"Coincidir no es pertenecer"

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Y es que si, hasta él mismo se estaba cuestionando el por que una hermosa mujer, repentinamente se le cuelga por el brazo llamándose a si misma, su novia.

La veía de pies a cabeza, notando su hermosa figura, sus labios sonrosados su perfecta y hermosa nariz y esos brillantes y hermosos ojos de un color nunca antes visto.

Estaba claro que muchos de los jóvenes que él conocía solían usar lentes de contacto con color, pero ésta mujer.. Ella no llevaba eso puesto.

Volvió la mirada a sus colegas encontrando a más de uno babeando y hasta las parejas de estos observar con cierto interes a la muchacha que colgaba de su brazo.

- ¿Ahora no tienen boca para hablar? - preguntó Alani, más no obtuvo respuesta. - Son solo una bola de fracasados que buscan descargar su mal día en alguien que no les ah echo nada, debería darles vergüenzas. - añadió, ganándose la mirada de el galán que tenía a su lado. - ¿Y tú? ¿No sabes como darte a respetar?

- Pero mira nada más. - habló por fin uno de los tantos compañeros presentes, antes de que Jiho pudiera siquiera responder. - Hasta la hermosa dama sabe que eres un bueno para nada. - añadió éste riendo, siendo nuevamente acompañado por el resto.

Lo sabía, todas las personas que se acercaban a él iban con el propósito de humillarlo, de darle la falta total del poco respeto que creía merecerse.

Nuevamente bajó la cabeza y dejó que todos jugaran sus cartas una vez más, de todos modos.. Ya se había acostumbrado a ello.

- ¿Como te atreves a usarme para avergonzar a mi hombre? - preguntó Alani mientras fruncía su ceño.

- Muñeca, está más que claro que te has equivocado de pareja. - respondió éste con una sonrisa. - Ve bien a quien tienes al lado y preguntante si has escogido bien. - añadió provocando que Jiho volteara su mirada a la mujer, quien en ningún momento se hizo para atrás ni lo soltó.

¿Que pasaba? ¿Porque no aprovechaba la oportunidad ya para burlarse de él? ¿No era eso lo que ella quería?

- Niñito tonto, por personas como tú la humanidad se irá a la basura. - respondió Alani, para luego voltear su mirada a Jiho. - ¿Eran esto los amigos que querias presentarme, cariño? - Preguntó con cierta inocencia en su voz.

- Yo.. - Después de esperar por un largo tiempo, ella por fin conocía la dulce voz de el joven a su lado y la verdad.. Con solo esa palabra, ella quedo cautivada. - No quería, lo siento. - admitió, bajando su mirada una vez más.

- No tienes por que inclinar la cabeza frente a personas tan anormales, tú marcas la diferencia entre muchos. - Y no mintió, pues él estaba rodeado por una hermosa luz que poco a poco llenaba de más curiosidad a la mujer.

- Guau, quisiera tener una novia que me dijera cosas tan lindas como esas. - Comentó uno de los tantos colegas de Jiho.

- Tambien yo. - Añadió otro, robando la atención de Jiho.

- Linda, ¿Cual es tu nombre? - Preguntó la novia de uno de ellos, por lo que Alani Volvió su mirada a ella y sonrió.

No era un secreto para los humanos el conocer la historia de los Vampiros, de la supuesta "Ficción" sobre que alguna vez existieron y fueron protegidos por el gran rey Valta Orlok, pero como humanos.. No creía en que esto fuera real, en que ella fuera alguien que existiera.

- Valta Alani. - respondió, viendo a todos sorprenderse. - Ese es mi nombre.

Luego de un gran silencio y de que las miradas volaran de unos a otros, todos explotaron en fuertes carcajadas.

- Ya decía yo, demasiado linda para ser verdad. - comentó uno de ellos entre risas. - Dime Jiho, ¿En que manicomio conociste a tu novia? - preguntó, llevando a todos a una nueva carcajada.

- ¿De que estás hablando? - preguntó Alani, mientras apretaba sus puños y fruncía su ceño.

- Nena, Alani supuestamente era la hija de un rey vampiro que existió hace décadas. - contestó esté viendo asentir a la mujer, pues era cierto, su padre era un poderoso rey. - Pero.. Si la historia fuese cierta, ¿De que manera existiría la supuesta "Hija"? Si antes de aclarar el echo de su mera existencia, dijeron que las vampiresas no podían concebir.

- Tu no sabes nada.

- ¿Y tú si? ¿Acaso eres una vampiresa? - preguntó con cierta burla, dejando a Alani tragarse sus palabras.

