¡No puede ser!

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Pese a que no quería asistir, al ser el encargado de una de las areas más importantes de la empresa, simplemente no pudo negarse, su nuevo jefe no se lo permitiría.

Sentado en una mesa alejado de todos, Jiho observaba a aquella familia reír, disfrutar de ésta fiesta que quizás.. De no haber sido por la muerte de su padre, seguiría estando en sus manos.

Sus padres fundaron la empresa, la hicieron crecer por montones y lo dejaron a cargo de ella cuando ya no podían encargarse ellos mismos, para Jiho, asumir el liderazgo de tal empresa no era algo mayor a ser un empleado, pero las circunstancias lo obligaron a ser uno más a la fuerza.

Dos años atrás, a fines del mes de marzo.. Sus padres sufren un inexplicable accidente, en el cual ambos pierden la vida.

¿Inexplicable? Pues si, porque desde su retirada, su padre decidió no conducir más debido a que ante un fuerte ataque podría perder el control de el vehículo y dañar a inocentes.

Lo inexplicable pasó por el echo de que cuando le informaron sobre la muerte de ambos, le dijeron que su padre perdió el control de el vehículo y estrelló contra un arbol provocando la muerte inmediata de ambos, tanto de él que iba cómo conductor, como de su madre, quien iba de acompañante.

Solo dos días después de perderlos a ambos, se encontró con la sorpresa de que su único tío, reclamó la empresa como patrimonio de sus difuntos abuelos y al no haber testamento ("Según su tío") no quedaba más que entregar por las buenas el control de dicha empresa y tomar lo poco que le daban.

- ¿Tan perdido en tus pensamientos? - escuchó decir a una joven y volteó encontrando detrás de él a su prima más chica, Sora. - Observas a mi familia como si fueran unos criminales que te han arrebatado todo. - añadió, dejando sorprendido a Jiho.

- N-no.. Yo no..

- ¿Porqué eres así? - preguntó frunciendo su ceño. - Sé que eso fue así, pero tú lo niegas como si fuera algo sin importancia.

- ¿Que quieres decir? - Preguntó, sin comprender las palabras de la muchacha.

- Jiho, tus padres no tuvieron un "accidente" como muchos dicen y me gustaría poder encontrar la verdad detrás de todo, pero no puedo. - respondió con cierta tristeza. - He tratado de conectar todo lo sucedido con el accidente de tus padres y.. En lo único que puedo pensar es en el que quizás mis padres tuvieron que ver con ello.

- ¿Como?

- No seas tonto. - añadió con una falsa risa. - Mis tíos mueren misteriosamente y de repente, mis padres reclaman la empresa como patrimonio familiar por parte de nuestros abuelos cuando todos sabemos la verdad. - cruza sus brazos. - Pusieron a el bueno para nada de mi hermano a cargo, solo para enriquecer sus bolsillos sacandote lo que por ley te pertenece. - voltea a verlo. - Y tú te quedas allí sin hacer nada, sin pelear por tus derechos y por lo que tus padres se esforzaron en levantar.

- ¿Que pruebas tengo de que esas empresas fueron fundadas por mis Padres? - preguntó, bajando su mirada. - No me vincule con la empresa hasta que tuve mayoría de edad y no se que han hecho mis padres con los papeles de su inicio.

- Jiho, alguna pista te han dejado de ellos, tienes que encontrarlos y arrebatar lo que es tuyo para que no lo destruyan. - dijo la muchacha dejando sorprendido a su primo.

- ¿Porqué me dices esto? Tú también obtienes beneficios de todo eso. - respondió viendo negar a la joven.

- A mi no se me regala nada y aunque quisieran dármelo, no lo aceptaría. - contestó bajando su mirada. - Mis tíos fueron buenos conmigo en todo momento y no sería una mal agradecida como mi familia, yo si se valorar a los que estuvieron para mi en mis peores momentos.

- Entonces ayudame, tú estás bajó el techo que podría tener las pruebas que necesito. - pidió, viendo a su prima asentir.

- Seré tu mayor aliada, cuenta conmigo. - respondió viendo la hermosa sonrisa que su primo poseía.

- Gracias Sora, prometo recompensarte cuando consiga obtener nuevamente mis propiedades. - añadió Jiho viendo negar a la joven con una sonrisa.

Mientras ellos siguieron con su charla, desde la distancia Alani veía la escena con algo de molestia.

¡Es un mal agradecido! Me está haciendo quedar como la novia cornuda frente a esos imbéciles que tiene como compañeros de trabajo.- se dijo a si misma con enojo y volteo su mirada en otra dirección.

