. Vuelvas a mencionar eso.- Dijo tomándola de ambas mejillas. - No todos son de fiar, Alani. No todos merecen saber esa gran verdad.
- Pero tú si. - respondió ella, abrazándolo. - Tú jamás me harías daño.
- Nunca. - contestó con una sonrisa, correspondiendo a su abrazo. - Te amo Alani, eres la mujer de mi vida y te quiero siempre a mi lado.
Ella no respondió, solo levantó su mirada a él y selló sus labios con un tierno beso, uno que él, no dudó en corresponder.
- Gracias por amarme. - Añadió, dirigiéndose a el baño y arrastrándolo con ella.
Algún día, prometo hacerte escuchar esas mismas palabras, prometo darte lo que deseas, pero por ahora.. Solo ten paciencia. - dijo para si misma la princesa, perdiéndose nuevamente en los labios de el hombre mientras le brindaba con sus caricias, todo aquello que su corazón guardaba.
("Si realmente amarás alguna vez a alguien, no lo obligues a ser como tú, espera a que su amor lo obligue a querer permanecer a tu lado, demostrándolo de todas las formas posibles. Que desee con todas sus fuerzas... Permanecer en una eternidad contigo, mi princesa, solo entonces... Entregale tu corazón.- Rey Orlok.")
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Updated 31 Episodes
Comments
Viviana Bustos Aldana
Es muy triste sentirse solo en el mundo y aún peor que te traicionen las personas en quien más confías
2025-02-20
0
Regina Gomez Duque
la vida de la princesa en realidad fue muy triste 😢
2023-09-23
2
Sonia Alvarez
♥️♥️😍...Que lindo amor....
2023-08-10
1