"Intento y falla"

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Es que realmente no lo podía creer, su clan siempre fue lo más importante para ella, por lo que más a luchado desde que su padre fue asesinado y ahora, no son capaces de defender y cuidar su trono ni siquiera de uno de ellos.

- Su Alteza, sabe que siempre estaremos de su lado y...

- Ya no digas más Beltra. - lo interrumpió la princesa sin detener sus pasos. - Cuando alguien está de mi lado, lucha para cuidar lo que me pertenece sin importar a quien tenga que enfrentar. - Añadió, dejando a el hombre completamente dolido ante el enojo de su futura reina. - ¿Donde están Kara y Krima? ¿Les han echo daño?

- De echo, su alteza, la joven Krima fue encerrada en el sótano junto a unos 20 más que se negaron a seguir las ordenes de la señora Kara y..

- ¿Y que? - preguntó Alani luego de contemplar el silencio de éste.

- Y de quien se hace llamar futuro rey. - finalizó éste, viendo asentir a la princesa.

- Kara de por si está condenada junto a quien quiera que sea el que se hace llamar "futuro rey" - respondió, volviendo a retomar el camino. - Libera a Krima y el resto de prisioneros. - Ordenó, viendo a éste asentir y salir rapidamente a obedecer su mandato. - Luzfer, ¿Donde se encuentra el dichoso futuro rey? - preguntó a otro de los guardias que la seguía.

- Alteza, está en la sala del trono. - respondió y a su igual entristeció al saber que su princesa estaba molesta con él y los demás, quienes a pesar de no luchar, consideraban serles fiel a su futura reina.

Desvío el camino en dirección a la sala de trono, viendo a más de un soldado inclinarse al verla llegar, recibiéndola como lo que es, su futura reina.

Sin importar lo que se estuviese discutiendo dentro de el lugar, abrió la puerta de una patada llevándose las miradas de Kara y Lestat, quienes no se esperaban la llegada de la princesa.

- ¡A ver diganme! ¿¡quien se hace llamar futuro rey!?- preguntó con altanería, dejando el lugar en completo silencio. - ¿¡Es que acaso le comieron la lengua ahora!? ¿¡No que querían destronarme en mi ausencia!? ¿¡Que tan valientes son ahora!? - gritó una y otra vez, tomando luego una silla y estrellandola contra la pared.

- Mi princesa.. - oyó decir a Lion. ("Digamos que el desagrado que se dibujó en el rostro de la princesa al ver a ese viejo amigo de su padre de esa forma, les dio más que un motivo a los amotinados para que corrieran de allí.")

- Lion. - dijo la princesa con amargura, caminando en dirección a éste y desatando pies y manos, los cuales fueron atados como si intentaran sacrificarlo.

No perdió tiempo, una vez que éste estuvo liberado, ella mordió su muñeca y le extendió a su leal guardia para que pudiera reponer con rapidez sus fuerzas.

Todos sabían que la sangre de la princesa era otorgada a quien verdaderamente la necesite y a quien verdaderamente le agrade, no era la clase de ser que se lastimaría por cualquiera.

Una vez logró ver que éste tomaba nuevamente su semblante, se puso de pie y en un rápido movimiento se encontró junto a Kara y Lestat, quienes solo dieron un paso atrás.

- Alani..

- ¿ Tú te haces llamar futuro rey? - preguntó la princesa, dando un paso a delante. - ¿Quieres arrebatarme el trono cuando ni siquiera tienes el coraje de enfrentarme? - volvió a preguntar, viendo a éste caer de rodillas.

- Princesa, sabes que siempre te fui leal, siempre estuve dispuesto a todo por ti pero.. Me dejé llevar por las palabras de esa mujer. - respondió éste, señalando a Kara. - Dijo que ya no tomabas importancia a tu reino y que merecían un mejor rey, que yo sería un mejor rey. - La ve. - Sabe que ningun humano puede saber de nuestra existencia y.. En un recorrido por la cuidad, vimos como usted caminaba con uno a su lado y..

-¿No te dije yo que el padre de mi hijo es humano? - preguntó tranquilamente. - Incluso tú lo sabías. - Añadió, viendo esta vez a Kara. - ¿De que me acusan ahora?

- ¿Y las dos nuevas humanas que vimos? ¿A las que les mostró sobre lo que somos y lo que hacemos? - cuestionó Kara. - ¡Eso es una traición a su clan! 

- No lo es siempre que se lleve a cabo un acuerdo con dichos humanos. - respondió la princesa, pasando sobre ambos y dirigiéndose a los tronos. - Bien, dicen que como futura reina tomo malas decisiones y por ello prefieren elegir un nuevo rey. - afirmó, sentándose en el trono de el antiguo rey. - Retarlos a duelo para definir el poder sobre el trono, sería injusto de mi parte ya que con anticipación sé que perderán. - Ve sus largas uñas. - Entonces he decidido cederles el lugar. - Añadió cerrando su puño, dejando sorprendidos a más de uno, pero aún más a Kara y Lestat, quienes no podían creer que así de fácil pudieran conseguir su lugar como gobernantes. - Pero, para que eso suceda, deben aceptar todas las responsabilidades que conllevan gobernar, ya que no solo son los presentes quienes forman parte de nuestro clan, sino que también tenemos a más de ellos esparcidos por distintas partes del mundo.