Admitirlo sería condenarse no solo a ella misma, sino que a todos los de su clan.

Prefería ser llamada loca, a ser llamada traidora, por que es como todos los de su clan la señalarían.

Al ver el aprieto en el cual se encontraba su "novia" Jiho la colocó detrás de él y se enfrento a ese grupo de bravucones.

No importara cuanto dijeran de él, cuanto quisieran humillarlo, pero no permitiría que tal injusticia se cometiera con ésta mujer solo por querer defenderlo.

- Tu problema era conmigo, no entiendo por que te metes con ella también. - Intervino Jiho, dejando sorprendida a la princesa. - No permitiré que la humilles como lo haces conmigo, por que ella no te debe nada.

- Oh, el príncipe salió al rescate de su muerta viviente. - comentó éste, viendo luego una reacción que jamás ninguno se podría esperar por parte de Jiho.

Con un fuerte golpe en la mesa, enmudeció a ese canalla y cortó con la risa de los demás.

- Jamás me he defendido de ustedes ni de sus burlas por que puedo estar tranquilo sabiendo que nada les debo. - respondió, para luego señalar a la sorprendida Alani. - Pero ella no los conoce, ni les ha echo algo para que la molestaran.

- Tú..

- ¿Tiene algo de malo en el que su nombre se parezca al de una princesa vampiresa de hace siglos? ¿A un supuesto mito según ustedes? - preguntó nuevamente, para luego reponerse en su lugar y sonreír. - Ella tiene razón, son solo una bola de fracasados, frustrados que buscan llenar ese maldito espacio vacío que tienen en la cabeza al ser abandonados por su cerebro.

Dicho esto, tomó la mano de la mujer y la dirigió fuera de el lugar, dejando a más de uno con las palabras atoradas en la garganta y la frustración de no haberse podido defender.

(...)

Luego de caminar por un buen rato, Alani se suelta de el agarre de ese muchacho para luego detenerse y mirarlo con seriedad.

- Sabías defenderte pero aún así, dejaste que te pisotearan. - reclamó la joven.

- Estoy acostumbrado a ello y jamás me ha importado lo que pudieran decir de mi. - respondió Jiho. - Después de todo, nadie nos conoce mejor que nosotros mismos. - Añadió, volviendo a retomar el camino.

Era extraño, su padre le había dicho eso mucho antes de morir y... Escuchar a alguien más usar esas palabras, realmente la tomó por sorpresa.

- ¿ Sería una falta de mi parte invitarte a comer algo? - preguntó Jiho sin ver a la mujer, pues se esperaba un rechazo al pensar en lo inalcanzable que sería una posible comida con tan hermosa dama.

- Sería descortés que no lo hicieras. - respondió Alani, dejando sorprendido a Jiho. - He dejado a un lado mi cena para ayudarte, supongo que merezco una retribución. - añadió, viendo la hermosa sonrisa aparecer en el rostro de el caballero que tenía frente a ella.

Esos ojos... Ella los había visto en algun otro lugar, pero no recordaba del todo de donde era exactamente.

(" Luego de verlo asentir, ambos toman el rumbo a un restaurante que él conocía, uno que frecuentaba muy seguido.")

Después de caminar un par de largas cuadras, Alani se sorprende al ver el lugar al cual fue invitada.

No era precisamente un enorme restaurante y tampoco era de esos finos, a los cuales solían invitarla la mayoría de hombres que querían cortejarla.

Ese lugar era sencillo y pequeño, bastante acogedor según Jiho.

- Quizas no es lo que esperabas, pero puedo asegurarte a que el sabor de la comida no tiene que ver con el lugar, sino que con su personal. - comentó Jiho, viendo una sonrisa aparecer en el rostro de Alani.

- Lo sé. - respondió viendo la puerta. - desde aquí se puede apreciar el delicioso aroma de esos platillos que muero por degustar. - añadió viendo asentir a Jiho, quien en un acto de caballerosidad se hace a un lado y le señala amablemente la puerta.

¿Por que era tan distinto a otros humanos? ¿Por que sentía una fuerte atracción por éste joven a quien apenas conoce?

Claro que no se creía la debilidad de todos los hombres, pero desde que comenzó a visitar el mundo humano, la mayoría de hombres la invitaban a cenar he incluso querían llevarla a fiestas.

Pero Alani podía oír sus pensamientos y sabía que si decidía seguir a aquellos hombres... Terminaría cometiendo un asesinato y no era lo que quería, ella no era un monstruo.

Al contrario de todos ellos, no podía ver malas intenciones en Jiho, le costaba oír sus pensamientos y.. Eso la dejaba mucho más intrigada y con muchas más ganas de conocer a el hombre frente a ella.

