"Sentimientos."

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(Tiempo después..)

Ella lo observaba y él a ella, quizás y hasta diciéndose de esa manera más de lo que las palabras podían decir.

- No estés de broma, ¿Tiene que ser un hombre? - preguntó molesto el joven, mientras ella solo asentía.

- Es el mismo doctor que se encargó de el embarazo de mi madre, el cual presenció mi parto.- respondió ella mientras esperaba que el doctor volviera.

- ¿Como dices algo Así? No parece superar los 30 y.. ¡Es absurdo! No, me niego.- Añadió con su ceño fruncido. ("¿Tolerar que otro hombre Toque el cuerpo de la mujer que ama? No, eso ni en sueños.")

- Esta Clínica es especialmente para los de mi clan, todos los que están aquí dentro pertenecen a él, aunque también suelen atender a humanos. - respondió ella sin devolverle la mirada. - Es fácil engañar a los humanos cuando te haces pasar por otra persona, cuando los convences con un "Es el hijo de tal." Nadie sospecharía jamás de esto, ni siquiera saben que el que los atiende es el mismo que presenció el parto de su tatarabuela. - agregó. - Ingenuos.

- No somos ingenuos.- respondió ofendido. - Muchos humanos desconocen de ustedes, ni siquiera se hacen a la idea de que son más que un mito.- agregó. - Entonces no puedes tratarnos de ignorantes solo porque ustedes prefieren ser considerados "mito". - finalizó viendo a la joven sonreír.

Y es que eso era lo que más le molestaba de ella, cuando esperaba a que dijera algo, simplemente sonreía y se quedaba en silencio, sin dejarle saber lo que pasaba por su cabeza.

- No entiendo porque es que prefieren mantenerse ocultos. - prosiguió Jiho. - Después de todo, tu padre hizo trato con un humano para poder formar parte de nuestra sociedad, no entiendo porque ocultarse.

- Porque no todos reaccionarían de la misma manera, no todos pensarías que somos buenos, que no lastimariamos a un humano.- respondió ésta, para luego suspirar.- Si anunciamos a los humanos nuestra existencia, muchos buscarían la forma de exterminarnos, de acabar con lo que somos. - voltea a verlo.- Y como la princesa de mi clan, como la futura reina, debo mantener la paz entre humanos y vampiros, debo conservar ese pacto que mi padre hizo alguna vez.

- No todos los humanos son crueles como crees, no todos estarían dispuestos a desaparecerlos.- comentó él, viendo asentir a Alani.

- No todos, pero aún sigue existiendo el echo de que quizas dos o tres piensen de ese modo, dos o tres que pudieran cumplir con su cometido y acabarnos.- Respondió ella, oyendolo reír falsamente.

- Son más poderosos que dos o tres humanos, es fácil para ustedes lidiar con ello. - agregó él, viendo a la princesa cerrar sus ojos y suspirar.

- El pacto que mi padre hizo con los humanos nos obliga a todos los del clan a protegerlos, atacar a un humano sería traicionar a la palabra de mi padre. - respondió nuevamente volviendo su mirada a él. - Para ti puede ser tonto, pero para nosotros es mucho más que un simple código a seguir.

Y nuevamente el silencio reinó.

¿Como es que habían terminado hablando de aquello? Lo que Jiho quería realmente era que ella desistiera de dejar que ese médico la atendiera y escogiera una doctora.

Sabía que no lo soportaría por mucho, sabía que por más de que pusiera todo de si para tolerar el echo, su corazón se desgarraría al ver que ese hombre tiene el privilegio que él no tenía, el poder tocarla sin que ella quisiera asesinarlo antes de intentarlo.

-Sonríe- no importa cuanto se lo pida, ella jamás cedería a su petición y haría lo que le viniera en ganas, como siempre.

- Tengo que regresar a mis tierras, pero no puedo hacerlo sin checar que todo vaya bien con el bebé. - La escuchó decir y rápidamente volteo a verla.

- ¿Por cuanto tiempo te iras?- preguntó con nostalgia, pues el tiempo ah pasado rápido y aunque no lo quiera, se acostumbró a su compañia, a verla todos los días.

- Aún no lo sé. - respondió Alani mientras cruzaba sus brazos.- Hay asuntos que requieren de mi presencia y por ello no sé cuanto tiempo podría tardar en regresar.

- ¿Puedo acompañarte? - preguntó, viendo a la joven sonreír.

- No puedes. - respondió, viendo a Jiho volver su mirada a el piso y asentir una y otra vez. - Pese a que echaré de menos pelear por tonterias contigo, no puedo llevarte conmigo.- Añadió, volviendo su mirada al frente. - Pero no porque no quiera, sino por el echo de que ahora tienes una empresa que sacar a delante, una de la cual tendrás más trabajo del que crees. - voltea a verlo conectando miradas con él. - Asegurate de que no vuelvan a quitarte eso, mantente alejado de todos aquellos que se disfrazan de amigos.

Y con eso, la conversación finalizó, dejando dudas en él y la preocupación que ella se llevaría consigo.

Pese a que no lo quería, también tenía responsabilidades de las cuales ocuparse, aquellas que solo requieren de ella por ser la lider y futura reina.

(...)

Gracias a la buena atención de el médico y a las quejas de Jiho, pudieron confirmar que su pequeño de ya 3 meses, crecía fuerte y saludable en el vientre de su madre.

