Reencuentro y un nuevo miedo

Lyoth volvió a sentir como el mundo a su alrededor se disolvió y quedó flotando a la deriva en aquel mar infinito de luces y recuerdos mientras la imagen de Nuboso parecía acercarse cada vez más, augurando tras de si la oscuridad que amenazaba con devorar todo a su alrededor.

Tras un largo silencio (atenuado ocasionalmente por el pitido rítmico de la máquina que monitorea el corazón de Lyoth) el chico de cabellos grises poco a poco comenzó a recobrar el sentido y mascullar palabras ininteligibles hasta que intento incorporarse pero la correa que sujetaba sus extremidades se lo impidió.

Nuboso grito una grosería e intento con mayor fuerza soltarse de su agarre pero al cabo de un tiempo, el chico finalmente se rindió y miro su alrededor hasta que se encontró con una Lyoth pálida y sorprendida observando.

Lyoth seguía sin creer lo que veía y dió las gracias por encontrarse recostada en aquella camilla pues de lo contrario se habría desmayado, aunque la sensación era más o menos la misma.

Nuboso la observó detenidamente, ladeó su cabeza un poco.

-¿Lyoth?... ¿Eres... Eres tú?- pregunto el chico girando su cuerpo con dificultad para mirarla mejor.

La joven solo asintió con la cabeza mientras las lágrimas rondaban por sus ojos.

- Es bueno ver una cara conocida- Dice Lyoth con voz pastosa intentando controlar el creciente nudo en su garganta

-¿Pero qué...? ¿Cómo terminaste aquí? ¿Que paso con los demás?

Las lágrimas de Lyoth se derraman sobre sus mejillas mientras susurra Me atraparon

Antes de que Nuboso pueda decirle algo más, el repentino sonido metálico de la puerta principal los sobresalta y Lyoth le indica con la mirada a Nuboso que hiciera lo mismo que ella para luego girar su cabeza para observar el techo, pero Nuboso no pudo recostarse boca arriba así que solo aflojó su cuerpo y dirigió la mirada al suelo.

Ojos Rojos entró acompañado de la mujer rizada y otras dos personas que iban empujando una silla de ruedas y una camilla respectivamente. El grupo se separó en parejas hacia ambos lados de la habitación; los primeros se movieron hacia la izquierda y realizaron su revisión habitual para ajustar dosis y anotar varias cosas en sus tablas al momento que sus dos acompañantes les ayudaban a mover a los seres de las otras camas hasta llegar con Lyoth y Nuboso.

- ¿Cómo están sus signos vitales?- preguntó la mujer a Ojos Rojos mientras analizaba los reflejos de Lyoth

-Estables.-Responde él

-¿Actividad cerebral?

-Si. Parece que el ajuste de las dosis funcionó.

-Excelente. Pronto podremos moverla junto con los demás. Veamos cómo va el otro- Dice la mujer antes de concluir su escritura.

-¿Escuchaste eso linda? Pronto podrás ir a jugar- le dice Ojos Rojos a Lyoth con voz dulce y un dejo de alegría mientras acaricia su cabello y le limpia las pocas lágrimas que lograron escapar de sus ojos.

La mujer rizada solo gira sus ojos en señal de fastidio y se acerca a Nuboso quien sigue clavando su mirada al suelo pero antes de escribir, observa al chico acostado de lado de la camilla.

-Oye. Ayúdame con esto- Le dice la mujer acercándose a Nuboso y pasando sus manos sobre el pecho.

Ojos Rojos va rápidamente en ayuda de su compañera y entre ambos colocan al chico boca arriba para continuar con su revisión habitual.

-Parece que no tuvo un buen despertar- Dice Ojos Rojos observando la máquina de monitoreo

-Ninguno lo tiene. Pero veremos cómo reacciona con la nueva dosis.-Dice la mujer mientras escribe en su tabla.

-Tienes razón. ¿Crees que ambos sean viables para la transferencia? El otro no duró tanto y tuvimos que regresar a la habitación inicial- Dice Ojos Rojos poniendo atención en las alas que caen a ambos lados de las camillas.

-Mas nos vale. Será mejor continuar- Dice la mujer moviéndose a la siguiente cama.

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