Ganar tiempo (parte 2)

Cuando Nariz Chueca y el chico castaño se retiraron de la habitación, Lyoth y Nuboso permanecieron un rato en silencio procesando todo lo que la pareja había discutido durante su estancia en aquella habitación.

-¿A qué crees que se referían con "área de batalla"?- pregunta Lyoth sin dejar de mirar el techo

- No lo sé.- admite Nuboso -Pero estoy seguro de que puede ser igual o peor que en dónde estábamos antes- dice el chico intentando sonar neutral pero con un dejo de preocupación

- Uno de ellos menciono que ya debíamos haber sido transferidos pero el hombre de ojos cambiantes...

- Sí. Parece haberlo aplazado por ahora.

- ¿Aún crees que no debemos confiar en él?- pregunta la chica mientras se gira de costado para ver a su amigo

- Aún lo creo. Nada nos asegura que quizás nos intenté llevar hacía algo peor- dice el chico sin dejar de observar el techo.

- ¿Entonces que hacemos? ¿Esperar a que nos muevan a un lugar nuevo y esperar que no sea peor que esto?-pregunta Lyoth con un hilo de voz intentando contener el creciente nudo en su garganta

- Si. - responde Nuboso de forma tajante

- ¿Y entonces que?- La pregunta de Lyoth es interrumpida al sentir como Nuboso toma su mano

-Hacemos lo que siempre hemos hecho. Sobrevivir.

La joven aprieta la mano contra la del chico.

- ¿Podremos hacerlo?- pregunta ella con duda y una tambaleante esperanza sin dejar de observar su mano y la de Nuboso

- Lo haremos, porque ahora estamos juntos. Esta vez no le fallaré a tu hermano. No pienso dejarte sola.- dice el chico intentando reconfortar sin percatarse del miedo fugaz que ha cruzado el rostro de Lyoth al mirarle a los ojos pues este intuye que ella intenta no llorar.

- No llores. Todo estará bien.- Dice Nuboso intentando sonar contento

Pero la realidad es que en cuanto Lyoth ha alzado la vista para mirarlo y formular una nueva pregunta, está se ha quedado atorada en su garganta y sido reemplazada brevemente por la sorpresa y el miedo al notar como el rostro de su amigo volvió a ser el de antes cuando le mostró como había sido capturado; sus ojos grises de tormenta han cambiado por destellos rojizos junto a las crecientes venas oscuras en su cuello que habían aparecido en aquella ocasión, pero ahora parecían haber ascendido cerca de su mejilla izquierda.

- No lo haré- responde ella intentando sonar tranquila. - Bueno ¿Y ahora que hacemos?- le pregunta ella

- Supongo que esperaremos a que ese tipo regrese pronto- dice Nuboso mientras se acomoda de costado soltando brevemente la mano de su amiga mientras el semblante de ella se relaja al ver que su amigo, una vez que han quedado frente a frente vuelve a tener el mismo aspecto de siempre.

- Eso es obvio. Pero ¿Y mientras tanto?

- No sé. ¿Jugamos a las adivinanzas?

-Claro, yo tengo una; ¿cómo diablos saldremos de aquí si otro de ellos regresa antes que él?

- Tal vez podríamos fingir que nos estamos retorciendo de dolor y después intentar golpear a quien esté más cerca.

Una leve risilla escapa de los labios de Lyoth

- Suena a un buen plan, mientras no me golpees- dice la chica

Ahora es Nuboso quien deja escapar una leve risa

- ¿ De verdad me crees de algo semejante? ¡Tu desconfianza me ofende!- dice el chico con fingida indignación y aire dramático

- Bueno... tampoco es que fueras de los mejores combatientes cuerpo a cuerpo.- dice ella con indiferencia pero sin dejar de sonreír y reír levemente al comenzar a contarse y revivir aquellos tiempos antes de que todo aquello se volviera penumbra.

El tiempo se había vuelto relativo en aquel lugar, casi mecánico pero fueron aquellas leves carcajadas y gestos lo que brevemente les hizo olvidar la oscuridad que se cernía sobre sus cabezas.

Aquel momento se había tornado en algo extraño y agradable a pesar de toda la oscuridad y tormento a la que habían sido sometidos desde su captura y todas las nuevas dudas surgidas en los últimos días. Aquella pequeña charla que les había devuelto aunque fuera por un instante la alegría de no encontrarse solos y poder recordar brevemente como era todo antes de encontrarse en ese lugar. Quizás así, una pequeña luz en la oscuridad les iluminará para recuperar la esperanza.

Sin duda alguna tendrían que ganar tiempo antes de enfrentarse a un nuevo e incierto reto, era bueno que disfrutaran de ese momento, pues este sería más fugaz que una estrella surcando el cielo nocturno.

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