Pero aunque quisiera ignorarlo, el ver la tristeza en el rostro de el joven le partía el corazón, ese que poco a poco comenzaba a sentir calor cada vez que pensaba en él.

¿Porqué estaba triste? ¿Acaso esa mujer estaba intimidandolo también?

Giró para ir en esa dirección pero antes de que pudiera dar si quiera dos pasos, un hombre se le puso enfrente impidiéndole  que pudiera avanzar.

- Yo.. No te conozco. - dijo éste con una sonrisa mientras veía a la hermosa mujer que tenía frente a él.

- ¿Porqué estás tan seguro de que no me conoces? - preguntó Alani cruzando sus brazos.

- Por que de haberlo echo, jamás te olvidaría. - respondió, escuchando una falsa risa por parte de la mujer.

- Eres totalmente un fracasado a la hora de coquetear con una mujer. - Respondió ésta con su perfecta sonrisa, dejando a el hombre mucho más que sorprendido.

¿Quien era esa mujer? ¿De donde sacaba ese coraje para hablarle de esa manera tan irrespetuosa a él, siendo el poderoso empresario que era?

- ¿No crees que te estás excediendo con tu forma de hablarme? - preguntó con su ceño fruncido viendo negar a Alani. - ¡Yo soy..!

- Por mi puedes ser el mismísimo diablo y aún así me importaría poco el decirte tus verdades en la cara, ahora ¡Pierdete! - respondió ella he intentó revasarlo siendo sujetada por este mismo, quien la tomó con fuerza de su brazo. - Si no quieres perder tus malditos dientes, suelta mi brazo ahora mismo.

- ¡Cualquier mujer en tu lugar quisiera que yo estuviera hablándole! Pero tú..

- Pero a mi no me importa ni me apetece tener tu estupida atención. - respondió, soltándose con brusquedad. - Mantente alejado de mi.

- ¡Seguridad! - gritó éste mientras observaba a la mujer con su ceño fruncido.

- Diganos señor Parck.

- ¿Como entró ésta mujer aqui? - preguntó sin quitar la mirada de Alani.

- Entró con..

- Con mi Autorización. - intervino Jiho, colocándose junto a Alani y quitando ese antifaz que no le permitía apreciar del todo los hermosos ojos de la bella mujer. - Estuve esperándote.

- Llevo dos horas aquí y pude ver que estabas bastante entretenido. - respondió ésta, cruzando sus brazos luego de dirigirle una seria mirada.

- Yo no te vi hasta ahora, en verdad lo siento. - se disculpó.

- ¿ Ésta irrespetuosa mujer viene en tu compañía, Jiho? - preguntó el hombre obteniendo la atención de éste.

- ¿Porqué la llamas irrespetuosa? ¿solo por haberte dicho la verdad? - preguntó enfrentando a su primo como nunca antes lo había echo.

No entendía el por que, pero desde aquella vez en la que conoció a Alani, se sintió con el poder suficiente para enfrentarse a quien sea, ella le transmitía una fuerza incomparable.

- ¿¡Te atreves a revelarte!? - gritó molesto mientras le daba un leve empujón.

- Marck, no te tengo miedo y si para ti decirte la verdad es revelarme, pues tomalo así.

- No olvides que en el campo profesional, yo soy tu jefe y si quiero..

- No eres más que un usurpador. -  lo interrumpió mientras fruncía su ceño y lo tomaba por su chaqueta. - Tú y tus padres me robaron la empresa que mis padres construyeron desde cero. - añadió, dejando a todos los presentes sorprendidos y murmurando sobre lo que acababan de oir. - Pero tarde o temprano recuperare lo que me pertenece por derecho y no Podrás hacer nada. - finalizó soltándolo con brusquedad.

- Ni te aparezcas mañana por la empresa, por que ya no trabajaras allí y me aseguraré que en ningun otro lugar te tomen. - Dijo éste con su ceño fruncido.

- ¿Seguir trabajando allí junto a tu grupo de inexpertos empleados? - preguntó Jiho con una sonrisa. - Quiero ver cuanto te dura la empresa sin mi, ya que para los negocios tú no sirves. - finalizó girándose a Alani; quien lo veía con orgullo, extendiéndole su mano para luego sacarla de allí con la mirada de todos encima.

(...)

Después de salir de allí y caminar unas cuantas cuadras, siente los aplausos de la mujer que tenía a su lado y sonríe.

- Bravo, bravo. - dijo Alani mientras Aplaudía. - No sé de donde salió el repentino coraje pero te ganaste mi admiración. - añadió, escuchando la suave risa de Jiho.