Pero lo que más lo sorprendió a ambos, fue cuando dicho médico anunció el que al parecer.. Ese pequeño o pequeña, contaba con más genes por parte del padre, casi ni podía ver la diferencia que vió cuando Alani estaba en el vientre de su madre. 

Al llegar a la mansión, ambos saludaron a las muchachas y sin dejarlas responder siguieron el camino hasta llegar a la habitación de Alani, en la cual, después de observarla en silencio, prosiguieron a empacar varias de las pertenencias que ésta tenía.

- En dos meses tenemos que dirigirnos donde la bruja blanca. - Dijo Jiho, rompiendo con el silencio molesto que se había formado. - así sabremos como romper la maldición y...

- ¿Te preocupa morir? - preguntó ella sentándose junto a él y viéndolo sonreír con tristeza.

- Quizás antes pensaba mucho en cuanto quería vivir, en las metas que queremos alcanzar en la vida. - suspira. - Pero desde que apareciste en mi vida, ni siquiera me importa si vivo o muero, si tengo o no que pagar un precio por haber puesto mi semillita en ti. - voltea a verlo. - Por que tú y nuestro hijo son lo más real que he tenido en toda mi vida, son por los únicos que no me importaría dejar de vivir.

- Jiho..

- No me arrepiento de haberte cruzado, de tener si quiera un pequeño lugar en tu corazón. - prosiguió interrumpiendola. - Por que desde que llegaste, conocí la felicidad, el amor y la lealtad. - toma sus manos.- Lo eres todo para mi, Alani. Y es por ello que me cuesta decirte adiós, sin saber cuando volveré a verte. - sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas y su voz se entrecortó. - Solo quiero que me prometas que volverás, que volveré a oír tu voz llamándome chico humano o Tratándome  de debilucho, solo quiero saber que...

Y sus palabras quedaron atascadas, sin poder pronunciarse, sin poder salir de sus labios, los cuales ahora se encontraban ocupados correspondiendo a el cariñoso beso que Alani comenzó.

Lo acarició con ternura y lo besó con cariño, quizás y hasta diciendo lo que las palabras no le permitían.

- Solo tengo que resolver unos asuntos importantes. - dijo Alani sin romper la cercanía. - Pero no voy a morir, no entiendo porque dices todo eso. - añadió con una sonrisa.

- Porque sé a lo que vas, sé a lo que tienes que enfrentarte y no quiero perderte. - respondió él, rompiendo a llorar mientras sus brazos la envolvían. - No quiero perderte Alani.

- ¿Como es que tú..?

- ¿Se puede? - oyó decir a Sora y luego de suspirar, dirigió su aterradora mirada a ésta.

- ¿Tú le dijiste? - preguntó, viendo a la muchacha verla con confusión. - ¡RESPONDE CARAJO!

- ¡NO SÉ DE LO QUE HABLAS, CONDENADA!

- ¡SI QUE SABES! - respondió ésta poniéndose de pie he intentando irse contra la chica, cosa que Jiho le Impidió. - ¿¡CON QUE MALDITO DERECHO LO HAS ECHO!? ¿¡Quien te permitió decir cosas que no te conciernen!?

- Es mi primo y no puedo dejarlo excluido de todo. - Contestó ésta volviendo su mirada a un lado. - Sabes tanto como yo que a tus enemigos no les importará el que cargues con un bebé en tu vientre, si tienen que destruirte lo harán.

- ¿¡Y ahora te preocupa mi hijo!? ¿¡No que querías que lo asesinara!? ¿¡Que me lo quitara!?

- ¡NO ES SOLO TU HIJO, ALANI! TAMBIEN ES PARTE DE MI PRIMO. - Agregó ésta, espantandose por primera vez al ver como aquel mueble que la princesa golpeó, se partió en dos. - Dije que los ayudaría y solo quiero que..

- Él no tenía que saberlo, solo has logrado que se preocupe en vano.- la interrumpió, volviendo su mirada a Jiho. - Porque es en vano que te preocupes.

- Alani, todos saben que eres la más fuerte de tu clan, pero los lobos no son enemigos fáciles para los vampiros.

- Soy Alani, la princesa vampiresa de la cual muchos han sabido. - respondió ésta caminando a su maleta. - Y no existe enemigo alguno que pueda tocarme si quiera un pelo, eso te lo puedo asegurar. - Arrastra su maleta hasta Jiho y con ternura acaricia su mejilla.- esperame tranquilo, porque volveré por ti, mi chico humano.- Finalizó, dejando un tierno beso en sus labios para luego desaparecer como si de magia se tratara.

- Alani. - pronunció él, para luego dejarse caer y llorar con ese dolor que la marcha de la mujer había dejado.

Estaba acostumbrado a verla irse por unos días, a saber que pese a todo.. Ella terminaba llegando, pero esto era distinto, ella estaba en peligro y él lo sentía así.

Y si no fuera él asunto, ¿Porqué le demostró sus sentimientos? ¿Porqué le dió esperanzas a que su amor era correspondido?

Es porque ella sabía al peligro que se sometería y que hasta estaba dudando de que pudiera salir victoriosa.

-Alani, solo asegurate de regresar con vida. - dijo en silencio para luego abrazarse a si mismo y sufrir la tristeza de ésta separación, una que pedía.. Sea corta.

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