Había hecho venir a Nino para saber más sobre Elena y dejarle en claro algunas cosas. Ella me había mentido, en la nota que me dejó decía que volvió al orfanato a los veinte años. Tenía que descubrir por qué me mentía y a quien trataba de proteger. Era lo único que motivaba a esta mujer. Sin embargo, antes debía dejarle en claro algunas cosas a este muchacho.
—Muy bien, ahora, como sabes Elena es mi esposa y soy el líder de “los superiores” por lo que sería imprudente de tu parte mostrarte cercano a ella en las reuniones. Así que recuerda eso cuando la veas. Por otro lado, creo que tu nuevo jefe tiene potencial, por lo que te haré ponerle algunas pruebas en el transcurso de estos meses. Si logra superarlas todas lo haré más cercano a mí. Si le dices algo de esto sabes que te asesinaré —le recordé.
—Nadie es más importante que usted señor Kosovo, aunque me costara la vida, lo respetaré —dijo el muchacho y me puse de pie.
—Sin embargo, no puedo confiar en ti completamente. Por lo que te pondré a prueba esta noche. Elena debe cumplir con unos requisitos para demostrarme su lealtad, por lo que citaré a cuatro hombres para que se presenten ante ella. Por la cercanía que tiene contigo es probable que te elija. Se supone que debe pasar la noche con dicha persona —dije y lo agarré de la ropa y lo levanté en el aire—. Si llegas a tener relaciones con mi esposa eres hombre muerto, ¿entendiste?
—Jamás vería así a Elena, somos buenos amigos, casi hermanos —dijo temeroso. Lo bajé y le pedí que llegara temprano a mi casa—. Ahí estaré, gracias por la oportunidad.
Salió de mi oficina y Arthur entró, este era el único que sabía la verdad de Elena además de Iván. Ya que todos los involucrados habían muerto para proteger el secreto.
—¿Qué necesita su señoría? Espero que sea importante Mijaíl, hoy tenía varios pacientes y los pospuse para venir a verte —parecía estar de mal humor.
—¿A caso te peleaste con alguien? —pregunté y no me respondió, ya que Dmitri estaba con nosotros—. Bueno, quería que vinieran, por el hecho de que tendré una pequeña fiesta en casa. Elena deberá elegir alguien para pasar la noche y los propondré a ustedes dos.
—Señor Kosovo, Mijaíl, ¿no te parece muy apresurado? —era gracioso que Dmitri me hablara así. Aún no se acostumbraba a llamarme por mi nombre cuando no había gente de la oficina—. Este maldito empleo hace que mi cabeza esté en cualquier lado. De todos modos, pensé que ya le habías hecho esta prueba a Elena cuando se casaron.
—Lo hice, pero ella perdió parte de sus recuerdos con el tumor, necesito saber que esta nueva versión suya será devota a mí —le expliqué.
—Aun así, no creo que con su condición debas obligarla a tener relaciones con nosotros —dijo Arthur mirándome molesto.
—No lo harán, dejarán que ella actúe, si les dice de hacerlo niéguense —les aclaré. Ambos me miraron sorprendidos—. Es poco probable que vuelvan a elegir a Elena en la organización, pero ella debe estar preparada para esa posibilidad.
—Mijaíl, ¿estás seguro? —preguntó Arthur.
—Muy seguro, así que vengan preparados. Los espero después de la cena. Ahora debo ir a buscar a Alexander a sus prácticas —dije y me levanté para salir, ya que me molestaba que Arthur defendiera tanto a Elena, se suponía que él era mi amigo. Y ahora solo podía hablar maravillas de esta maldita mujer.
Llegué a la casa con mi pequeño y este me preguntó si por la noche podría dormir con su mamá. Le expliqué que ella aún no se sentía bien, por lo que si lo deseaba podíamos dormir juntos él y yo. Lo pensó por un momento. ¿Hasta mi hijo era capaz de hacerme un desplante? ¿Qué era lo que esta mujer tenía que le agradaba más que a mi propio hijo?
Fui al dormitorio a cambiarme, y la encontré poniéndose un vestido que yo le había hecho comprar días atrás. Se veía hermosa, se acentuaba su cuerpo, aunque parecía estar luchando con el cierre. La ayudé con eso y al darse cuenta de que estaba ahí me miró sorprendida.
—¿Tienes miedo de mí? —pregunté y no pude evitar envidiar al hombre que pasaría la noche con ella, aunque yo sabía que solo dormirían juntos.
—¿Debo temerte? —me preguntó y se colocó un arete.
—Por supuesto —dije y la hice volver a verme sosteniéndola del rostro. Odiaba que me corriera la cara—. Baja la cabeza y cierra los ojos.
—¿Es necesario? —preguntó molesta, ¿tanto le costaba hacerme caso? Pude pedirle que se arrodillara y no lo hice.
—¿No puedes obedecer una simple orden? —pregunté enojado, ya no deseaba darle el regalo.
Ella cerró los ojos primero y después bajó la cabeza. ¿Por qué ahora eso no me daba satisfacción? Maldita mujer, no podía llevarme bien con ella ni en un momento como este. Le coloqué el regalo en sus manos y me fui a duchar. Necesitaba un momento a solas, no lograba comprender la razón de mi frustración cada vez que estaba acompañado de ella. Aun así, hacía muy feliz a Alexander, incluso más que su propia madre.
Elena, mi verdadera esposa, había sido siempre tan buena y obediente que no parecía que lo hacía obligada. Aunque nuestro matrimonio se coordinara cuando ella aún estaba en el vientre de su madre, sabía cuál era su lugar y siempre había sido muy complaciente conmigo. Incluso cuando quedó embarazada de Alexander, aunque no podíamos tener relaciones, ella siempre buscaba la manera de complacerme. Recuerdo lo mal que se puso cuando le dijeron que era posible que perdiera al bebé; después del accidente que sufrió en el coche, cuando unos maleantes trataban de secuestrarla por ser mi esposa. Tardamos dos semanas en poder ver a nuestro pequeño hijo, pero desde que vi sus ojos supe que sería lo más bello de mi vida, la espera valió porque ambos lo supimos.
Autora: Osaku
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Updated 58 Episodes
Comments
esterlaveglia
uhmmmm que intriga..... como se comportará Elena 😵💫😳😨
2024-07-23
2
Graciela Peralta
que pasará ahora con ella y los tipos
2024-03-13
3
Mariela MN
Alexander es mellizo de Antón . Elena perdió el bebé y a la otra le mintieron q solo tuvo uno
2024-03-07
3