Transferencia y separación.

Aquel bálsamo de recuerdos y tenues sonrisas fue interrumpido cuando la puerta de la habitación se abrió repentinamente, dando paso a varias personas con vestimenta blanca y sillas de ruedas que se arremolinaban a las diferentes camillas y desconectaban a todos los sujetos de las máquinas, intravenosas y las extrañas mangueras que habían insertado en los mismos.

Aquello había sucedido tan rápido que ni Lyoth o Nuboso fueron capaces de volver a su fachada de cuerpos inertes observando el techo. La pareja solo pudo observar la marea de batas blancas y pinchazos de dolor mientras las mangueras e intravenosas eran arrancadas de sus cuerpos y a su vez eran inyectados con aquel líquido paralizante que Ojos Rojos les colocaba a todos los nuevos prisioneros para luego ser colocados en sillas de ruedas y salir de la habitación junto a los otros en una fila veloz.

Entre toda aquella marea, la pareja solo pudo dedicarse a una mirada fugaz cuyo mensaje transmitía no solo la confusión y miedo, sino un intento de tranquilizarse mutuamente

"Estaremos bien."

La pareja tuvo que hacer un esfuerzo monumental para disimular el dolor y el miedo ante lo que ocurría y solo pudieron observar el largo pasillo de tenue oscuridad e infinitas puertas que se perdían entre las batas blancas y las sillas de ruedas que avanzaban delante de ellos.

El camino parecía largo pues dieron varias vueltas hacia la izquierda y luego a la derecha e incluso llegaron a girar en una especie de "glorieta" mientras pasaban por incontables puertas que solo mostraban atisbos de lo que queda de los prisioneros; algunos estaban en esos extraños cuadros de concretos cubiertos por mangueras y agujas con la mirada perdida, otros más se encontraban encerrados en una especie de tubo y flotaban en un extraño líquido siendo ayudados a respirar por medio de una extraña máscara y otros más que no se encontraban a la vista se hacían presentes por sus gritos de dolor, terror y súplica que eran callados por el sonido de las descargas eléctricas o golpes secos mientras el aire estéril era impregnado por el aroma de sudor, medicina y sangre.

La fila de sillas de ruedas que hasta ese momento se había mantenido unida, comenzó a dividirse de manera casi mecánica cuando llegaron a un pasillo que era separado en dos entradas por dónde las personas de bata blanca y las sillas de ruedas desaparecían en la oscuridad.

Cuando llegó el turno de Lyoth y Nuboso para avanzar, la chica sintió como un nudo se formaba en su estómago y en sus ojos se reflejaba un grito de desesperación al ver cómo su amigo desaparecía en el pasillo de la derecha y ella era llevada hacia la izquierda y una vez que ambos fueron internados en aquella oscuridad, Lyoth mantenía en su mente aquella última de sí misma sosteniendo la mano de Nuboso mientras esté le repetía

"No te dejaré sola"

Nariz chueca se encontraba en su escritorio mientras observaba y comparaba sus notas con las de su asistente para elaborar los informes finales del área de observación.

Mientras sus ojos pasaban de una línea a otra, sus manos removían los papeles, plumas y tinta en un aire apenas perceptible para el ojo común, sabía que debía ser rápido antes de entregar los informes pues era cuestión de tiempo antes de que fuera llamado a la sala de juntas para la nueva reunión con los líderes.

Y como si el universo hubiera percibido su preocupación, un corto pitido lo saco de sus cavilaciones haciendo que levantará la vista de su escritorio y mirara como la puerta se abría lentamente dando paso a una pequeña línea de luz dejando caer una hoja de papel al suelo.

Nariz Chueca se levantó de su asiento para recoger el objeto y observo el contenido de la hoja durante unos momentos.

- Estaré ahí en un momento- dice Nariz Chueca aún sujetando el papel en sus manos.

El pitido se vuelve a escuchar y la puerta se cierra con la misma lentitud con la que se había abierto.

Habiéndose asegurado que no hay nada ni nadie aún detrás de la puerta, Nariz Chueca inhala profundamente y cierra sus ojos mientras su cara se contorsiona creando un grito insonorizado mientras el arrugado papel comienza a ser chamuscado. Al percatarse de ello Nariz Chueca suelta lo suelta y regresa a su asiento solo para observar el mensaje siendo devorado por el fuego

La transferencia comienza ahora. Preséntate en el palco de inmediato

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