Un destino incierto

Tras aquel golpe, la silueta de Centinela había desaparecido y Lyoth paso a formar parte del océano infinito de oscuridad. Sin ruido, sin forma, sin arriba o abajo y el silencio que en lugar de traer paz a su ser, solo le acompañaba una creciente desesperación.

¿Habré muerto ya? Se preguntaba la joven mientras flotaba sin rumbo en aquel abismo.

De pronto unos murmullos provenientes de todos los lugares y a la vez ninguno se hicieron presentes; en un inicio no entendía lo que decían, pero conforme estos se acercaban, sus palabras fueron poco a poco más entendibles, entre ellas pudo distinguir;

"Bájale" "asegurar" "ingresar"

Y de un momento a otro, aquella oscuridad infinita fue retrocediendo para dar paso a una tenue luz que era acompañada de una silueta y el creciente dolor en su espalda alta y cabeza junto a destellos de luz que lentamente dibujaron el cambiante lienzo de la realidad; un camino de tierra, el aroma a bosque y aire puro seguido del andar de unas botas negras que andaban a su lado y el no tan suave mecer de su persona cuál costal de papas.

Por un breve instante la joven se preguntó si continuaba en el limbo de los sueños provocado ante el "amable" dormitar que le habían inducido tras su captura, pero para su no tan afortunada suerte el golpe que dió su cuerpo contra el frío y duro suelo acompañado por dolor le hizo volver a la realidad.

Lyoth estaba despierta, consciente y extrañamente aún viva pero eso no mejoraba su situación. Después de todo... ¿Que podia hacer?

Desconocía su ubicación, el entorno o al posible número de enemigos que se encontrarán en el perímetro.

quédate quieta.debes ganar tiempo. se dijo mientras intentaba aguzar sus sentidos y percibir sus alrededores.

Los segundos se convirtieron en minutos y Lyoth sintió que los minutos se volvieron horas al no percibir más que el silencio siendo acompañado momentáneamente por su respiración y su ritmo cardíaco luchando por mantenerse en calma al igual que su creciente instinto por desatar sus muñecas para no ser descubierta en caso de estar siendo vigilada pero;¿ y si realmente no había nadie? ¿o quizás...la estarían observando desde algún lugar lejano?

sea cómo fuere, en algún momento tendría que "despertar" de su inconsciencia, no podía quedarse así para siempre.

¿Que puede ser peor? "despertar" en medio de nada? o ser "despertada" por ellos?. Se cuestiono la joven aún en el suelo, pero sea cuál fuera su decisión de todos modos el resultado seguía siendo incierto.

Acabemos con esto.

Lyoth poco a poco abrió sus ojos y los fue adaptando a la tenue luz dando paso a una habitación de lo más sencilla; dos puertas, una por la que seguramente la habían ingresado y la otra (un poco más pequeña) quizás era para hacer sus necesidades fisiológicas en privado, no había ninguna ventana o sistema de aire como en los edificios en los que había entrado tras su llegada a aquel mundo, por ende no podía saber si era de día o de noche. pero a juzgar por la falta de luz artificial, quizás todavía era de día.

La joven se incorporó con dificultad debido a que sus muñecas estaban atadas tras su espalda y sus piernas tenían un ajuste doble en los tobillos y por arriba de la rodilla.

Al descartar la idea de ponerse en pie, Lyoth se sentó con dificultad hasta que pudo recargarse en una pared que le permitía mirar hacia la puerta.

Atrapada como un pez. pensó

Tras lo que pareció un eterno silencio, Lyoth se preguntaba que sería de ella o que habría Sido de su pueblo. en aquel mar de interrogantes, el recuerdo fugaz de la amenaza de Centinela irónicamente le devolvió la esperanza.

si aún siguen vivos...entonces aún hay oportunidad de encontrar a los otros y escapar de aquí. Pensó

De pronto el eco de unos pasos se hizo presente al otro lado de la puerta seguido de un fragmento de sombra.

El cuerpo de Lyoth se tensó e instintivamente invoco una pequeña bruma violeta que evaporó las amarras de sus muñecas para, acto seguido, transformarse en una pequeña daga con una brillante hoja morada.

El chirrido de la puerta y la tenue luz que era eclipsada por aquella sombra que cerraba la puerta tan rápido como la había abierto hizo tensar aún más su cuerpo.

Ante ella yacía un hombre de treinta y tantos de aspecto aparentemente débil, vistiendo una bata blanca que hacía resaltar su oscuro cabello recogido cuidadosamente en una coleta de caballo, pero lo que más llamaba la atención del recién llegado eran sus ojos de un rojo tan intenso como las rosas.

El hombre miro los alrededores de la habitación hasta posar su mirada en Lyoth.

-Oh. ahí estás.- dijo con indiferencia.

-¿q-quien eres tú? ¿dónde estoy?-pregunto ella sin dejar de mirarlo y tensando la daga en su mano.

-Es tu nueva casa. te llevaré a conocer a los demás- respondió el hombre con falsa ternura en su voz y extiendo su brazo para intentar tocarle el rostro

En un veloz movimiento Lyoth saco su daga violeta y apuñaló el antebrazo del hombre al momento que cortaba la amarra que la mantiene inmovilizada de sus rodillas. si tan solo hubiera Sido más rápida en desatar sus tobillos...no habría terminado de cara al suelo retorciéndose como un pez fuera del agua luchando por respirar pues su oponente de alguna manera fue mucho más rápido.

-Gracias. ahora tendré que cambiar de bata.-Dijo él sujetando la cabeza de Lyoth

La joven no dejaba de retorcerse intentando quitarlo de encima maldiciendo por lo bajo y observándolo con todo el odio.

El hombre suspiro.

-Parece que tendremos que hacer esto por las malas. Bueno, mejor para mí. Hace más divertido mi trabajo- dijo al momento que sacaba una jeringa con un líquido negro que inyectó directo en el cuello de Lyoth.

La chica continuo luchando hasta que el creciente ardor que le había provocado aquella inyección hizo que su cuerpo se tensara cuál tabla y perdiera su voz.

una vez el hombre se levantó, la tomo en brazos y coloco en la cama la cuál tras un leve chasquido metálico se levantó e inclinó hasta quedar a la altura de una silla y nuevas amarras envolvieron su manos, torso y tobillos.

-Ven. te llevaré a conocer a los otros- dijo el hombre de ojos rojos mientras empujaba la camilla hacia el exterior de aquel cuarto.

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play