- Es la segunda vez que se presenta el repentino coraje y.. En ambas tú estás presente. - respondió viendo la sonrisa en la mujer. - creo que tienes que ver con ello.

- Para nada, ese es el poder que tienes oculto en tu interior. - contestó ella para luego suspirar, cruzar sus brazos detrás de su espalda y seguir con el camino. - Quizás pueda ayudarte a recuperar lo que te pertenece.

- ¿Puedes? - preguntó éste con sorpresa viendo asentir a la mujer.

- Pero como todo, exijo algo a cambio. - respondió volteandose a verlo.

- No creo tener algo que te interese para intercambiar. - dijo apenado mientras bajaba su mirada.

- Solo necesito de tu ayuda para encontrar una solución a un problema, si puedes con ello.. Te devolveré lo que te arrebataron sin la necesidad de que pelees tú. - contestó, dejando con dudas a Jiho. - Pero primero, deberás de contarme que es eso de usurpar lo que te arrebataron, ¿Como alguien puede quitarte algo que es de tu propiedad como si nada? - Preguntó, oyendo suspirar a Jiho. 

Después de meditar desde donde comenzaría, le narró todo lo sucedido desde que su padre decidió dejar la empresa en su poder, hasta el no encontrar el testamento que sabía, su padre había echo con anticipación.

(....)

Al no poder disfrutar de la cena en dicha fiesta, Jiho tomó la iniciativa de invitar a Alani para que fuera a su casa, allí le cocinaria algo delicioso para poder continuar con su conversación mientras cenan.

Si, es cierto que se sentía atraído por ella, que como cualquier otro hombre.. La encontraba irresistible, pero había algo extraño en ella, algo que si lo dijera con toda confianza dejaría que ella lo tome por tonto.

Al llegar a casa de Jiho, éste la invita a pasar para luego dejarla en la sala mientras disfrutaba preparando una deliciosa cena para ambos.

>>Sé que quizás es una locura, pero en ocasiones he considerado que Alani es aquella princesa vampiresa de la cual mi madre me ah hablado mucho, esa que vive con una maldición desde hace 120 años y... Aunque pueda llegar a quedar como un tonto, quiero saber si es ella. - se dijo Jiho a si mismo mientras picaba los ingredientes que utilizaría.<<

Sabía que con la ayuda de Alani, ya no era tan necesario poner en riesgo la seguridad de Sora, la única familia que le quedaba y con quien bien sabía, podía contar.

- ¿ Quien es ésta mujer? - oyó decir a Alani y volteo a verla, encontrándola con el cuadro familiar en sus manos.

- Ella.. era mi madre. - respondió, viendo aquel cuadro caer de las manos de Alani mientras quedaba sorprendida por lo que acababa de oír. - ¿Alani?

- N-no puede ser, se supone que ella murió hace 50 años. - murmuro ella, llegando a oídos de Jiho las palabras de Alani.

- ¿Que? - preguntó viendo retroceder a Alani. - ¿Que quieres decir con que mi madre murió hace más de 50 años?

- No te acerques. - volvió a hablar, pero lo que sorprendió a Jiho fue el ver como ésta comenzaba a respirar con dificultad y tomaba con fuerza su pecho.

- Alani..

- ¡NO TE ACERQUES! - Gritó, para luego voltear su mirada a el reloj de pares y sorprenderse, pues aún no eran las doce, no era tiempo de que su transformación ocurriera. - N-no puede ser..

- Alani..

El fuerte y desgarrador grito de la mujer dejó totalmente paralizado a Jiho, a quien poco a poco le aumentó la sorpresa al ver como el color de cabello y los ojos de la mujer.. Cambiaban repentinamente de color.

>>S-si.. Si es ella, la vampiresa que vive con la maldición. - se dijo a si mismo, mientras observaba como la mujer comenzaba a golpear su cabeza para luego bajar ambas manos hasta la parte baja de su ombligo y lo tomaba con fuerza.<<

- Alani..

- Ba-baño.. - Murmuró con dificultad dejando confundido a Jiho. - Ne-necesito un baño frío. - añadió, mientras sus labios empezaban a temblar por el dolor.

¿Que está pasando? ¿Por que repentinamente su rostro palidecio? ¿Que tenía que ver su madre con ésta muchacha?

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No creo en las casualidades o el destino, creo en que todo sucede a su tiempo y forma, porque Dios lo quiso así. Por lo tanto, disfruta de las maravillas que día a día aparecen en tu camino, disfruta cada día como si fuera el último.- Daianatay.❤

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