Misterios y reflejos

El humanoide examinó a Lyoth con sus ojos de plata y oro. Ella intento sostener su mirada con la suya pero al poco tiempo desvío su vista hacia el lago que continúa mostrando los ecos de los recuerdos de su hermano mayor que, por alguna extraña razon parecían hacerse lejanos.

-Esa no es la fuente que debes mirar - dijo el humanoide con voz tranquila

-¿Fuente? ¿de que hablas?- pregunto Lyoth mirando al extraño quien señalaba con su largo dedo índice hacia arriba.

Lyoth lo siguió con la mirada y su sangre se congeló al mismo tiempo que sus rodillas flaqueaban y caía al suelo ante la escena que se alzaba ante ella; Las copas de los árboles estaban secas y entre sus ramas se encontraba su hermano atrapado, colgado de cabeza con el cuerpo contorsionado con uno de sus brazos extendidos cómo si intentará alcanzar el suelo observando con los mismos ojos ausentes y nubosos de los cuales brotaban pequeñas lágrimas brillantes que caían en aquella raíz enroscada que yacía en el centro del lago creando nuevos ecos y reflejos en la superficie de este.

Lyoth sollozo.

-Es una de las pocas fuentes que queda.- Dijo el humanoide con la misma voz tranquila

La joven se giró para mirarlo y noto que él continuaba señalando hacia arriba pero no en dirección a su hermano. Ella siguió el movimiento de mano del humanoide para mirar el resto de los árboles donde yacían colgados boca abajo varias criaturas atrapadas entre las ramas de los árboles mirando hacia el suelo y extendiendo uno o ambos brazos con el resto de su cuerpo contorsionado con ojos y pieles grises al igual que los pequeños huecos agrietados en la tierra con una raíz enroscada cómo la que se encontraba en el lago de su hermano a excepción de unos cuantos que no eran más que un simple charco brillante con ecos apenas entendibles.

Pero fue el de su hermano el que se hizo escuchar por encima de los demás y la joven volvió de nuevo su vista a la orilla donde una nueva imagen se formaba junto con la potente voz de su hermano.

De pronto Lyoth junto al humanoide fueron envueltos por una serie de luces que dejaron atrás aquel bosque para dar paso a una montaña.

La joven miro a su alrededor intentando averiguar dónde se encontraban pero el sonido de unos pasos junto a la tierra y graba sueltas atrajo su atención.

Allá a lo lejos, bajando de la montaña venía corriendo un pequeño grupo de seres alados y tras ellos a unos cuantos metros venía un grupo más grande cabalgando a todo galope con lanzas y redes en mano.

-¡Hermano!-gritaba una pequeña Lyoth mientras huía con otros niños

La niña escuchaba el crujir de las hojas y ramas rompiéndose detrás de ella seguida de gritos, sollozos y zumbidos metálicos. Intento controlar su llanto para perder a las sombras que les perseguían desde el río pero el temor era mas fuerte y continuo llamando a su hermano pidiendo ayuda. Mientras a lo lejos la joven Lyoth observaba todo; algunos de sus amigos habían conseguido alzar el vuelo y perderse entre las copas de los arboles, era lógico pues ya tenían la edad suficiente para hacerlo, pero los mas pequeños no tuvieron tanta suerte.

-¡No se detengan!-grito uno de los niños mas grandes elevándose por sobre el bosque

-¡Atrápenlos a todos!-exclamaba una enorme silueta de un solo ojo

-¡Hermano! ¡Quien sea! ¡auxilio! -rogaba la pequeña Lyoth intentando que sus pequeñas alas violetas se movieran a voluntad pero solo consiguieron hacerla caer.

Ella lloraba y se arrastraba en el suelo arrojando las rocas y ramas que tenia a su alcance pero el cazador solo le observaba con mirada ausente, extendiendo su mano para atraparla así que solo cerro sus ojos preguntándose si su padre o su madre habrían experimentado el mismo temor cuando atacaron el pueblo. Sentimiento que su joven yo sentía de nuevo al mirar a la pequeña en esa desesperación.

Lyoth cerro los ojos deseando que todo aquello fuera un mal sueño, pero la desesperada voz de su cabeza fue acallada por un alarido de dolor acompañado de un extraño sonido metálico...