(....)

Después de degustar varios platos y de festejar como niña pequeña al descubrir nuevos sabores, vuelve su mirada a Jiho.

- ¡La comida es deliciosa! - comentó con una sonrisa, cautivando la atención del apuesto joven. - Debes de traerme aquí la próxima vez, me encanta el lugar y toda la deliciosa comida que preparan. - añadió, viendo a Jiho sorprenderse.

- ¿Qui-quieres que te vuelva a traer? - preguntó con timidez, viendo a Alani asentir una y otra vez. - De acuerdo, prometo traerte la próxima vez. - respondió, viendo a la joven ignorar totalmente sus palabras para centrarse en el menú nuevamente.

Quería halagar su belleza, decirle lo que quizás muchos habían echo y finalizar el discurso en cuan afortunado se sentía por su compañía pero... No, no podría hacerlo, no era el tipo de hombre que supiera encontrar las palabras adecuadas para coquetear con una mujer.

La pequeña risa de Alani lo sacó de su ensoñación y levanto la mirada a ella, encontrándola viéndolo.

- ¿Sabes? Cuando alguien te gusta, ni siquiera es necesario decírselo o pensar en una forma de como hacerlo. - comentó la joven, viendo el rostro de Jiho enrojecer. - A veces las palabras no son necesarias, cuando podemos demostrar con hechos lo que sientes.

- No sé de lo que estás hablando. - respondió Jiho, volteando su mirada a un lado provocando que Alani sonriera.

- De acuerdo, pidamos el postre entonces. - contestó sin darle más importancia a la conversación. ("siento que de algún lado te conozco, aunque no sé exactamente de donde. ")- se volvió a decir.

- ¿Que hay de tu nombre? - lo Oyó decir y levantó su mirada a él.

- ¿Que tiene mi nombre?

- ¿En verdad te llamas Alani? - preguntó cruzando sus manos en la mesa.

- Si. - respondió. - ¿Por que? ¿También piensas que estoy delirando al llevar el nombre de la poderosa vampiresa? - preguntó, viendo negar a Jiho.

- Es solo la curiosidad. - respondió.

- Sabes mi nombre pero yo no se el tuyo. - dijo Alani, volviendo su mirada a la carta.

- Jiho, Parck Jiho. - respondió el muchacho, viendo asentir a la mujer.

- Lindo nombre. - contestó ella con una sonrisa, misma que se borró poco después al percibir el olor de sus enemigos. - Olvidemos el postre, tenemos que irnos.- Dijo apresurada mientras se ponía de pie.

- ¿Sucede algo? - preguntó y Alani volteó su mirada a la puerta para luego esconderse debajo de la mesa. - ¿Que haces?

No les temía, no había nadie en este mundo que pudiera superar su fuerza, pero si no quería ser forzada a dejar su reino, debía de mantenerse al margen de todo y seguir guardando éste secreto, debía de ocultarle a los humanos su verdadero yo.

- ¿Ala.. ?

- No digas mi nombre, tú estás solo aquí. - lo interrumpió en un susurro y dejando totalmente confundido a Jiho, quien levanta su mirada a la puerta encontrando a dos sujetos que observaban de un lado a otro, como si buscaran a alguien.

Después de esperar por un largo rato, el aroma de esos lobos desapareció, por lo que Alani vuelve a ponerse de pie y está dispuesta a marcharse.

- Señorita Alani yo..

- La cuenta va por mi parte. - dijo sacando una tarjeta negra y colocándola en la mesa. - Pero por tu bien, no vuelvas a buscarme, pese a que tenga curiosidad.. Es mejor mantener la distancia.

- ¿Como?

- Eres extraño y por ello te seguí, pero si me dejo llevar por mi curiosidad.. Terminaré en problemas. - Respondió, para luego marcharse dejando a Jiho muy confundido por sus palabras.

¿ Él era extraño? ¿Por que? ¿Que tenía de distinto a los demás?

......................

Tu mirada será siempre el arma mortal, con la cual puedes dominar el corazón de tu amado. Por ello, guarda siempre lo más sincero de ti en ella. - Daianatay.❤

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Comments

Viviana Bustos Aldana

Viviana Bustos Aldana

Malditos fracasados humillan a la gente para resaltar

2025-02-19

0

Lizy Ordoñez

Lizy Ordoñez

Pero si a mí alguien me trata como lo trataron a Jiho, yo les pateó las pelotas a uno por uno. Y a las minas, les rapo la cabeza de una cachetada!

2023-05-20

2

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