- ¿Y cuales son esas responsabilidades? - preguntó Kara, cruzando sus brazos.

- En primera, cuando un rey es despojado de su trono, éste se lleva consigo todas las riquezas que ha hecho durante su tiempo como gobernante. - comentó, viendo a ambos sorprenderse. - Si dicho rey no se encuentra en vida y es su heredero el despojado, así mismo se lleva las riquezas que su padre ha echo y dejará a el futuro rey empezar desde cero, trabajando duramente y sumando más de lo que el antiguo rey sumó. - Añadió. - A mi no me Afectaría en nada ya que el mismísimo palacio fue construido por mi padre y todas las riquezas que hay, le corresponden también. - Sonríe. - Pero.. ¿Los del clan estarán de acuerdo? Después de todo, su economía para vivir a ley depende de las riquezas que mi padre ha hecho durante su reinado y las que he incrementado cuando asumí el cargo de princesa heredera. - los ve. - ¿Cuantos son los votos a favor para que renuncie? - preguntó a todos, obteniendo solo silencio. - Vaya, se ve que no muchos consideraron el cambio de futuro rey.

- Alteza, siempre estaremos para servirla. - Habló uno entre la multitud, inclinándose frente a ella he incitando a los demás; quienes siguieron su actuar.

- Me siento dichosa por saber que eso es así, aunque la decepción es inevitable al saber que en mi ausencia solo menos de 20 lucharon. - respondió Alani, dirigiendo ésta vez su escalofriante mirada a los dos revoltosos. - Ahora preguntaré, ¿Cuantos están a favor de que Kara y Lestat paguen por su traición? - preguntó con una sonrisa, viendo solo a los nombrados con sus manos bajas, el resto votó a favor. - Entonces no queda más por decir, como princesa heredera, acuso a Lestat y Kara de traición, sentenciandolos a abandonar todas y cada una de las tierras que el clan Valta representa, si se los ve merodear por una de estás, serán destruidos sin importar que una vez pertenecieron a los nuestros.

- Alani..- suplicó Lestat, viendo a la princesa pasar por su lado y mover su cabello como toda una reina.

- Princesa, para ti. - aclaró, caminando lejos de estos; quienes comenzaron a pedir piedad luego de que varios de los guardias los escoltaran fuera de el lugar.

Suspirando de cansancio, la princesa decide ver el estado de aquellos que fueron encerrados y saber la razón por la cual estaban allí.

Sabía que Krima era de fiar, por ello es que la dejó a cargo junto a su madre pero.. Jamás esperó que Kara junto a Lestat, pudieran ponerse en su contra.

Pero no importa el como, ella les daría una lección tarde o temprano.

(....)

Quizás y era el lazo que formó con él luego de aquella noche, quizas y solo era por su hijo pero.. Podía sentir la incomodidad de Jiho, sabía que no estaba bien y por ello, luego de arreglar unos temas en su reino, decide regresar a la ciudad de los humanos.

Eran aproximadamente las 12 y 30 de la noche, vió todas las luces apagadas en la gran mansión, exceptuando una, la de la habitación de Jiho.

Sonrió al ver como éste se asomaba a el balcón y dirigía una triste mirada a la desolada carretera, por ello, decidió dar un gran salto apareciendo frente a él y provocando que éste callera de espaldas espantado por el susto.

- ¡Alani! - la reprendió, obteniendo solo la sonrisa de ésta.

- Desde lejos pude oler tu miedo y tu tristeza. - comentó, mientras extendía su mano para ayudarlo a ponerse de pie. - Dime quien te intimidó y le arrancaré la cabeza.

- Nadie me intimido. - respondió él, para luego abrazarla. - Solo.. Creí que no volverías.

- Te dije que tenía un asunto que atender pero que volvería pronto. - respondió ella, dejándose abrazar por él. - Tienes que confiar en mi. - añadió, recargando su cabeza en el pecho de éste.

- Lo hago, solo es que tengo miedo de despertar y ver que todo ha sido un sueño. - contestó, sintiendo el cuerpo de la mujer relajarse entre sus brazos. - ¿Que ha pasado?

- Estoy cansada para hablar de ello, mi forma humana consume más energías de las que pensaba y solo quiero dormir. - respondió ella, oyendo una suave risa por parte de éste.

- Te llevaré a tu habitación. - respondió, cargándola en sus brazos.

- Tus brazos me dan calma en éste momento, no quiero ir a mi habitación.- contestó la princesa, siento el asentimiento de él, quien cambió de rumbo llevándola a la cama y quedándose a su lado.

Al apreciar el rostro relajado y dormido de Alani, decidió apagar la luz y acomodarla aún más cerca de su cuerpo para que ésta consiga un buen descanso.

-Pase lo que pase, estaré a tú lado sin importar los riesgos, mi hermosa princesa. - dijo para si mismo, dejándose caer rendido en ese sueño que por fin pudo conciliar al tenerla de regreso.

Ya no tenía dudas, ella lo amaba, pero se estaba negando a si misma el dejar emanar ese hermoso sentimiento. ¿Porque? Pues no lo sabías, pero estaba convencido de que poco a poco, se ganaría la aceptación de ésta hermosa mujer vampiro.

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