-¡Corre!-grito Nuboso aprisionando los brazos del cazador con su lanza y extendiendo sus alas del color de la neblina para tapar su visión

Ella se levanto y se quedo ahí, congelada observando la lucha entre los dos guerreros sin que su cuerpo obedeciera al instinto que le ordenaba escapar sin embargo la repentina brisa a sus espaldas la hace sobresaltar entre la sorpresa y la calma pues reconoce esas alas verdes que la cubren antes de alzar el vuelo

-¡Hermano!-solloza ocultando su rostro en el pecho

-Tranquila, todo estará bien-le susurra en un abrazo tranquilizador evitando que mire a su alrededor.

Lyoth observa como la pequeña y su hermano levantan el vuelo mientras Nuboso y el cazador continuaban luchando antes de desaparecer en un nuevo mar de luces que les transportaron a otro lado del bosque donde el grupo de niños se encontraba escondido...o al menos los que habían logrado escapar.

-Escuchen. Necesito que sean valientes y corran hasta el campamento- dijo el joven de alas verdes.

-¿Qu-que pasará con Nuboso y contigo?- pregunta la pequeña Lyoth sollozando

-Nosotros los vamos a distraer. No te preocupes, los alcanzaremos.

La pequeña y la joven que mira desde las sombras sollozan mientras le dicen que es un mentiroso porque los adultos que les dijeron eso no regresaron pero lo único que Lyoth obtiene como respuesta es una tierna sonrisa por parte de su hermano mientras le limpia las lágrimas de sus ojos y le pregunta

-¿Cuando has visto que yo te haya roto una promesa?

-Nunca- responde la pequeña entre sollozos

-Exacto. Así que confía en mí. Te prometo que volveré pronto.

Una nueva bruma de luces cubre el lugar y da paso a otra persecución por el bosque; los niños más pequeños corren tomados de la mano mientras el joven de alas verdes y Nuboso revolotean entre los árboles haciendo ruido para atraer a los cazadores hacia la dirección opuesta en qué corría el grupo.

La pequeña Lyoth constantemente observa sobre su hombro la silueta de su hermano moverse y alejarse poco a poco mientras esquiva redes y lanzas en compañía de Nuboso pero no es hasta que pierde su silueta de vista que los desgarradores gritos resuenan en el bosque, congelando la sangre de la pequeña mientras que su yo joven observa como el grupo de cazadores aumenta y supera a los dos jovenes que luchan hasta que un ataque coordinado termina atravesando las extremidades de su hermano haciéndole gritar de dolor pero logrando liberar a Nuboso quien con dolor en el corazón le deja a su suerte y escapa.

Los cazadores ignoran a la presa que ha escapado y se divierten atando al joven de alas verdes sin remover las lanzas de sus extremidades para luego ser envuelto entre las redes de metal desapareciendo en un portal metros más adelante.

Las preguntas se juntaron en la mente de Lyoth y en su garganta se formaba de nuevo el nudo de la tristeza que ahora era acompañado de lágrimas de rabia y desolación para desplomarse sobre sus rodillas y quedar de nueva cuenta frente a aquellos pequeños lagos de lágrimas que formaban la gente cautiva entre las copas de árboles invertidos.

Antes de que ella pudiera decir nada. El humanoide poso una mano sobre su hombro a modo de consuelo y le ayudo a levantarse para llevarla de la mano a recorrer algunos de esos pequeños lagos donde yacían los ecos de los recuerdos de aquellos seres.

-¿porque me enseñas esto? ¿no es suficiente crueldad lo que ya he visto sobre mi hermano?- pregunta Lyoth entre lágrimas.

El humanoide no responde y solo le señala el agua y ella aún en contra de su voluntad mira en aquellos reflejos, sintiendo como el corazón se encogía con cada uno donde se veían familias y parejas alegres junto a campos y pueblos prósperos que poco a poco eran opacados por la oscuridad.

-¿Que es lo que quieres lograr enseñándome todo esto?

- Sobrevivir.- le dice el humanoide al tiempo que ella siente una fuerte descarga en el pecho.

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